En su primer pronunciamiento público sobre la desaparición del ARA San Juan y a nueve días del hecho, el presidente Mauricio Macri aseguró ayer que continuará la búsqueda hasta dar con el submarino, prometió una investigación "seria y profunda" sobre las causas del suceso y envió un mensaje de apoyo a los familiares de los 44 tripulantes que iban a bordo.
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acri hizo estas afirmaciones durante una declaración de prensa de tres minutos en el Edificio Libertad, sede de la Armada, junto al ministro de Defensa, Oscar Aguad, quien hasta ahora se ha mantenido en el mutismo; el jefe del arma, almirante Marcelo Srur, y el vocero de la misma, capitán de navío Enrique Balbi, en quien recayó la responsabilidad exclusiva de la información oficial sobre el siniestro.
Se trata de la tercera vez que el jefe de Estado se involucra físicamente en la tragedia. El lunes pasado, feriado, se reunió con autoridades de la base naval de Mar del Plata y con familiares de los tripulantes que desde el fin de semana permanecían allí a la espera de novedades.
Al día siguiente y junto al ministro Aguad, se reunió con Srur y los mandos navales en el Edificio Libertad para interiorizarse de las tareas de búsqueda y rescate.
“Esto que ha sucedido va a requerir de una investigación seria y profunda, que arroje certezas de por qué ha sucedido lo que estamos presenciando. Esto significa entender cómo un submarino al que se había llevado a reparación de media vida y que estaba en perfectas condiciones para navegar, sufrió aparentemente una explosión”, dijo Macri en su declaración.
Antes se había reunido por casi una hora con Aguad, Srur, los jefes navales y el secretario general de la Presidencia, Fernando de Andreis.
También el Presidente marcó distancia de versiones de fuentes cercanas al ministro de Defensa que responsabilizan a los jefes de la Armada por la desaparición. Entre esas supuestas responsabilidades sostienen que después de haber comunicado una avería en sus baterías, en lo que fue el último contacto con tierra del submarino, a las 7.30 del miércoles 15, la orden debió haber sido regresar a Ushuaia en vez de continuar hacia Mar del Plata.
Otra carga que se le hace es que tardó más de 48 horas en informar sobre la desaparición del submarino.
Al respecto, Macri subrayó que “no tenemos que aventurarnos a buscar culpables y responsables hasta tanto tengamos la información completa y la certidumbre sobre lo que pasó y por qué pasó”.
Poco antes, el jefe de Gabinete, Marcos Peña, también en su primera declaración pública sobre el hecho, había ido más allá en la exculpación, al menos temporaria, de la Armada: “El trabajo de la Armada ha sido muy profesional. Tienen sus protocolos y sus formas de trabajar”.
Precisamente en los protocolos fundamenta la Armada que no haya informado de la desaparición sino hasta 48 horas después de la última comunicación, cuando se declaró la etapa de “búsqueda y rescate”.
En el mismo sentido se había expresado por la mañana el vocero de la Armada. “No hemos hecho vulneración alguna a los protocolos escritos”, dijo Balbi, quien precisó que la intervención de Defensa no es inmediatamente después de que se pierde contacto con el submarino.
Sucedió en cambio 48 horas después, el viernes 17, según el protocolo, y desde entonces hubo presencia de funcionarios de Defensa en el “gabinete de crisis” que se constituyó en las sedes de la Armada y del ministerio, como en la base de Puerto Belgrano, próxima a Bahía Blanca.
Macri manifestó “el máximo de los respetos por el dolor” a los familiares de los tripulantes y les garantizó que “vamos a continuar con la búsqueda, en especial ahora que contamos con el apoyo de toda la comunidad internacional”. Hizo, además, un reconocimiento a los 44 tripulantes “por su patriotismo, heroísmo y valentía”.
El hecho tuvo ayer una primera repercusión parlamentaria. Por separado, los bloques del kirchnerista Frente para la Victoria-PJ y Justicialista, que encabeza Diego Bossio, pidieron que Aguad se presente a dar explicaciones sobre las circunstancias de la desaparición del submarino.
El titular del FpV-PJ, Héctor Recalde, dijo que el ministro de Defensa “tiene una responsabilidad política y tiene que salir a explicar. Institucionalmente la responsabilidad mayor es del Comandante en Jefe de las Fuerzas Armadas (el presidente Macri) y su representante, en esta área es el ministro de Defensa”.
Un incidente que pudo ser un presagio
Según contó el jueves la esposa de un tripulante del ARA San Juan, en 2014 el submarino vivió un incidente crítico cuando por cuestiones técnicas no podía emerger. La situación llegó a ser tan extrema que, según relató después la mujer, los tripulantes llegaron a despedirse entre sí.
María Itatí Leguizamón, esposa de Germán Oscar Suárez, radarista del submarino perdido, había contado que su marido le había relatado un incidente ocurrido hace tres años. “Me comentó que tuvieron un desperfecto en 2014 y que fue grave; eso es todo.
Que fue grave y que generó un poquito de tensión y de miedo ahí adentro. Pero como después salió todo bien son cosas que se cuentan a la familia, no a la prensa”, había explicado Itatí en una nota radial.
Después de que el capitán Enrique Balbi comunicara a la prensa la noticia del registro de una explosión cerca de la última ubicación conocida del submarino, Itatí dio detalles impactantes sobre el incidente.
“Tuvieron un inconveniente en 2014; no podían emerger, no podían emerger; emergieron y eso obviamente no trascendió. No me importa ahora quemar a nadie si ya no está, qué me importa. Que se sepa todo. (...) Se encomendaron ya, se despidieron y dijeron 'fue un placer servir con ustedes'. Y ahí salieron para arriba”.
Antes, la mujer había señalado que los problemas con el submarino se arrastraban desde hacía años. Y cuando le preguntaron si esos problemas habían sido denunciados, contestó: “¿A quién vamos a denunciar? Si algo dicen, ¿te creés que no los echan?”.
Antes, la mujer había afirmado que los problemas con el submarino era conocidos entre los tripulantes y sus familia. “Cualquier persona que trabaja ahí sabe; otra cosa es que no lo quieran decir. Cualquier persona, allegada o familiar sabe muy bien en las condiciones en que trabajan ellos. Ahí es moneda corriente, todo el mundo sabe”, había dicho.
Esas declaraciones y otras dudas han hecho poner la mira en la reparación “de media vida” que se le hizo al submarino y que se extendió desde 2009 hasta 2014. Las dudas apuntan tanto a algunas de las empresas que hicieron tareas como a las licitaciones que las favorecieron.
Por eso, la jueza federal de Caleta Olivia, Marta Yáñez, que tiene a su cargo la investigación, libró una orden al complejo CINAR-Tandanor para que se preserve toda la información relacionada a la reparación de media vida que se realizó allí al Submarino ARA San Juan.
Marcha para apoyar a los familiares
Cientos de personas peregrinaron ayer hasta la base naval de Mar del Plata para apoyar a los familiares y rezar por los submarinistas del ARA “San Juan”, en la primera demostración masiva de apoyo y cercanía con los tripulantes del sumergible perdido hace ocho días en aguas del Atlántico.
La peregrinación partió poco después de las 15.30 desde la “Gruta de Lourdes”, donde iniciaron su camino hasta la base naval con la imagen de la Virgen y rezando el Rosario.
“Como hombres y mujeres de fe, vinimos a abrazar a los familiares de los 44 tripulantes del ARA San Juan y a quienes los siguen buscando”, dijo el obispo de la ciudad de Mar del Plata, monseñor Gabriel Mestre.
La profundidad es clave para el rescate
Pese a los esfuerzos por localizarlo, todavía no se pudo hallar al submarino ARA San Juan, lo que lleva a suponer que el submarino cayó en el océano del lado del talud continental, a profundidades en torno a los 1.000 metros. El talud es un desnivel con fuerte declive y llega hasta los 4.500 metros.
“En la búsqueda ya se ha barrido el área de la plataforma continental, sin resultado hasta ahora. Por eso la especulación es que cayó en el talud continental”, señaló una fuente naval no oficial. En este caso, las tareas de rescate serían muy difíciles o imposibles.
El minisubmarino de la marina estadounidense que se prepara en Comodoro Rivadavia tiene capacidad de operar hasta los 600 metros, o un poco más.
“Si cae más allá de la plataforma continental es porque su tripulación llegó sin vida o inconsciente o incapacitada para largar el lastre antes de ese momento”, había explicado el perito naval Fernando Morales.
El ARA San Juan fue probado en fábrica por los alemanes con presión de 700 metros en 1985, cuando fue construido. En operaciones de submarinos de este tipo los marinos refieren haber descendido hasta los 320 metros, para hacer pruebas. Más allá de los 700 se supone que la estructura se partiría, pero tampoco se sabe exactamente porque nunca nadie bajó tanto.
CC