Mauricio Macri se refirió hoy a la implicancia de una eventual final entre Boca y River en la final de la Copa Libertadores de América: "Sería una locura", consideró y, en este sentido, agregó: "Prefiero que gane un brasileño", en referencia a su elección de uno de los finalistas tras las semis del máximo certamen continental cuyas llaves serán entre River-Gremio (hoy, desde las 21:45) y Boca-Palmeiras (mañana, desde las 21:45).
"Prefiero que gane un brasileño y no tener esta final porque son tres semanas de no dormir, es una locura, mucha presión", apuntó el presidente de la Nación en declaraciones a Radio La Meca Malanzan de La Rioja.
Entre los argumentos que dio para explicar por qué no quiere un Superclásico en la final de la Copa expresó: "El que pierde tarda 20 años en recuperarse, es una final en la que se juega mucho, demasiado. Yo creo que sería mejor que uno de los dos que llegue a la final sea brasileño así no tenemos esa final porque nos quedamos de cama todos los hinchas de Boca y de River durante tres semanas".
Macri, que fue presidente de Boca entre 1995 y 2008, recordó aquella época fructífera del club: "Tuvimos la suerte necesaria, porque en el fútbol hace falta tener suerte. Ganamos 17 torneos en 12 años, ganamos en Japón un par de veces, ganamos varias Libertadores, Sudamericanas, campeonato local, fue una época muy pero muy linda…".
Y contó también que días atrás recibió a varios ex jugadores de Boca que fueron emblemáticos en aquella época de permanentes conquistas. "Vinieron a comer a Olivos varios de los que jugaron cuando yo estaba en el club. Estaba el primer grupo que no habían podido ganar nada como la Tota Fabbri, Pompei, después vinieron Cascini, el Flaco Schiavi, Cagna, Román, La Paglia….", dijo y luego añadió: "¡Y Chicho Serna! Mirá de quién me olvidaba: un 5 de lujo. La pasamos bien, nos divertimos un rato, metí un gol tres dedos con pase de Román. Lo puse en la galería de mis recuerdos: ¿quién iba a decir que llegando a los 60 iba a tener la suerte de jugar con Román, que me la pase y meter un gol de tres dedos? Es de ciencia ficción", consideró.
Por último, Macri valoró su relación con Ramón Díaz: "Fui a comer con él, que me invitó a su casa, fui a comer un asado, fue muy lindo, son recuerdos imborrables", dijo y se refirió finalmente a la época más actual de los enfrentamientos entre River y Boca: "Hay que reconocer que vienen dulces, muy dulces", en referencia a los éxitos del equipo de Marcelo Gallardo.