Macabros mensajes desde la cuenta de Anahí Benítez: "No soy la chica que estaba enterrada"

La familia de la joven de 16 años asesinada en 2017 recibió textos desde un perfil hackeado o falso en Facebook.

Macabros mensajes desde la cuenta de Anahí Benítez: "No soy la chica que estaba enterrada"
Macabros mensajes desde la cuenta de Anahí Benítez: "No soy la chica que estaba enterrada"

A pocos meses del inicio del juicio, la familia de Anahí Benítez, la adolescente de 16 años asesinada y hallada enterrada en la reserva Santa Catalina de la localidad de Llavallol en agosto de 2017, recibió macabros mensajes desde una cuenta hackeada en las redes sociales.

A los familiares de la joven les llegó una solicitud de amistad desde un nuevo perfil con la imagen de Anahí. "Esa chica que estaba enterrada no soy yo. Ayuda por favor. Me tienen secuestrada", dice uno de los mensajes que llegaron desde esa cuenta de Facebook.


    Gentileza / Clarín
Gentileza / Clarín

El mismo pedido de auxilio recibieron simultáneamente los padres y varios de sus amigos. Ahora, no solamente tienen custodia de la Policía bonaerense sino también una alarma comunitaria que fue colocada cerca de la casa y que también pueden usar los vecinos.

"No sé si es un inconsciente que quiere causar daño y dolor o alguien que pueda tener algo que ver con la causa", manifestó a Clarín Silvia Pérez Vilor, la mamá de Anahí. "El juicio es el 18 de febrero y puede haber alguien afectado por eso. Y justo pasa ésto. Que si bien no es una amenaza, sí es con un claro propósito: dañar dónde más duele", remarcó.

Un femicidio sin condena

El 29 de julio del 2017, Anahí Benítez salió de su casa de Parque Barón, en Lomas de Zamora, para caminar unas cuadras hacia el Parque Municipal Eva Perón. Su familia denunció la desaparición y el 4 de agosto su cadáver fue encontrado desnudo, con lesiones cortantes y golpes en la cabeza, enterrado en la Reserva Natural Santa Catalina.

La autopsia determinó que había muerto por asfixia por sofocamiento y que había sido víctima de un ataque sexual.

Dos días después, Marcos Bazán (36) fue detenido luego de que perros rastreadores marcaron su casa, ubicada a 300 metros del lugar del hallazgo, donde se encontró una olla con arroz similar al encontrado en el estómago de la víctima, ropa de mujer, pelos y manchas de aparente sangre.

En otro procedimiento realizado en la vivienda, la fiscalía secuestró granadas de humo, plantas de marihuana y hongos alucinógenos.

Sin embargo, Bazán aseguró ante la Justicia que no conocía a Anahí Benítez, que su casa no tiene medidas de seguridad que impidan el acceso de terceros, que la ropa femenina era de su novia y los pelos y manchas sospechosas podían ser de alguno de los animales que rondan por el predio.

En tanto, Marcelo Sergio Villalba (42) fue detenido el 16 de agosto de ese año, luego de que los investigadores determinaron que había tenido en su poder el celular Samsung Core de la adolescente asesinada y se lo había regalado a su hijo con oto chip.

En su descargo, contó que se había encontrado el teléfono tirado y negó conocer a Bazán, a la víctima y a las demás personas nombradas en el expediente.

Además, fue procesado en Capital Federal por "abuso sexual simple" en una causa en la que fue acusado de haber manoseado a una mujer en el microcentro porteño el 20 de abril de 2017, razón por la que la víctima de ese hecho denunció en sus redes sociales que si lo hubiesen dejado detenido por su caso, quizás Anahí Benítez no hubiera sido asesinada tres meses más tarde.

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