Corría el año 2015, Macarena Sans, ya era una realidad. Líder y crack de la selección Argentina de Junior. En una de sus tantas visitas a Más Deportes, contaba: "Para cada jugador de hándbol, estar presente en los Juegos Olímpicos es mucho más importante que un Mundial. Están los mejores jugadores del mundo".
Argentina a nivel mundial demostraba que podía llegar a la cita de Río de Janeiro. Era un sueño para todo el balonmano argentina. Es que nunca en la historia,una selección femenina había dicho presente.
Sin embargo, "La Garra", lo logró. Y uno de sus jugadoras símbolos fue esa niña que nació deportivamente en el Club Mendoza de Regatas y se convirtió en la embajadora de Mendoza.
Es más, una privilegiada. Se convirtió en la primera jugadora de balonmano nacida en Mendoza, presente en unos Juegos Olímpicos. Sin dudas, escribió un capítulo de oro para esta disciplina que nació a fines de la década del '60 en nuestra provincia.
Sin dudas, en Brasil, la jugadora mendocina, dio que hablar en todo el país por su desempeño. Extraordinario. Luego, de la participación en los Juegos Olímpicos 2016, La Garra, marcó un antes y un después.
Llegó el gran recambio de jugadores. Por esta razón, Macarena Sans asumió el rol de figura y pilar de este nuevo equipo. Talento, temperamento y pasión le sobran. El paso de su condición de juniors a la Selección Mayor, le permitió reencontrarse con aquellas compañeras de selecciones formativas, con las cuales podrá volver a demostrar un juego ágil y auténtico, continuando con una línea de juego heredada y que le sienta a la perfección.
Estos dos últimos años, Juegos Olímpicos 2016 y Panamericano 2017, marcaron la carrera deportivo de Maca Sans, quien contó a Más Deportes, lo siguiente: "Con el tiempo voy cayendo lo que realmente jugué con la Selección Argentina. En el momento lo viví con euforia porque estar allí ya era histórico. Era la primera vez que el seleccionado femenino de hándbol competía en los Juego Olímpicos".