Mauricio Macri logró ayer la tan preciada foto junto a los principales líderes mundiales que participaron en la histórica cumbre del G20 en la Argentina, pero también tuvo que moverse con la cautela de un equilibrista para quedar al margen de la guerra comercial entre los Estados Unidos y China, sin herir la susceptibilidad de sus principales socios económicos.
El Presidente afrontó los desafíos implícitos en el rol de anfitrión del foro internacional y trató de desvincularse de cualquier cortocircuito que pueda frustrar la reunión que hoy mantendrán el presidente estadounidense, Donald Trump, y el chino, Xi Jinping, para tratar de declarar un alto al fuego en su disputa.
Fue la bilateral con el propio Trump la que puso a prueba a Macri: al término del encuentro, la vocera de la Casa Blanca, Sarah Sanders, afirmó que ambos mandatarios "ratificaron su compromiso para afrontar los desafíos regionales como Venezuela y la actividad económica depredadora china".
La novedad de la crítica de los Estados Unidos a la política económica de China es que, en esta oportunidad, se interpretó como un intento por sumar a la Argentina a su cruzada. Y sorprendió al Gobierno nacional cuando todavía celebraban los buenos términos de la cumbre con el presidente norteamericano con Macri.
El ministro de Relaciones Exteriores, Jorge Faurie, se encargó de relativizar el pronunciamiento de Washington para evitar cualquier malestar en el gigante asiático, el otro gran socio financiero y comercial de la Argentina.
"No creo que haya habido una referencia en esos términos. Cuando se habla de la relación entre los Estados Unidos y China, el presidente Trump preguntó si el presidente Xi había llegado y recordó que él iba a tener un encuentro bilateral antes de su partida", aclaró cuando se le consultó al respecto.
Incluso Macri tomó distancia del conflicto comercial y de las restricciones arancelarias con las que se enfrentan los Estados Unidos y China, cuando, en su discurso para inaugurar el G20, el jefe de Estado argentino promovió "la colaboración internacional, el multilateralismo y a la gobernanza mundial".
"En un mundo adverso y con multiplicidad de protagonistas, la esencia del G20 es promover el diálogo que respete las diferencias", sostuvo el Presidente y agregó: "La solución es dialogar, dialogar y dialogar" porque "esa es la forma de empujar los límites de lo posible".
Agenda por inversiones y respaldo político
El presidente Macri aprovechó su rol de anfitrión para profundizar sus contactos con mandatarios de todo el mundo y, además de la bilateral con Trump, ayer mantuvo encuentros cara a cara con la premier británica Theresa May y con el australiano, Scott Morrison.
La cumbre del G20 representa la última gran oportunidad de la Casa Rosada para tratar de atraer las tan necesarias inversiones para reactivar la economía y para evitar que se frustren megaproyectos de infraestructura, como los de Participación Público Privada (PPP).
La bilateral con Trump fue la primera de la jornada y, más allá de los roces que se produjeron en torno al diferendo comercial de ese país con China, el encuentro se desarrolló en un clima afectuoso, con elogios cruzados entre los mandatarios.
"Quería decirles que hace años que soy amigo de Mauricio. Era un hombre joven y muy bien mozo. Nos conocíamos muy bien. En realidad, hice negocios con su familia, con su padre, excelente y muy buen amigo mío", resaltó el jefe de Estado norteamericano, quien aprovechó para felicitar a Macri por su "fantástico trabajo".
Por su parte, el presidente argentino agradeció "el enorme apoyo" de ese país en "momentos difíciles" y las gestiones ante el Fondo Monetario Internacional (FMI) para que la Casa Rosada acceda al megacrédito de 57.100 millones de dólares.
"Los inversores más importantes del mundo en la Argentina son las empresas norteamericanas", resaltó Macri y planteó: "Esperamos que lo sigan haciendo, que sigan apostando al talento argentino, que nos sigan ayudando a crear empleo de calidad".
El ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, reveló más tarde que uno de los temas que se trató fue el potencial del yacimiento Vaca Muerta para atraer a empresas de los Estados Unidos con experiencia en la explotación de shale oil.
El otro encuentro significativo de ayer fue el que Macri mantuvo con May, ya en las instalaciones de Costa Salguero donde se desarrolla el G20. "Hemos hablado de toda la relación bilateral y esto comprende a todos los asuntos", resumió el canciller Faurie, quien estuvo presente en el cónclave.
El ministro eludió dar detalles sobre el reclamo histórico de soberanía sobre las islas Malvinas y se limitó a señalar que "fue un encuentro positivo, de diálogo, cuyo tratamiento versó básicamente sobre temas del G20, es decir, la visión que tanto la Argentina como Reino Unido tienen sobre crecimiento inclusivo y comercio".
Con Theresa May, una reunión histórica después de Malvinas
El presidente Mauricio Macri se reunió ayer con la primera ministra del Reino Unido, Theresa May, en el marco del G20, pero no hablaron de la histórica disputa por la soberanía sobre las Islas Malvinas e Islas del Atlántico Sur.
El mandatario argentino no incluyó el tema en la agenda bilateral para no generar tensiones que, según confiaron en la Casa Rosada, "no eran conducentes ni atinados" cuando la necesidad es obtener hoy un documento de consenso del G20, con otros urgencias.
El Reino Unido es el 11º inversor externo en la Argentina, existe cooperación en materia de ciencia y tecnología, de salud pública, en seguridad, educación, servicios aéreos y en información acerca de la Antártida.
Un informe difundido por la gestión Cambiemos hizo hincapié en que la balanza comercial con el Reino Unido es superavitaria en unos 281 millones de dólares al año (según resultados de 2017). Y en el Gobierno creen que hay potencial para venderle más a ese país europeo.
Las nuevas oportunidades, entienden en el Gobierno y fueron dialogadas por Macri y May -quien hoy brindará una conferencia de prensa-, están dadas por cómo el Reino Unido necesitará reconfigurar parte de su comercio, a partir de la escisión de la Unión Europea denominada Brexit.
El canciller Jorge Faurie brindó algunos detalles del encuentro bilateral y calificó la reunión de positiva, aunque eludió hablar de Malvinas.
"Hemos hablado de toda la relación bilateral y esto comprende a todos los asuntos", respondió tajante el ministro de Relaciones Exteriores, al ser consultado sobre si durante el encuentro Macri-May el argentino le planteó el reclamo de soberanía sobre el archipiélago.
Si bien es la primera vez que un premier británico visita Buenos Aires desde la guerra de Malvinas, no es la primera vez que pisa la Argentina dado que Tony Blair estuvo en Puerto Iguazú el 21 de agosto de 2001, junto a Fernando de la Rúa.
Claves
¿Qué es el G20?
Este grupo junta los líderes de los 19 países más industrializados del mundo más la Unión Europea. A saber son: Argentina, Australia, Brasil, Canadá, China, Francia, Alemania, India, Indonesia, Italia, Japón, México, Rusia, Arabia Saudita, Sudáfrica, Corea del Sur, Turquía, Reino Unido y Estados Unidos.
¿De qué se habla en la cumbre?
La guerra comercial entre China y Estados Unidos está en la agenda y en el aire. Pero los deseos de un progreso en materia de aranceles (que ambos países se han impuesto) se enfriaron. Se suponía que podrían llegar a un acuerdo. Pero lo cierto es que los dos están estancados en sus posiciones.
El cambio climático y las promesas que los países han hecho al respecto será otro punto sobresaliente.
Guerra comercial entre Trump y Xi
Trump dijo recientemente que los niveles tarifarios por 200 mil millones de dólares a productos chinos volverán a aumentar. Y amenazó con grabar más productos chinos por 267 mil millones de dólares.
China busca un acuerdo. Trump dice que prefiere seguir como está.
Puntos de la declaración final
Trabajo, anticorrupción, educación, empleo, sustentabilidad climática y transiciones energéticas son algunos de los temas que estarán en la declaración final de esta cumbre, luego de un año de debates en búsqueda de consensos.
Ahora serán los líderes de cada país quienes pondrán su firma a esa declaración sobre la base de consensos alcanzados y dejando de lado los temas que generan mayor rispidez: el multilateralismo, el Acuerdo de París sobre cambio y las migraciones.
