El presidente Mauricio Macri lanzará hoy su nueva estrategia de campaña electoral consistente en visitar 30 ciudades en los próximos 30 días con la difícil misión de acortar diferencias en las generales del 27 de octubre y tratar de forzar una definición en balotaje con el amplio ganador de las primarias, el candidato del peronista Frente de Todos, Alberto Fernández.
Macri será el único orador de un acto que se realizará por la tarde de hoy en las barrancas de Belgrano, el barrio porteño del norte de la ciudad mayoritariamente de clase media alta. Será el primero de lo que el Gobierno ha dado en llamar marchas del "Sí se puede" y que la semana próxima continuará con la presencia del aspirante a la reelección en ciudades de las provincias de Buenos Aires, Córdoba, Santa Fe y Entre Ríos.
El jefe de Estado llegará en tren, rodeado de voluntarios y de personal de la custodia, hasta la remodelada estación ferroviaria desde donde hablará a unas cinco mil personas, estimaron ayer en la Casa Rosada. Será la primera vez en campaña que Macri protagonizará un acto desde un escenario que no sea el habitual en formato 360 grados que usó siempre Cambiemos.
El acto encontrará a Macri con el jefe de gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, como también con su socia política en Juntos por el Cambio, Elisa Carrió, aunque no así con el titular de la UCR, el mendocino Alfredo Cornejo.
Los organizadores se encargaron de que los asistentes no porten pulseras identificatorias, como sucedió el miércoles pasado cuando ante una centenar de personas Macri inauguró el metrobús en Florencio Varela, municipio del sur del Gran Buenos Aires, donde en las PASO el candidato de Todos sacó alrededor del 65% de los votos. Allí fue la primera aparición pública conjunta del Presidente junto a la gobernadora bonaerense María Eugenia Vidal desde la derrota en las primarias del 11 de agosto que distanció a la mandataria de la Rosada, con fuertes críticas en especial al jefe de Gabinete Marcos Peña.
La distancia entre Macri y Vidal, al menos en cuanto a desarrollar estrategias electorales por separado, volvió a expresarse ayer: él inauguró obras en Saladillo y ella hizo lo propio en Azul; apenas 126 kilómetros separan a ambas localidades bonaerenses.
Macri pidió "un poco más de tiempo" para resolver los problema económicos que el país "arrastra hace décadas, porque nosotros somos parte de la solución, no del problema", al inaugurar obras cloacales. En tanto que Vidal llamó a los bonaerenses a votarla para achicar la diferencia de casi 17 puntos que le sacó el candidato de Todos, Axel Kicillof.
Lo dijo al inaugurar viviendas populares y tras reconocer que fue un proyecto "impulsado por Mauricio": "El 27 los bonaerenses van a elegir quien los va a gobernar los próximos cuatro años y va a ser por un voto, porque no hay segunda vuelta. Eso lo decide cada bonaerense pero hay algo que yo ya decidí que, como gobernante o como dirigente, voy a seguir estando con ustedes".
Macri y Vidal volverán a compartir tribuna el lunes en la ciudad bonaerense de Junín, próxima escala de las llamadas marchas del "Sí se puede". El programa seguirá el martes con el Presidente en Córdoba, donde visitará Tránsito, Santiago Temple y Río Primero; el miércoles en las ciudades santafesinas de Esperanza, Humboldt y Nuevo Torino; el jueves en Entre Ríos, con su presencia en Concepción del Uruguay y La Paz; y el viernes en Bahía Blanca. Todo con un objetivo titánico: hacer que Fernández baje a menos de 45 por ciento de los votos y llegar él a 35; la alquimia para definir en el balotaje del 24 de noviembre.
Su compañero de fórmula, el senador Miguel Ángel Pichetto, estuvo ayer en Brasilia, donde se reunió con Jair Bolsonaro.
