Ante tanto dato económico adverso y un corto plazo que promete complicaciones mayúsculas, el Gobierno decidió avanzar con un giro discursivo para trabajar sobre las expectativas de los argentinos.
Es una nueva línea bajada por el presidente Mauricio Macri desde el martes, cuando se lideró una reunión de gabinete ampliado en el Centro Cultural Kirchner (CCK) en la que participaron unos dos mil funcionarios nacionales.
En su discurso, Macri insistió en que el gobierno de Cambiemos representa un quiebre luego de lo sucedido en los últimos 70 años en el país. Y arengó: "La Argentina va hacia un futuro mejor, así que a levantarse y a trabajar para transmitir eso". La intención oficial es la de contagiar un poco de optimismo sobre el futuro de la Argentina, dado que en Cambiemos consideran que el equilibrio fiscal de 2019 será la base a partir de la cual despegará el país.
Por ahora, los datos concretos no son alentadores: el Banco Central ya proyectó que la actividad económica caerá en 2019. Será ese, quizás, el precio que pagará el país por el ajuste para equilibrar las cuentas públicas.
El Gobierno ha decidido poner todas sus fichas en la cosecha de 2019. Pero la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) envió otra señal de alerta: las escasas lluvias pusieron en peligro a la cosecha de trigo en la zona central del país, especialmente en Córdoba.
Los especialistas observan que en esta provincia hay "pérdida de humedad" y señalan que la "falta de agua se intensifica con los días más largos, las mayores temperaturas y la mayor demanda de agua que tiene el trigo con el encañazón".
Como si algo faltara, China recortó ayer sus proyecciones de importaciones de soja en 2018/2019, a medida que los granjeros reducen el uso de la oleaginosa en la alimentación de animales debido al conflicto comercial entre ese país y Estados Unidos.
De confirmarse la reducción en la importación china, sería un duro golpe para las exportaciones de la Argentina, que rondan las 7,5 millones toneladas de soja, para toda la cadena agroindustrial por un descenso de precios.
Por otro lado, en lo que resta del año se conocerán datos sobre un aumento en la pobreza y en el desempleo. Mientras la inflación no cesa y lejos de bajar, sube para cerrar el año en torno al 42%, según el Gobierno, y del 45%, de acuerdo a las previsiones de algunos bancos.
En ese contexto, al gobierno no le ha quedado más remedio que buscar un cambio de paradigma en la estrategia comunicacional: trabajar sobre las expectativas para combatir el desánimo del presente. Ante la consulta de este diario, calificadas fuentes del Gobierno reconocen el giro discursivo pero aseguran que esto se sustenta en que hay confianza en que en 2019 se registre el rebote de la economía y las variables pasen de rojo a verde.
El ministro del Interior, Rogelio Frigerio, definió ayer al presidente Mauricio Macri como "el mejor piloto de tormentas" y sostuvo que ha llegado la hora de que el Gobierno muestre que es "bueno resolviendo problemas".
"En estos momentos necesitás un buen piloto de tormentas, alguien que por ejemplo tenga una imagen internacional que derive en una ayuda inédita para la Argentina", sostuvo el funcionario nacional.
Dante Sica, ministro de Producción y Trabajo, expresó que "el mercado" es "Wall Street, las pymes y Doña Rosa", por lo cual estimó necesario "hay que generarles expectativas y darle información a los tres para calmarlos".
El funcionario les habló a "aquellos empresarios que todos los días se levantan a la mañana, abren la fábrica o el comercio y se ponen a trabajar" y les auguró que la remontada llegará ya no a fin de año como había dicho la semana pasada, sino a principios de 2019. "Les aseguro que llegará", concluyó.