El presidente Mauricio Macri designó ayer a varios embajadores nuevos y entre ellos aparece un mendocino: Gustavo Gutiérrez, que fue nombrado al frente de la representación diplomática argentina en la República Checa.
Gutiérrez es uno de los dirigentes más cercanos a Elisa Carrió (con quien compartió fórmula presidencial en 2003) y por eso se interpreta este nombramiento como una concesión del Presidente a su socia política, que le dio además uno de los triunfos más contundentes del país al obtener 50% de los votos en la Ciudad de Buenos Aires.
El mendocino fue dos veces diputado nacional por el Partido Demócrata (desde 1995 a 2003) y fue durante su permanencia en el Congreso que trabó relación con Carrió y pasó a militar junto a ella. Desde entonces, siempre han compartido espacio político.
Ese vínculo, tras la llegada al Gobierno nacional de Cambiemos, ubicó a Gutiérrez como síndico de YPF, aunque terminó dando un portazo disconforme con la gestión.
Desde noviembre de 2016, se ha desempeñado como representante en el directorio del Ente Regulador de Servicios Públicos de la Ciudad de Buenos Aires.
Carrió llegó a decir hace unos meses que es al único que ha defendido ante Macri. Y tan fuerte es el vínculo que viajó a Mendoza, antes de que se definieran las listas legislativas, para presionar a Alfredo Cornejo para que lo incluyera.
Ese pedido fue concedido, aunque seguramente no como ella quería: Gutiérrez integró la lista de diputados nacionales, pero en el quinto lugar, por lo que deberían renunciar dos de los tres postulantes de Cambiemos electos hace dos semanas para que el dirigente de la Coalición Cívica accediera a una banca.
Aunque ahora obtuvo un premio con el nombramiento como embajador en la europea República Checa.
Oris de Roa a EEUU
Además de Gutiérrez, Macri oficializó las designaciones de Ezequiel Sabor en México, Mariano Causin en Israel y Héctor Lostri en Paraguay. También puso fin al suspenso sobre el embajador en EEUU, un puesto vacante desde la renuncia en abril de Martín Lousteau.
El elegido para representar al país en Washington, ante el gobierno de Donald Trump, es Fernando Oris de Roa, de 65 años, que cuenta con un perfil empresario especializado en el negocio agroindustrial exportador y con conocimientos en el mercado de capitales.
Durante los '90 dirigió la compañía San Miguel, productora y exportadora de limones de Tucumán, y luego de la crisis de 2001 dejó este puesto para estudiar Políticas Públicas en la Kennedy School of Government en Harvard (Estados Unidos) “para entender qué se debería hacer en la Argentina”, dijo en una entrevista publicada por el diario cordobés La Voz del Interior en 2007, cuando creo Avex en Río Cuarto.
Allí gestó una inversión millonaria para procesar 60 mil pollos diarios, un proyecto que logró asociar a empresarios de peso como Arturo Acevedo y Gustavo Grobocopatel.
También encaró la realización de proyectos de “Role Playing” con grupos empresarios, para quienes a partir de 2003 organizaba viajes en Europa, Hong Kong, Shangai, Estados Unidos y Nueva Zelanda, para tomar ideas para transformar la proteína vegetal en proteína animal.
Oris de Roa, en 2016 y durante nueve meses, ocupó el cargo de subsecretario de Inversiones en el gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, durante la gestión de Horacio Rodríguez Larreta.