El presidente Mauricio Macri sostuvo ayer que el país "no paró" el jueves pese a la huelga general convocada por la CGT, al tiempo que instó a mantener el "diálogo" y, desafiante, advirtió que las "diferencias se van a "dirimir en las elecciones".
“Siento que no paró el país; al contrario, se activó lo más importante que tenemos en discusión, diría yo, que fue un activador del cambio, porque vivimos, como nunca vivimos antes, una toma de conciencia y profundización del debate, (sobre) lo que sirve para construir futuro”, aseveró Macri el día después del primer paro general contra su gestión.
Durante un acto de presentación de nuevos créditos hipotecarios en el Banco Nación, el jefe de Estado evaluó como “positivo seguir debatiendo cuáles son las verdaderas herramientas que nos van a llevar a construir ese país que todos queremos, porque los que pararon, los que no pararon, todos queremos una Argentina con más oportunidades”.
El mandatario consideró que “ese debate tiene que profundizarse y abonar a construir más diálogo”, al tiempo que desafió: “Las cosas en que tengamos diferencias, ¿dónde las vamos a dirimir? En las elecciones de octubre”.
Al respecto, reflexionó: “Cada vez se ve con más claridad quiénes queremos construir un futuro y quiénes se aferran a un pasado que no nos dio respuesta, en la pobreza, el desarrollo y la calidad educativa”.
“Es algo positivo lo que está pasando, y ratifico que creo en lo que estamos haciendo. La herramienta más importante que tenemos todos los días que poner en valor es el diálogo”, insistió.
Por su parte, el ministro de Trabajo, Jorge Triaca, aseguró que los reclamos esgrimidos por la CGT como motivos del paro "están fuera de diagnóstico", en referencia a que no hay tope a las paritarias ni escalada de productos importados.
En ese sentido, advirtió que el Gobierno respetará los acuerdos paritarios entre privados, aunque aclaró que no quiere “coerciones o mecanismos extorsivos” en las negociaciones.
Tras reiterar que el paro era “innecesario e inoportuno”, ratificó que el Gobierno mantendrá el esquema de diálogos “por sectores”.
Desde el sindicalismo, el secretario adjunto de la CGT, Andrés Rodríguez, aseguró que la huelga fue "un parazo" y reclamó al Gobierno que tenga "mucha humildad" para "encontrar soluciones efectivas" a los reclamos.
Además, calificó como “una tontería” los argumentos oficiales sobre que el éxito de la medida de fuerza se debió a la falta de transporte público.
La ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, defendió la actuación "muy profesional" de las fuerzas que liberaron los piquetes en los principales accesos a la Ciudad de Buenos Aires, y ratificó la determinación oficial de "aislar a las minorías violentas que quieren manejar el país como si fuera propio".
En la misma línea, el secretario de Seguridad, Eugenio Burzaco, aseguró que la Gendarmería "actuó con proporcionalidad" en el desalojo de los manifestantes que cortaron la autopista Panamericana, al remarcar que "se aplicó la ley" usando la fuerza contra personas que pretendían "generar situaciones de miedo y terror".
En tanto, el ministro del Interior, Rogelio Frigerio, minimizó el paro al afirmar que "cuando hubo posibilidades de ir a trabajar" sin depender del transporte público, la "gran mayoría" asistió a cumplir sus obligaciones, por lo que "es difícil mensurar el éxito" de la medida de fuerza.
