El presidente Mauricio Macri debió ser evacuado de urgencia ayer durante un acto de inauguración de viviendas en un barrio de Mar del Plata, cuando cuando diversos grupos de manifestantes que protestaban por sus declaraciones sobre la dictadura y su política económica, comenzaron a abuchearlo y arrojaron piedras contra su auto.
En respuesta, el mandatario rechazó la “agresión” en su contra y desde el Gobierno salieron a acusar directamente al kirchnerismo por los incidentes.
“Hay que usar la energía para construir, no para agredir”, repitió Macri cuando los silbidos y gritos interferían en su alocución al encabezar un acto de lanzamiento de un plan de viviendas en el barrio marplatense Belisario Roldán.
"En vez de sumar apedrean, es uno de los 500 barrios que serán urbanizados en todo el país", expresó el mandatario tras las agresiones, al visitar obras de ampliación de una empresa de plantación de kiwi en Sierra de los Padres, en proximidades de Mar del Plata.
Alrededor de las 10, cuando llegó Macri al barrio Roldán, se concentraron agrupaciones sociales y de derechos humanos para rechazar las políticas del Gobierno, así como las declaraciones del primer mandatario referidas a que no tenía “idea” si los desaparecidos durante la última dictadura eran 9.000 o 30.000.
El jefe de Estado denunció que los manifestantes lo apedrearon y los vecinos que protestaban dijeron haber sido “reprimidos con balas de goma y gases lacrimógenos” por querer expresar sus quejas contra las políticas económicas del Gobierno nacional.
Macri estaba acompañado por la gobernadora bonaerense, María Eugenia Vidal, y el intendente marplatense, Carlos Arroyo, y según confirmaron fuentes del Gobierno, el mandatario debió interrumpir el discurso entre silbidos y piedrazos y ser evacuado en una camioneta que sufrió pedradas.
Una vez en Sierra de los Padres, más tranquilo, Macri se mostró de buen humor al señalar que "es un día de sol, es un día peronista" y convocó a "agregar valor a lo que hacemos, sumando investigación, desarrollo y trabajo del Estado".
Allí, reiteró que “vamos a bajar la inflación, a seguir bajándola y esperamos el año que viene volver a crecer y generar empleo. Hay que poner en marcha la obra pública”. Por su parte, dirigentes de la organización “Votamos Luchar” denunciaron que fueron reprimidos con balas de goma y gases lacrimógenos cuando intentaron protestar contra Macri.
Por otra parte, distintos organismos de derechos humanos desplegaron una bandera argentina de varios metros de largo con fotos de rostros de los desaparecidos, después de la polémica generada por las declaraciones de Macri sobre la última dictadura, en las que también habló de una “guerra sucia”.
Por la tarde, la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, brindó una conferencia de prensa en la Casa Rosada donde acusó a "sectores políticos que no aceptan que la alternancia es buena en la democracia" e impulsan "una situación de fuerte agresión al Gobierno" y vinculo a sectores minoritarios del FpV con las agresiones a Macri.
Por su parte, el secretario General de la Presidencia, Fernando de Andreis, advirtió que “el cambio que vive el país genera resistencias” y repudió la agresión que sufrió el Presidente al señalar que a los actos violentos “hay que contestarles con tranquilidad y trabajo. Es clave desde nuestro lugar transmitir tranquilidad”.
Tras los piedrazos, fin de semana en La Angostura
El presidente Mauricio Macri llegó ayer cerca de las 14 a La Angostura (Neuquén) junto a su familia para descansar el fin de semana largo. Macri, su esposa Juliana Awada y su hija Antonia volverán a ocupar la casa de un empresario amigo en el exclusivo Country Club Cumelén, a las afueras de la villa de montaña.
La última vez que estuvo en la villa fue en diciembre de 2015 para pasar las fiestas. Durante la visita del presidente Barack Obama, el 24 de marzo pasado, se especulaba con que volvería a "su lugar en el mundo" como lo llaman los Macri-Awada, pero finalmente decidió reposar tres días en la mansión del magnate Joe Lewis en El Bolsón.
El mandatario llegó al aeropuerto de Bariloche alrededor de las 13,30, procedente de Mar del Plata, y después se trasladó en helicóptero hacia La Angostura. Macri viene de sufrir agresiones y abucheos durante su estadía en la localidad bonaerense en un acto compartido por la gobernadora María Eugenia Vidal.
Como ya es una tradición, el mandatario y los suyos descansarán en una casona de lujo moderado aunque confortable a las orillas del Lago Nahuel Huapi. El club de campo tiene 30 hectáreas, cancha de golf, marina, ingresos independientes y personal de seguridad privada.
Repercusiones
Elisa Carrió. La diputada de la Coalición Cívica y fundadora de Cambiemos junto con el Presidente expresó su "solidaridad" ante las agresiones sufridas por Macri y la gobernadora bonaerense, María Eugenia Vidal.
A través de su cuenta en la red social Twitter, la referente de la Coalición Cívica sostuvo que "el escrache es violencia y el único camino es la no violencia".
Ricardo Alfonsín. El diputado nacional por el radicalismo también expresó su repudio a las agresiones sufridas por el presidente Mauricio Macri y la gobernadora bonaerense, María Eugenia Vidal, y aseguró que los autores del hecho "no creen en la democracia ni en la defensa de los derechos humanos".
"Cruzan límites que revelan que sólo les preocupan los derechos humanos cuando son ellos las víctimas de su violación. Merecen nuestro más categórico repudio", afirmó Alfonsín en un comunicado que difundió.
Sergio Massa. El jefe del Frente Renovador y diputado nacional se sumó a los referentes de la oposición que rechazaron la agresión al presidente Macri y la gobernadora Vidal, y advirtió que "la violencia y el miedo son símbolos de un pasado al que la Argentina no quiere volver".
“Una alternativa política no se construye tirando piedras, sino con propuestas para resolver los problemas de la gente”, agregó el legislador desde Mar del Plata, donde encabeza un congreso partidario. En este contexto, Massa instó a “consolidar un espacio alternativo en el que la sociedad confíe y no le tenga miedo”.