Entre el cuarto piso de la Casa de Gobierno y el segundo piso de la Municipalidad de Capital, la información va y viene sin cesar. Alfredo Cornejo quiere dejar a un radical sentado en su actual despacho y ese radical es Rodolfo Suárez. La única forma de vislumbrar ese futuro traspaso son las encuestas, que ya han encendido algunas luces rojas en el mapa provincial.
La primera y gran alarma, ya se sabe, es Mauricio Macri y su gestión cada vez más cuestionada por los mendocinos. Al fin de cuentas, ésa fue la razón del desdoblamiento de las elecciones provinciales. Pero también hay otras alertas que tienen que ver con la tropa propia y con los rivales en la provincia.
El intendente de Las Heras, Daniel Orozco, en la última encuesta del oficialismo cosecha apenas un par de puntos más de intención de voto que Guillermo Amstutz, el peronista que miden en el Gobierno como su probable rival por la comuna. Una derrota en ese departamento comprometería el triunfo provincial.
José Luis Ramón, el diputado nacional de Protectora, es otra luz que se prende aunque intermitentemente en el tablero: su posible alianza con el PJ podría aportar al principal partido de oposición valiosos votos que lo acercarían al oficialismo en la pelea por la gobernación.
Está claro que todas esas son preocupaciones para la elección general y para llegar a esa instancia el intendente capitalino Suárez primero deberá ganar las primarias abiertas al macrista lujanino Omar de Marchi.
En el radicalismo están convencidos de que ganan y muestran sus encuestas, en las que se llevan dos de cada tres votos del Frente Cambia Mendoza. Pero del lado del presidente del Pro dicen que él gana hoy por entre tres y seis puntos. El 9 de junio se sabrá quién tiene razón.
El socio ancla
A Mauricio Macri lo votaron en la primera vuelta de la presidencial 2015 casi el 41% de los mendocinos. Cuatro semanas después, en el balotaje, subió al 57%. Si la elección fuera hoy, según la encuestadora Reale Dalla Torre -cercana al oficialismo- apenas superaría el 30% y perdería con Cristina Kirchner, cuya intención de voto perforó el techo de 30% de los últimos años.
Esa nueva realidad es la que preocupa y mucho a Cornejo, Suárez y toda la cúpula radical. En la otra vereda del mismo frente, que tiene a De Marchi como figura y el Pro como sustento, saben claramente que su líder nacional los tira para abajo y en la campaña poco van a mostrar o hablar de él.
El desdoblamiento decidido a fines de enero parece no haber bastado para "salvarse", ni tampoco las declaraciones críticas hacia la gestión nacional que suele deslizar el Gobernador.
La gestión económica de Macri los tira para abajo ya no como una mochila, sino como un ancla. Esto hace que los 10 puntos que hoy separan al frente oficialista del PJ en intención de voto puedan ser escasos.
Por eso, radicales y macristas locales ya no ruegan que llegue el crecimiento prometido por el Presidente para impulsarlos, sino que sólo piden que no haya ningún cataclismo con el dólar y la inflación de acá a las PASO (el 9 de junio) y luego las generales (el 29 de setiembre).
“Si hay otro sacudón de la economía claramente podríamos perder”, se sincera uno de los hombres que lidera la campaña. Así, la ambición de continuar cuatro años más en el poder quedaría en la nada. De ahí los esfuerzos radicales por torcer, aunque sea levemente, la política económica nacional, en particular lo referido a las tarifas de servicios.
El intendente que cae
Hasta fines del año pasado, siempre que se hacía una proyección electoral en el oficialismo se hablaba de los votos que aportarían los intendentes, en especial los del Gran Mendoza, a la fórmula provincial, sin importar quiénes la integraran.
Pero pasaron los meses y el último relevamiento mostró un número que preocupa y es el de Las Heras. Allí, Orozco gana "raspando" ante un rival que no está instalado como tal ni hace campaña, casi un fantasma.
Así, el cobista que fue la gran revelación en 2015, al ganar en la llamada "capital del peronismo" tras 28 años de gestiones del PJ, podría perder de no revertir la tendencia, más si se considera que aún faltan cinco largos meses para la general.
Puestos a buscar causas, en el oficialismo reconocen dos principales: una es la mencionada crisis económica nacional, que pega en Las Heras particularmente. Pero la otra,y principal, es "la floja gestión" municipal, como la definen.
De hecho, desde el comando de campaña radical ya enviaron emisarios al municipio con un mensaje para el intendente: que al menos mejore los servicios que presta la comuna, ya que no tiene tiempo para una obra trascendente.
Las Heras no es el único departamento radical en riesgo. A Malargüe (gobernado por el histórico Jorge Vergara) ya lo dan por perdido y hay dudas sobre lo que pueda pasar en General Alvear (Walther Marcolini) y Tupungato (Gustavo Soto).
El excéntrico opositor
Los 10 puntos entre Cambia Mendoza y el PJ también pueden ser escasos si entra en juego José Luis Ramón, que en los últimos meses ha sido la figura que han querido seducir desde el peronismo, al menos desde el sector que agrupa a los intendentes.
El diputado nacional ha negado una y otra vez los contactos que sí tuvo y ya anunció que mañana lanza su candidatura a gobernador por Protectora, su partido. Este paso que va a dar hace más difícil una alianza con el PJ.
Pero lo cierto es que el precandidato Alejandro Bermejo pidió que lo midieran como uno de sus posibles vice en la encuesta que encargó. El sondeo también pregunta por la senadora nacional kirchnerista Anabel Fernández Sagasti como opción para el segundo lugar de la fórmula, aunque ella pretende encabezarla.
El resultado de ese sondeo puede determinar que se insista o se desista del acuerdo electoral con Ramón. Hasta el miércoles a la medianoche tienen tiempo de sellarlo ante la Junta Electoral.
El temor radical se basa en que el abogado, que se hizo famoso por criticar los aumentos tarifarios, tiene 8% de intención de voto y si logra trasladar la mayor parte de ellos a su eventual fórmula con Bermejo, achicarían peligrosamente la brecha actual de 10 puntos.
De todos modos, algunos ven difícil el acuerdo y otros directamente lo descartan por los egos en juego y el filtro interno del PJ. Pero si ocurriera, creen que el voto "bronca" que expresa Protectora no apoyaría una aventura electoral con el peronismo y a la vez parte del voto K también emigraría, posiblemente a la izquierda.