Ayer comenzó otra semana caliente en lo político por la proximidad del primer paro nacional convocado por la CGT contra la administración Macri. El gobierno, envalentonado por el apoyo recibido el sábado pasado en distintas plazas del país (más que todo, en las capitales provinciales), salió a redoblar la apuesta contra la oposición: “Vi muchos mensajes de apoyo el fin de semana, pero hubo uno que resume cosas, que decía: ‘voté a Macri porque no quiero más mafias’. Tiene razón. No podemos aceptar más comportamientos mafiosos en la Argentina, mafias que están en los sindicatos, en las empresas, en la política y en la justicia. Voy a dar esa batalla”, resumió el presidente Mauricio Macri.
Esta frase fue dicha en el Salón Blanco, en el marco de la firma del Acuerdo Federal para la Construcción. En la Casa Rosada fue notorio el cambio de ánimo en los funcionarios. “Inyección anímica”, resumió un ministro.
Delante del Presidente estuvieron los secretarios generales de la UOCRA, Gerardo Martínez, y de Obras Sanitarias, José Luis Lingeri. Mirando a Martínez, dijo Macri: “Yo respeto, compañero sindicalista, su decisión del día jueves de hacer un paro, pero no la entiendo, y no ayuda en nada, en nada a los trabajadores. Lamento que se adhiera al paro, un paro que va costar más de 15 mil millones de pesos”. Martínez y Lingeri pusieron cara seria.
La gobernadora bonaerense María Eugenia Vidal también aludió al #1abril. “La marcha del sábado nos hizo sentir que no estamos solos”, dijo tras visitar ayer la Convención Nacional de la UCR. En Cambiemos, no obstante, los referentes bonaerenses admitieron que el Gobierno debe tener más presencia en la principal provincia del país: la marcha de apoyo a Macri no se vio reflejada en los centros populosos del Conurbano, allí donde la figura de Cristina Fernández no logra ser esmerilada.
Sobre la expresidenta, también ayer quedó claro que el oficialismo busca polarizar con ella: “Sin duda, quiere voltear la gestión de Cambiemos”, respondió el ministro de Trabajo, Jorge Triaca, ante una pregunta periodística referida a Cristina Fernández.
“Es una prioridad luchar contra los comportamientos mafiosos que atentan contra el orden democrático e institucional”, añadió el jefe de Gabinete, Marcos Peña.
El sábado a la noche, en lo que fue la primera reacción frente a las marchas en apoyo al gobierno, el Presidente Macri, vía Twitter, confrontó con las marchas opositoras ocurridas durante marzo: “Sin que haya habido colectivo ni choripán”, destacó de las marchas en su apoyo.
Ayer, acaso alertado por el tono burlón de su comentario, más apropiado para un candidato electoral que para un mandatario de Estado, Macri aclaró que el choripán “es lo más rico que tenemos y lo que más nos identifica”. Y precisó: “Con micro o vianda o choripán, lo que busco es decir que no hubo una estructura organizativa” detrás de las marchas pro-gobierno.
“Estoy realmente muy emocionado porque esa movilización fue en paz, en armonía, espontánea, genuina, y sin estructura organizativa. Con la fuerza de hacer algo que uno siente en el corazón, con la energía que sale de las entrañas cuando vos defendes algo en lo que crees”, resumió Macri en radio Mitre.
Por su parte, y a su turno, el diputado camporista Andrés “Cuervo” Larroque, en tono con lo declarado por miembros de la CGT, le pidió al Presidente que identifique las mafias que denunció: “Ante una declaración tan grave deberían hacer una denuncia judicial”, dijo el diputado ultrakirchnerista del Frente para la Victoria (FpV).