El presidente, Mauricio Macri, anunció la primera gran obra de infraestructura de su gestión, la cual tendrá a Mendoza y a San Juan como beneficiarias. Ayer, en un brevísimo acto en el Salón Blanco de la Casa Rosada (duró poco más de cinco minutos), el Presidente prometió una autovía en la ruta 40 para unir el aeropuerto Francisco Gabrielli, en Las Heras, con la avenida de circunvalación que está en el ingreso sur de la ciudad de San Juan.
Se trata de una doble vía de 160 kilómetros cuyo costo no ha sido estimado oficialmente, pero que extraoficialmente prevén que superará ampliamente los 3.000 millones de pesos.
Macri estuvo acompañado por los gobernadores de ambas provincias, el mendocino Alfredo Cornejo (Cambiemos) y el sanjuanino Sergio Uñac (Frente para la Victoria), y por los dos ministros que intervienen en el ambicioso proyecto: Rogelio Frigerio (Interior y Obras Públicas) y Guillermo Dietrich (Transporte). Por el lado mendocino, acompañaron a Cornejo el director de Vialidad Provincial, Oscar Sandes, y el secretario de Servicios Públicos, Sergio Marinelli.
“Tenemos mucha alegría porque estamos poniendo en marcha una iniciativa que le va a cambiar la vida a miles y miles de argentinos”, dijo Macri en el breve acto. El Presidente se permitió hacer veladas críticas a la gestión del kirchnerismo cuando señaló que “muchas veces se prometió esta autovía para hacer que la gente viaje mejor, más segura, para permitir el crecimiento de las economías regionales, pero lamentablemente no se cumplió. Había descoordinación entre la Nación y las provincias”.
“Ahora hemos decidido junto a los gobernadores trabajar en conjunto. El recorrido entre las dos ciudades capitales que actualmente demanda dos horas y media será hecho en una hora y media, es decir que los mendocinos, los sanjuaninos y los turistas ahorrarán una hora de tiempo”, prometió.
Macri explicó someramente los tiempos de la obra. Antes de que finalice este primer semestre, los técnicos de Vialidad Nacional, junto a los de las dos provincias, tendrán finalizado el proyecto ejecutivo del que saldrá un valor estimado para la obra y los requisitos que deberán cumplir quienes deseen ejecutarla. Luego se llamará a licitación pública y antes de fin de año se adjudicará con el objetivo de que el 2017 arranque con los trabajos viales en marcha.
El Presidente hizo hincapié en un aspecto: se premiará a las empresas que se presenten a la licitación y oferten hacer la autopista en menos de 36 meses, el plazo máximo que se fijará para concretarla. De este modo, tanto Macri como Cornejo y Uñac se garantizan terminar sus mandatos con la obra finalizada. “Se hará en uno o dos tramos, a lo sumo”, aclaró Macri y puntualizó que la iniciativa dará trabajo a unas 2.000 personas durante tres años.
Cornejo, en tanto, recordó la experiencia fallida que tuvo la administración kirchnerista al encarar la doble vía entre Mendoza y San Juan, ya que en 2012 el Gobierno nacional le adjudicó a la firma Cartellone la realización del tramo entre el aeropuerto mendocino y el límite con la vecina provincia (se cotizó en 624 millones) “pero no se hizo nada porque la Nación finalmente no puso la plata”.
“Nosotros le vamos a dar de baja a esa licitación y la vamos a volver a llamar. Además, el proyecto ejecutivo lo hará el Estado nacional para achicar costos. Lo más importante es que hay un compromiso expreso para que la obra termine antes de fin de 2019. Se premiará a la empresa que ofrezca hacerla más rápida”, explicó.
En rigor, la provincia de San Juan tiene más avanzado el proyecto de obra vial que la de Mendoza dado que como en su momento la Nación no le pagó a Cartellone, esta firma no inició el proyecto ejecutivo. En cambio, San Juan tiene incluso apalabrado financiamiento con países del medio oriente, como Kuwait.
El gobernador Uñac explicó: “Si nosotros tomamos este empréstito, la Nación debe hacernos la devolución porque es una obra de carácter nacional. Quiero rescatar la predisposición del Presidente y de los ministros. Se ha priorizado esta autovía porque hay una alta tasa de accidentes entre dos ciudades cabeceras muy importantes”.
Fuentes que intervienen en el diseño del proyecto explicaron que es del lado sanjuanino donde se demandará más dinero y tiempo de realización, pese a que esta provincia tiene un tramo ya con doble vía. Sucede que es posible que deban realizarse cruces entre rutas y además puentes en varios puntos. En cambio, del lado mendocino sólo debería hacerse un puente en el ingreso a la Villa Tulumaya, en Lavalle.
La buena sintonía entre el gobernador mendocino y el sanjuanino se vio reflejada en que ayer Cornejo viajó junto a Uñac en el avión de la gobernación de San Juan y tiene previsto regresar hoy en la misma aeronave junto a su colega. Para esta mañana, la agenda de Cornejo marca una reunión con la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, para repasar la política nacional de esa cartera en Mendoza.
Hace dos semanas, Bullrich se mostró de lado del gobernador mendocino ante el fallo de la Corte local a favor de limitar las detenciones y rever los casos de presos con prisión preventiva.
Exploran solución para el sobrestock vínico
Tanto Alfredo Cornejo como Sergio Uñac fueron ayer por la tarde, tras el acto con Mauricio Macri, a una reunión con el ministro de Agroindustria, el formoseño Ricardo Buryaile. La crisis del sector vitivinícola fue el tema excluyente en la sede de la cartera que atiende los asuntos del campo, que está a pocas cuadras de la Casa Rosada.
El cónclave con Buryaile fue a puertas cerradas. En el mismo, los dos mandatarios y las autoridades nacionales buscaron avanzar en una solución para el sobrestock vínico. Por ahora, las tres jurisdicciones están trabajando en ideas planteadas por algunos legisladores nacionales -como el radical Luis Borsani y la macrista Susana Balbo, ambos mendocinos- para que el Estado nacional compre el vino sobrante y de ese modo descomprimir la sobreoferta y elevar el precio de la uva.
“Tenemos un problema que es el precio del vino, que pisa el precio de la materia prima, la uva. Hay un sobrestock vínico que hay que desnaturalizarlo y ahí hace falta la confluencia del Gobierno nacional y los de las provincias para establecer por lo menos cuotas e ir sacando vino del stock. La expectativa es que podamos establecer medidas que den rentabilidad al productor, tonifiquen el sector y que permitan sostener la actividad en el tiempo”, explicó Uñac a Los Andes.
Cornejo dio más pistas: “Se harán licitaciones, se le ofrecerá un determinado precio a los productores y el Estado irá comprando de modo de subirle el precio a la producción. Lo que se compre se destinará a la destilación. Pero no está definido el monto, los litros que se compraran, porque las cifras del INV todavía no están claras. A fines de enero tendremos novedades. Creemos que en diez o quince días se podrá realizar el anuncio”.