El presidente Mauricio Macri pidió hoy "prudencia" a los dirigentes sindicales y que estén "comprometidos en salir adelante", ante la posibilidad de que convoquen a un paro nacional, lo cual generó críticas de parte de la CGT y las CTA, que volvieron a cuestionar las medidas económicas del gobierno de Cambiemos.
El jefe de Estado, al referirse a posibles medidas de fuerza por parte de las centrales obreras, aseguró desde Nueva York que confía "en la prudencia del gremialismo argentino" con el cual dijo "compartir las preocupaciones".
Sin embargo, las declaraciones del jefe de Estado causaron malestar en algunos dirigentes sindicales como el secretario general de la CTA Autónoma, Pablo Micheli, quien a través de su cuenta de Twitter dijo con tono irónico.
Macri dijo esta mañana en declaraciones a radio La Red que hay "un grupo de gente que, porque no cree o no quiere, no se suma a esto que decidió la mayoría", y pidió "a todos que estemos comprometidos, porque esta vez tenemos que salir adelante".
Sin responder directamente sobre medidas de fuerza del sector laboral, Macri instó a "construir un país con oportunidades para todos" ya que "el camino es seguir trabajando no agrediéndonos", para finalmente expresar que "confía" en "la prudencia del gremialismo".
Por su parte, el secretario general de la CTA de los Trabajadores, Hugo Yasky, señaló que "tras vetar la Ley Antidespidos y negar la reapertura de paritarias, Mauricio Macri pide prudencia... Prudencia sería parar con el ajuste".
A su vez, el secretario de Producción e Industria de la CGT, Rodolfo Daer, afirmó que el Presidente debe "equilibrar el peso de la carga de sus políticas económicas y no volcarlas enteramente sobre los trabajadores".
Antes de integrar una reunión de la central en la sede de Azopardo 802, Daer consideró que "en realidad todos estamos cada vez más pobres".
En tanto, el dirigente sindical de la Unión Tranviarios Automotor (UTA), Mario Caligari, aseguró a esta agencia que "los sindicalistas siempre fuimos prudentes y no necesitamos ninguna recomendación al respecto".
La CGT unificada y las dos CTA evaluaban la posibilidad de convocar a un paro, al no obtener respuestas a sus demandas, que incluyen la reapertura paritaria y la extensión de un bono a fin de año, que compense la pérdida de poder adquisitivo por la alta inflación registrada.