Macarena Sans debutó este año en la Selección argentina mayor de balonmano, “La Garra”, superando expectativas y cerrando la temporada con ganas de lograr mucho más. La armadora del Club Mendoza de Regatas es la más joven (junior) del equipo que conduce Eduardo Peruchena, sin embargo se ganó el cariño y un lugar indiscutido en el elenco albiceleste.
Con sus 19 años recién cumplidos, sabe muy bien lo que quiere en su vida deportiva: “Quiero continuar en los seleccionados (junior y mayor), entrenar, exigirme, para que Argentina llegue a su punto máximo. Estoy segura que en el próximo mundial pasamos de ronda”, aseguró.
Desde su inicio en los Juegos Panamericanos de Toronto, donde se consagraron subcampeonas y clasificaron históricamente para los Juegos Olímpicos de Brasil 2016, hasta este último Mundial en Dinamarca, “Maqui” pasó por etapas que pudo superar y analizar en profundidad. En ese proceso se fue motivando para continuar creciendo y ofrecer todo su potencial.
En diálogo exclusivo con Más Deportes, la “Peque” del seleccionado nacional (que marcó otro precedente en el handball argentino al superar el mejor puesto en mundiales con el 18° lugar conquistado en Dinamarca), hizo su balance del 2015 y adelantó el 2016.
Con la ilusión de pertenecer
"Al principio no pensé que iba a quedar en la lista de Toronto, porque en los torneos anteriores (la gira de Hungría y el Panamericano de Cuba) no fui. Después de eso, le planteé al técnico: si tenía posibilidades de ir a Toronto, cuando me contestó que las tenía me la juego (desplazando otras prioridades como la facultad), puse todo de mi entrenando más fuerte, viajando, y cuando confirmó la lista sentí una felicidad muy grande", contó sobre su primera gran noticia.
Luego, Sans comenzó a transitar por vivencias nuevas: “Toronto fue de muy alto nivel, en cuanto a organización, competencia, equipos. Superó expectativas, pese a que fue una competencia con equipos de América sin tantas potencias salvo por Brasil y Cuba. Pero al clasificarnos a Brasil 2016 cumplimos con un sueño enorme de todo el handball femenino”.
Una experiencia diferente
En el Mundial de Dinamarca, con su gira previa por Brasil, la experiencia fue diferente. Argentina comenzó con un triunfo en el certamen ecuménico ante Congo (23-15). Pero la serie de derrotas posteriores sirvió para el fortalecimiento del grupo y no para la desilusión, por ser países que siempre pelean los primeros puestos.
Argentina se planteó mejorar la posición anterior (19°) y si se podía, pasar de ronda. Pero el grupo C fue fuerte en extremo. “Congo fue accesible, pero el resto de los equipos no. Después de este Mundial, lo que nos quedó fue la experiencia de sumar partidos, seguir creciendo para llegar a ser potencia”, confió Sans.
Con Alemania (33-13), que perdió en octavos ante Noruega, “Nos mataron. No lo disfruté. Fueron muy superiores. Argentina se agarró fuerte defensivamente, seguimos adelante pero no tuvimos opciones. Fue un golpe porque sabíamos que Alemania fue invitada; ellas habían perdido con Francia -por 15 goles- y nos ganaron con sus lanzamientos desde afuera”.
Con Francia (20-12), quedó eliminada en cuartos, “fue una derrota positiva porque es potencia y sólo nos hicieron 20 goles. Fue un partido de defensa contra defensa. Mientras que ante Brasil (23-19), que perdió en octavos, jugamos muy bien. Ibamos abajo, pero a 5 minutos del final nos pusimos a 2 goles. Lo bueno es que estamos acortando distancias con un equipo, que si bien conocemos, son las campeonas mundiales anteriores. De ellas se aprende mucho y hay respeto mutuo”, explicó.
-¿Y qué conclusión sacaste?
-Quiero volver, entrar y jugar. Y que Argentina llegue a su punto máximo. Fue un envión para mi. Me enfrenté con la realidad pero nunca pensando que somos inferiores sino que podemos crecer y llegar más alto. Nos entrenamos muchas horas por día, en el caso de Haro y yo que somos del interior, viajamos y cumplimos con todas las rutinas, dejando toda nuestra vida por el seleccionado. Me dio mucho estímulo y creo que para el próximo mundial pasaremos de ronda.
-¿Qué creés que se debe cambiar en este seleccionado?
-Además de los partidos contra potencias y apoyo para llevarlos a cabo, creo que los objetivos que se plantean. Queríamos pasar de ronda pero no se hizo énfasis en eso sino en mejorar de puesto y en crecer paso a paso. Siento que necesitamos que se nos impongan metas más exigentes. El año pasado, en el Mundial juvenil en Macedonia, Argentina también hizo historia pasando de ronda; desde un principio la técnica planteó eso, nos convenció y se logró.
-¿Qué te gustaría que pase en esta Selección el próximo año?
-Quiero que la Selección confíe en si para hacer el click. Las jugadoras dejamos muchas cosas de lado, le dedicamos muchas horas al entrenamiento y hay que jugársela más. Con la experiencia en Juveniles me di cuenta que se puede. No quiero conformarme sólo con mejorar de puesto.
Sus deseos para 2016
“La vida del deportista es postergar, por eso el año que viene quiero priorizar la facultad (le restan cuatro materias del primer año de Educación Física) para terminarla y ver si me voy a jugar afuera (Europa). El seleccionado motiva mucho, uno aprende a tener empuje en todos los aspectos de la vida. El día que deje de tener esa ‘garra’, dejo el deporte”.
“El año próximo tengo el Panamericano Junior y el Mundial de la misma categoría, además de los Juegos en Brasil. Creo que juego en junior y sueño con estar en los Juegos Olímpicos”.
