No son buenos días para Roberto Macho. El secretario general de ATE aparece esporádicamente en los medios, la última el martes pasado cuando hablaba de los alcances del paro organizado por CTA.
Poco se lo ve y cada vez que aparece, los eventuales usuarios de medios agitan los mensajes recordando el incidente que lo condenó casi al ostracismo: el pan comido en el supermercado Walmart de Las Heras.
¿Cuál será el destino de Macho? Algunos podrán decir que muchos de los que parecían tener los días contados en la política, sea partidaria o sindical, con el tiempo volvieron al ruedo.
Otros recordarían una frase que es casi un principio de hierro: se vuelve de cualquier cosa, menos del ridículo. El problema es que Macho no debería estar tan ausente: su mandato como jefe de ATE termina el 6 de noviembre de 2019.
Oficialmente, desde la conducción de ATE se jura que Macho está al pie del cañón, trabajando todos los días como siempre y se rechaza enfáticamente que el jefe sindical esté “guardado”. Sus colegas de otros gremios estatales se cuidan muy bien de hablar públicamente, pero muy secretamente comentan que tampoco va mucho a las reuniones de la Intersindical, donde se encuentran otros gremios estatales y privados, incluidos de la CGT.
Incluso algunos hasta prefieren que no aparezca. La pelea con el gobernador Alfredo Cornejo les ha deparado algunos golpes duros y el recuerdo de esa filmación en la que se ve a Macho cortando trozos de pan con sus dedos entre las góndolas del hipermercado, es otro golpe a las pretensiones de todos los sindicatos.
No son tiempos sencillos para el sindicalismo mendocino. Los gremios estatales ganaron fuerza, particularmente desde la gestión de Julio Cobos y esa fuerza fue creciendo de la mano combativa de Raquel Blas, frente a los sucesivos gobiernos de Celso Jaque y Francisco Pérez. Con este último lograron paritarias impensadas, incluso más elevadas que las obtenidas por sus pares de otras provincias.
Más aún, Blas había construido una sólida relación con otro gremio estatal que les permitía conformar un frente temible: Ampros de Isabel del Pópolo. En setiembre del año pasado ATE tuvo elecciones de renovación de autoridades y la líder dejó el lugar a su fiel adláter, Roberto Macho.
Entonces llegó Cornejo y el flamante gobernador estaba convencido de la necesidad de quebrar la fortaleza de los gremios estatales. En principio quebró el frente ATE-Ampros, quebró la masividad de los paros estatales con el innegociable descuento del día no trabajado; logró imponer su idea de que los gremios protesten sin estacionarse cortando calles. Podría decirse que el Gobernador logró casi todo lo que quería, incluso incrementos salariales dentro de los límites que se había planteado.
Más aún, el paro del martes pasado fue la muestra del quiebre. Más allá de la Intersindical, ATE marchó separado de Ampros y SUTE por la tarde.
Sin embargo sería injusto decir que Cornejo obtuvo todo por sí mismo. De alguna manera hubo complicidad del propio Macho.
Hay quienes sostienen que Blas y Macho tienen relaciones congeladas y que uno de los motivos es la esposa del ahora jefe de ATE, Adriana Iranzzo.
No hay pruebas que confirmen semejante versión, pero hay testigos de un incidente el día que ATE se propuso acampar en la puerta de la Legislatura, pegados al vallado puesto por el Gobierno para proteger la Asamblea Legislativa del último 1 de mayo.
Iranzzo increpaba policías y pretendía pasar el vallado; Blas, con su estilo entre irónico y despectivo le recriminaba sin levantar demasiado la voz: “Vení, nena, vení”.
Antes del “pan de campo”, Macho tuvo otro incidente que lo puso en situación incómoda. En enero la titular del Instituto Provincial de Juegos y Casinos, Josefina Canale, tomó la decisión de echar a más de 80 personas, con el aval de Cornejo; eso desató el acampe en la puerta del Casino organizado por los dos gremios que representan trabajadores del Casino: ATE y Unión Personal de Juegos y Casinos.
El 15 de febrero, un grupo de trabajadores se le fue encima a Canale, que llegaba en taxi al Instituto. Una de las que encaró a la funcionaria fue la esposa de Macho. Iranzzo estiró la mano y le dio un tirón de pelo a Canale. El hecho fue filmado y la filmación delató la agresión.
Aún hoy hay gente convencida de que fue una “cama” para desprestigiar al sindicalismo estatal. Cornejo ya había puesto sobre la mesa paritaria del SUTE su más odiado invento, el “Ítem Aula”. No sería descabellado que el gobierno intentara “ablandar” a uno de los adversarios con el que se vería las caras pocos días después. Pero está claro que, aun cuando hubiera una trampa, la mujer de Macho cayó como una principiante.
A principios de junio se completó la noche para Macho. Él y su esposa fueron filmados por las cámaras de seguridad comiendo dentro del hipermercado.
Interna y vínculos nacionales
En Mendoza, como a nivel nacional, hay dos CTA: a nivel nacional Pablo Micheli lidera una de esas centrales y la otra, Hugo Yasky. En Mendoza el esquema era el mismo.
De un lado, la CTA Autónoma fuertemente vinculada a ATE, con Polo Martínez Agüero y Raquel Blas. Por el otro, la CTA Mendoza que conduce Gustavo Correa, quien tiene referencia nacional con Yasky. Blas tenía esa referencia nacional en Micheli hasta que se acercó al Partido Obrero.
El movimiento de Blas, en el que intentó ser legisladora provincial, dejó a Macho también sin referencia nacional; ATE nacional es conducida por Hugo “Cachorro” Godoy de la lista Verde Anusate, a la que también pertenece Micheli; en la elección de setiembre de 2015, la lista Verde Anusate tenía su candidato y no era Macho, era Carlos Simón. Macho ganó pero quedó solo y con la necesidad de afianzarse en Mendoza.