El Gobierno nombró ayer “en comisión” hasta fin del 2016 a dos constitucionalistas para integrar a partir de hoy la Corte Suprema de Justicia. Los elegidos fueron el ex ministro de Justicia kirchnerista Horacio Rosatti y el profesor de la Universidad de San Andrés Carlos Rosenkrantz, cuyos pliegos serán enviados al Senado a partir del 1° de marzo próximo para ser analizados, indicaron a DyN fuentes allegadas a la Presidencia.
A través de un comunicado, se informó que Macri designó “a los doctores Carlos Fernando Rosenkrantz y Horacio Daniel Rosatti como nuevos integrantes de la Corte Suprema de Justicia de la Nación”.
Y se sostuvo: “El Jefe de Estado se amparó en lo determinado en el Artículo 99, Inciso 19 de la Constitución Nacional, que lo faculta a ‘llenar vacantes de los empleos, que requieran el acuerdo del Senado, y que ocurran durante su receso, por medio de nombramientos en comisión que expirarán al fin de la próxima legislatura’”.
La decisión, que se difundió a última hora de ayer, provocó sorpresa: el Gobierno resolvió no llamar a sesiones extraordinarias, mientras que la Corte Suprema aclaró que prefería una integración completa en el máximo tribunal pero podían seguir funcionando con tres miembros y que, en caso de falta de unanimidad, se convocarían a conjueces hasta conseguir la mayoría de tres votos coincidentes.
En ese marco, las fuentes consultadas por DyN explicaron que Rosatti y Rosenkrantz ejercerán funciones como ministros de la Corte “en comisión” a partir de hoy y hasta que finalice el próximo mandato legislativo, es decir el 30 de noviembre de 2016.
En el interín, a partir de las sesiones ordinarias, el Senado podrá analizar sus curriculum, escuchar eventuales impugnaciones, entrevistarlos y resolver si avala sus nombramientos. Es allí cuando el kirchnerismo, que controla esta Cámara y ayer recibió malamente la decisión de Macri, podría bochar los dos jueces provisorios designados por el Ejecutivo.
Con la decisión de la Casa Rosada caen los dos postulantes que había impulsado la ex presidenta Cristina Fernández en setiembre pasado, apenas se oficializó el anunció de renuncia de Carlos Fayt a partir del 11 de diciembre.
Allí Cristina había propuesto a los juristas Domingo Sesín -integrante de la Cámara Nacional de Casación Penal- y Eugenio Sarrabayrouse -un cordobés allegado a José Manuel De la Sota-, pero la entonces oposición había resuelto no tratar ninguna candidatura a la Corte hasta que no llegara la nueva administración en la Casa Rosada.
Los elegidos para desempeñarse en comisión en el máximo tribunal son dos constitucionalistas, tal como Macri había dicho que prefería.
Rosatti tiene un doctorado en Ciencias Jurídicas y Sociales y Magíster en Evaluación de Impacto y Gestión Ambiental. Actualmente es Presidente de la Asociación Argentina de Derecho Constitucional.
En el 2003, ocupó el Ministro de Justicia y Derechos Humanos de la Argentina, tras el fugaz paso en la gestión de Gustavo Béliz -desplazado tras mostrar la foto del espía Antonio “Jaime” Stiuso en televisión-. Estuvo apenas un año en la gestión cuando presentó la renuncia aduciendo motivos personales y aclarando que dejaba una tarea hecha en materia penal.
Rosenkrantz, de 57 años, fue medalla de oro en Colegio Nacional Sarmiento, fue asesor de la Comisión Constituyente que reformó la Constitución en 1994 -como Rosatti-, y desde 1998 es Rector de la Universidad de San Andrés. Previamente se desempeñó como asesor del “Programa para la Justicia” del Banco Mundial.
La decisión de Macri permite anticipar un vendaval político con la oposición. Ayer, el titular del bloque del FpV, Miguel Pichetto, consideró que se trata de un “disparate” jurídico que no resiste “el menor análisis”.
Para el líder de la bancada kirchnerista, la nueva composición de la Corte podría dejar al Máximo Tribunal “al borde la inconstitucionalidad y de la nulidad de sus fallos”, ya que la Constitución en su artículo 99 inciso 19, en el que se basó la Casa Rosada para nombrar en comisión a Rosatti y Rosenkratz, “habla de cubrir empleos cuando el Congreso no está en funciones, pero la Constitución es muy clara y dice que se necesitan los dos tercios del Senado para designar jueces de la Corte”, remarcó.
Horacio Rosatti
Nació en la Ciudad de Santa Fe en 1956. Se recibió de abogado y posteriormente de escribano en la Universidad Nacional del Litoral. En la misma casa de estudios, egresó como Doctor en Ciencias Jurídicas y Sociales.
Realizó un Máster en evaluación de impacto y gestión ambiental en la Universidad Católica de Santa Fe. Se desempeñó como docente de grado y de posgrado en numerosas casas de estudios en la Argentina, entre las que se destacan la Universidad Nacional del Litoral, la Universidad Austral, la Universidad Nacional de Rosario y Universidad Católica de Santa Fe.
Asimismo, ejerció como decano de la Facultad de Derecho en esta última casa de estudios entre 1999 y 2002.
Desarrolla la función pública como conjuez de la Corte Suprema de Justicia de la Nación. Entre 2004 y 2005 fue Ministro de Justicia y Derechos Humanos de la Nación, y años antes había sido Procurador General del Tesoro de la Nación.
Entre 1995 y 1999 fue intendente de su ciudad natal, y en 1994 había participado como Convencional Constituyente por Santa Fe en la reforma de la Constitución Nacional.
Tiene una extensa carrera académica en la que se destaca su autoría de unos 20 libros y numerosas publicaciones.
Carlos Rosenkrantz
Nació en la Ciudad de Buenos Aires en 1958.
Estudió en el Colegio Nacional Sarmiento, donde se egresó con medalla de oro.
Se recibió de abogado en la Universidad de Buenos Aires (UBA) en 1983, Magister en Derecho en la Universidad de Yale en 1987 y Doctor en Derecho en la misma casa de estudios en 1989.
Desarrolló una importante actividad académica como docente y como autor de publicaciones.
Fue profesor en la New York University, USA; en la Richmond School of Law, USA; en la Universitat Pompeu Fabra, España; en la Denver University, USA, y en la UBA.
También fue autor y coautor de numerosas libros y artículos tanto en el país como en el exterior.
Desde 1998 es Rector de la Universidad de San Andrés.
Previamente se desempeñó como asesor del “Programa para la Justicia” del Banco Mundial.
En 1994 fue asesor de la Honorable Convención Constituyente desarrollada en la ciudad de Santa Fe y además ofició como asesor para el Consejo para la Consolidación para la Democracia, junto al ex presidente radical Raúl Alfonsín en 1984.