Al día siguiente de las Paso en las que el ahora candidato del Frente de Todos, Alberto Fernández, lo aventajó por más de 15 puntos y quedó a un paso de ganar en primera vuelta al obtener 47 por ciento, el presidente Mauricio Macri habló ayer por segunda vez con la prensa en menos de 24 horas, algo inusual en el jefe de Estado.
Sin embargo, el Presidente volvió a aparecer gambeteando la responsabilidad por la derrota. Ayer transferió las "culpas" de lo ocurrido el lunes negro en los mercados al "kirchnerismo", como responsable de todos los males.
Mencionó a ese espacio político doce veces en poco más de media hora de conferencia, dijo en varias ocasiones: "El problema mayor que tenemos hoy los argentinos es que la alternativa kirchnerista no tiene credibilidad en el mundo, no tiene la confianza necesaria para que la gente quiera venir e invertir en el país".
Ayer insistió en que “esta elección no existió”, para indicar que aún no se eligió a su sucesor y dijo que buscará mejorar la performance de Juntos para el Cambio en la primera vuelta de octubre y forzar así una definición en balotaje el 24 de noviembre para permanecer otro mandato más en la Presidencia de la Nación.
Macri hizo esta segunda conferencia de prensa en el Salón de los Pueblos Originarios de la planta baja de la Casa Rosada. A su izquierda se sentó su compañero de fórmula, el senador peronista Miguel Angel Pichetto.
En más de una ocasión, Pichetto actuó como contenedor del Presidente, apoyando su mano derecha sobre su brazo izquierdo. Fue además quien con sus intervenciones trató de encontrarle alguna explicación política al resultado de la PASO del domingo.
Sobre el final de la conferencia, Pichetto confió en mejorar para el 27 de octubre. "Hay un escenario abierto", dijo, e instó al "voto útil" de "expresiones minoritarias afines al gobierno", como el casi 5% de Juan José Gómez Centurión y José Luis Espert, más los que no fueron a votar el domingo pasado. Matemáticamente, la suma no alcanza ante el 47% de los Fernández.
Curiosamente, el candidato a vice del oficialismo sorprendió al inicio de la conferencia cuando dijo: "El Presidente está en control" de la situación, "esto no terminó". Sobre lo que volvió con otras palabras cuando sostuvo que el resultado de las PASO no abre una etapa de transición hasta la finalización de su mandato, el 10 de diciembre. "Como mínimo", intentó bromear el Presidente.
La explicación vale, porque las primarias son una interna abierta, hecho que en esta oportunidad no sucedió porque no hubo competencia en los frentes. El problema es que la ventaja obtenida por los Fernández hacen parecer irremontable revertir el resultado en las generales de octubre.
Se esperaba que en la conferencia se anunciara alguna medida económica, frente a la devaluación del peso de 23% de ayer. "Recién dispuse que el equipo económico adopte medidas para cuidar a los argentinos", dijo.
El Presidente acababa de encabezar una reunión del gabinete de ministros, alrededor de las 15.30, con asistencia perfecta, en el Salón Científicos Argentinos del primer piso, a la que volvió a asistir el senador Pichetto, de la que no trascendieron detalles.
Por la mañana, después que decidiera pasar para la tarde la reunión de gabinete, Macri había recibido al ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, y al presidente del Banco Central Guido Sandleris.
El Presidente tampoco evalúa hacer cambios en su gabinete de ministros, de modo de enviar un mensaje capaz de recrear confianza política en su gobierno en los largos casi tres meses que restan hasta la primera vuelta del 27 de octubre. Descartó de plano hacerlos porque las elecciones son inminentes.
No hubo invitación al diálogo
Contra las versiones que habían circulado por la mañana, Macri no hizo referencia alguna a la posibilidad de convocar a los candidatos que superaron las PASO para lograr un acuerdo que garantice la gobernabilidad hasta el 10 de diciembre.
Consultado por un periodista acerca de si se había comunicado con Alberto Fernández, el Presidente eludió una respuesta directa; un rato antes el candidato opositor había negado algún contacto telefónico. En cambio, Macri dijo que habló con los seis candidatos que siguen en carrera para pedirles que contribuyan a la concreción de "un proceso electoral responsable".
Desde temprano, el clima en la Rosada era de desolación. Pasillos desiertos, silencio de los voceros y una desolada explanada sobre la calle Rivadavia, por donde ingresan los funcionarios, sin el trajín habitual de autos oficiales. Pichetto llegó pasado el mediodía para reunirse con el Presidente y con el ministro del Interior Rogelio Frigerio.
"Es indudable que el Frente de Todos tuvo un resultado importante, pero el proceso electoral argentino necesita ratificar el proceso electoral y al elección de octubre", dijo el candidato a vice al llegar.