El presidente electo, Mauricio Macri, se comunicó hoy telefónicamente con la presidenta Cristina Fernández de Kirchner para "informarle" el programa oficial de los actos del próximo 10 de diciembre, entre estos el traspaso de mando en "la Casa Rosada".
"En la conversación, Macri le transmitió su decisión de 'respetar la tradición' del traspaso de los atributos presidenciales y su intención de que la presidenta Fernández de Kirchner participe de la ceremonia en la Casa Rosada", se indicó hoy aquí en un comunicado de la alianza Cambiemos.
La decisión del presidente electo contrasta con el cronograma difundido ayer por la Secretaría de Comunicación pública de la Nación y hoy por la cuenta oficial de Twitter de Casa Rosada, que informaron que la ceremonia de traspaso de mando se realizará en el Congreso de la Nación.
Según el comunicado enviado esta tarde por Cambiemos, el 10 de diciembre a las 11.15 Macri irá al Congreso de la Nación escoltado por el Regimiento de Granaderos a Caballo, a las 12 iniciará la Ceremonia de Juramento ante la Asamblea Legislativa y luego leerá un mensaje con motivo del inicio de su mandato presidencial, hasta las 12.45 cuando se retire del recinto.
El documento agrega que Macri y su esposa se desplazarán luego, también escoltados por el Regimiento de Granaderos a Caballo, hacia la Casa de Gobierno, donde a las 13.30 se realizará la ceremonia de traspaso de los atributos del mando en el Salón Blanco que finalizará a las 14.
El llamado telefónico de Macri a Cristina Fernández ocurrió en una jornada en que dirigentes de Cambiemos reiteraron sus críticas al kirchnerismo por la polémica en torno al traspaso de mando, a raíz de la persistencia de la Presidenta a realizar esa ceremonia en el Congreso.
El próximo presidente provisional del Senado, Federico Pinedo, afirmó que desde Cambiemos no tienen miedo que Macri sea insultado durante el acto de asunción en el Congreso, aunque lo que no quieren "es que se abochorne al presidente de la Argentina", por lo que advirtió que "si la ceremonia se transforma en una batalla campal", se dañará al "país".
El jefe de Gobierno porteño electo, Horacio Rodríguez Larreta, reiteró que si la Presidenta "no quiere ir" al acto de traspaso de atributos a Macri en la Casa Rosada, no se la puede "obligar", por lo que ratificó las intenciones de Cambiemos respecto del lugar para realizar la ceremonia.
"Puede haber incidentes si los dirigentes exacerban la confrontación, pero no incidentes con el Gobierno, sino privados", alertó Pinedo, y pidió "actuar con responsabilidad para que esto no pase".
Pinedo había dicho que es "necesario hacer un acuerdo democrático para el país", pero enfatizó que si no se alcanza un "acuerdo, se hará lo que diga el presidente que el pueblo eligió".
"Nunca jamás se discutió algo así. Ni siquiera en momentos de traspaso muy conflictivos como en los traspasos de la dictadura a la democracia, o en 1989, con una hiperinflación", repasó y definió como "absurda" la controversia. Por fuera de Cambiemos, la ex senadora Hilda "Chiche" González de
Duhalde consideró un "capricho" que la Presidenta quiera establecer las condiciones del traspaso y aseguró que la mandataria "se desespera por perder el poder".
En tanto, el Club Político Argentino realizó un llamamiento a todos los sectores de la sociedad para que el traspaso de mando presidencial sea "una fiesta de todos", por lo que instó a "deponer toda rencilla".
La institución apeló "especialmente al sentido de la responsabilidad del gobierno saliente y a la convicción de dirigentes políticos del Partido Justicialista para que predomine la sensatez y el compromiso con la democracia por sobre otro sentimiento o conveniencia".