Quién es la "Cenicienta" tucumana a la que Macri le besó el pie

El presidente Mauricio Macri continúa recorriendo el país con las marchas del "Sí, se puede" con la idea de revertir el resultado de las PASO de cara a la elecciones del próximo 27 de octubre.

El lunes fue el turno de Tucumán. Lejos de la política, el momento más curioso de la convocatoria se dio cuando el primer mandatario le besó el pie a una señora de 72 años que subió al escenario. 

"Hoy es el cumpleaños de Manuela, le vamos a cantar todos el cumpleaños", lanzó Macri en medio de su discurso en San Miguel de Tucumán. En ese momento subió al escenario una mujer bajita, con su pañuelo amarillo en el cuello, que se encontraba entre el público y que ese día estaba cumpliendo 72 años. 

"¡Aplauso para Manuela!", dijo el Presidente eufórico, al finalizar el clásico cántico de salutación, con la mujer parada a su lado.

Conmovida y un tanto nerviosa por la situación, la señora sólo logró decir "¡Perdí el zapato!". La respuesta del hombre de Cambiamos fue inmediata: "¡La Cenicienta, la Cenicienta Manuela! ¿A dónde está el príncipe?".

Ella aprovechó para expresarle todo su amor a Macri: "¡Te amo, te amo, sos la Patria!". Allí, el candidato a presidente tuvo un inesperado gesto: le levantó la pierna a la mujer, le dio un beso en el pie descalzo, mientras ella se tomaba la cabeza, y le dijo: "Encontré mi cenicienta, ahora tengo hechicera y cenicienta".

La escena terminó con la mujer diciendo: "Te quiero mucho, salvá a la Patria. Tengo mi hermano combatiente de Malvinas. Te ama mi hermano. Sí se puede".

En una entrevista con La Gaceta de Tucumán, la señora jubilada después de 52 años de trabajo aseguró que la situación vivida en la Plaza Independencia de esa provincia "fue algo espontáneo, alguien le dijo que yo cumplía años y me subieron. Estoy contenta y me hizo bien, porque venía con una tristeza muy grande".

Aunque confesó que no es de ningún partido político, la mujer había llegado a la marcha para demostrarle su apoyo al Presidente. Sin saber lo que le esperaba, Manuela no estaba preparada para la ocasión. En sus pies llevaba unas chatitas blancas con dorado, que en el trayecto hacía el escenario una de ellas quedó en el camino, para dar lugar a la memorable situación.