Mauricio Macri irá hoy por segunda vez como Presidente al Congreso, para inaugurar el período número 135 de sesiones ordinarias. A diferencia del año pasado, esta vez admitirá errores en sus 14 meses de gestión y no aludirá a la herencia recibida del kirchnerismo.
Con este giro discursivo la Casa Rosada pretende una sesión sin los sobresaltos de 2016, cuando le lanzaron insultos, lo interrumpieron y lo silbaron desde las bancas kirchneristas.
Pero esto no está garantizado: además de que es un año electoral, la oposición tiene servidos en bandeja el escándalo del Correo y la corrección a la baja del aumento de las jubilaciones para enrostrárselo.
De los 329 legisladores nacionales, Cambiemos tiene 102. Es decir un 31%. El mandatario espera que en caso de que sea necesario ese casi tercio del Congreso acompañe sus palabras con aprobaciones.
Por eso, en una demostración de unidad de la alianza gobernante, el Presidente cenó anoche en la quinta de Olivos con los diputados y senadores del Pro, la UCR y la Coalición Cívica-ARI, los tres partidos que conforman Cambiemos.
A ellos les adelantó parte de su mensaje de hoy a partir de las 11.30: dirá que 2017 será el primer año de expansión tras cinco años sin crecimiento, que la inflación está en baja y que crecen el empleo y la construcción.
Pero, a la vez, en un mensaje al sindicalismo, exhortará a “cuidar el trabajo”, en una alusión directa a la movilización que la CGT convocó para la semana siguiente a Plaza de Mayo, con réplicas en todo el país, y que se considera la antesala de un posible primer paro nacional contra este gobierno no peronista.
Como había anticipado este diario el fin de semana, Macri también propondrá un nuevo régimen penal juvenil mediante el cual los jóvenes de 14 años o más podrían ser juzgados por hechos de “homicidio, violación, secuestro extorsivo, robo con armas y con lesiones gravísimas”.
Fijará pautas para una reforma tributaria, aunque la modificación integral de los impuestos está prevista recién para 2018. El discurso no durará más de 45 minutos.
“El Presidente nos dijo que tiene mucha confianza y que es un año para que estemos con mucha entereza todos, tanto en el Congreso como en el Poder Ejecutivo”, dijo anoche el mendocino Luis Borsani, mientras aún se desarrollaba el ágape en Olivos, tras el discurso del Presidente.
Macri habló luego de que lo hicieran la vicepresidenta, Gabriela Michetti, y los jefes de los interbloques Cambiemos del Senado y de Diputados, los radicales Ángel Rozas y Mario Negri. Del encuentro participó la mayoría de los legisladores nacionales de Cambiemos. No estuvo la líder de la CC-ARI, Elisa Carrió.
“El Presidente nos aseguró que ya empezamos la reactivación, que dejamos atrás la recesión, que esto ya se nota en los índices de crecimiento de empleo y de producción. Él descuenta que vamos a tener un triunfo electoral en octubre”, aseveró Borsani.
Por su parte, Negri instó a los legisladores nacionales de Cambiemos a “actuar con humildad” y “estar a tono con la demanda y la sensibilidad social, no solamente este año por ser electoral”.
Durante su discurso, el Presidente justificará su llamado a invertir en la Argentina en la certidumbre que dejan, a su criterio, las políticas macroeconómicas que encaró desde el 10 de diciembre de 2015 y por las cuales la Argentina “ha vuelto al mundo”.
También volverá a subrayar, como es habitual, “el valor de la palabra y el de decir la verdad”, como por ejemplo al normalizar las estadísticas del Indec.
También reiterará su apuesta a sacar valor de la capacidad de revertir errores: dirá que él no es infalible, que al comprometerse con el hacer puede haber equivocaciones y que, sin embargo, el país va “en la dirección correcta”.
Ante la Asamblea Legislativa, Macri también podría pedir que se apruebe una ley mediante la cual se sancione a las empresas involucradas en corrupción y se fijen beneficios para los empresarios que delaten y admitan pagos de sobornos.
Este proyecto que enviaría el Ejecutivo se enmarca en información de Estados Unidos sobre funcionarios, políticos y compañías vinculadas a maniobras de fraude del caso Odebrecht en la Argentina.
Macri llegará al Palacio del Congreso a las 11.15, una hora después del arribo de los diputados y senadores, además de los invitados especiales, y de la apertura de la sesión de la Asamblea Legislativa, que presidirá Michetti.
Como es habitual, tras el izamiento de la Bandera y la designación de las comisiones interna y externa de legisladores que lo recibirán, el mandatario arrancará con su discurso a las 11.30.
Al igual que el año pasado, no está prevista la presencia de barras en los palcos, lo que sí caracterizó a las presidencias kirchneristas. En esta ocasión, como en 2016, Macri hablará a los diputados y senadores sentados en sus bancas y el discurso será transmitido por cadena nacional.
Piden a la oposición "cuidar la imagen"
El titular del bloque Pro en Diputados, Nicolás Massot, reclamó ayer a la oposición que esté "a la altura de la circunstancias" y "cuide la imagen" del Congreso durante la presentación del Presidente.
Massot sostuvo que "lamentablemente" en el oficialismo esperan que la oposición despliegue una serie de carteles para repudiar distintas medidas económicas del Gobierno y para recordar la controversia por el acuerdo entre el Estado y el Correo Argentino, entre otros temas.
Para el dirigente del Pro, esto es “lamentable” porque “los gobiernos son circunstanciales, pero lo único que no es una circunstancia es la investidura del Congreso”, por lo que reclamó que “cuidemos la imagen que demos” del Parlamento.
En conversación periodística con radio La Red, sostuvo que “esta práctica es común en el Frente para la Victoria” y reclamó que “mañana (por hoy) sea la excepción y podamos de manera tolerante y madura dar una imagen de institucionalidad que esté a la altura de las circunstancias”.
DyN