El Club Israelita Macabi vive uno de los mejores momentos de su historia. Porque el pasado viernes, después de 26 años, ganó su segundo título anual en el básquetbol provincial. Y el festejo fue doble. Es que solo cinco días antes había gritado campeón después de 11 años: el Apertura 2008 fue la última vez que el Celeste dio una vuelta olímpica. Sin embargo, la final anual, la que cuenta para quedar grabado entre los campeones del historial, era la que se le venía negando hacía más de dos décadas.
Aunque más allá del trofeo, el logro más importante de Macabi es haber vuelto a formarse como institución de básquetbol. El club de calle España había encontrado su abismo en el 2016, cuando descendió a la última categoría. A partir del 2017 se plantó el objetivo de volver a estar en lo más alto. El proceso fue contundente: primero disputó el Nivel Dos, ascendió al Nivel Uno y en el Clausura de ese mismo año, de forma invicta, volvió a la máxima categoría de Mendoza.
Una vez arriba, la parte más difícil era perdurar en ese nivel, ya que el salto desde el ascenso a la Superliga, representa una diferencia basquetbolística muy grande para cualquier equipo. A Macabi le costó en el primer torneo del 2019, a tal punto que debió jugar por el descenso (en el que decretó la pérdida de categoría por primera vez de Regatas) y luego la reválida con el subcampeón del Nivel Uno, pero logró sortear ambos desafíos.
Después las metas mutaron y fueron por todo: volver a ser campeones. Y lo lograron, siendo un equipo compacto, con un juego basquetbolístico de gran nivel.
Parte de todo este proceso, fue el histórico capitán Celeste, Andrés Berman, que volvió en el momento crítico del club, a jugar el Nivel Dos y se propuso dejar a Macabi nuevamente en lo más alto. Así fue y en un mano a mano, contó cómo fue todo ese proceso desde el descenso en 2016 hasta llegar al campeonato anual en el 2019, serie en la cual no pudo jugar debido a un fuerte estado febril.
-Después de esta semana con doble festejo ¿volviste a tierra?
-Creo que recién ayer (por el sábado), empecé a dimensionar lo que habíamos logrado y en el grupo que tenemos con los chicos les mandé un mensaje agradeciéndoles por el compromiso y el amor que habían puesto este año por el club. Por ahí no habíamos dimensionado lo que logramos, lo que se ha generado en el club, pero creo que más adelante lo vamos a valorar y se va a magnificar en el tiempo.
-Desde el descenso en 2016, hasta este campeonato anual, pasaste por todos los estados ¡hasta el febril!
-El día que nos vamos al descenso, al otro día hablé con Fer Segal (dirigente de Macabi) y le dije ‘tenemos que hacer algo, yo vuelvo al club, pero vamos a hacer algo serio y competitivo, es la única condición que pongo, no quiero plata ni nada’. Me dijo que sí, vamos para adelante. El objetivo era estar en Superliga cuanto antes, no podíamos perder tiempo. Todos los objetivos que nos propusimos, los cumplimos. Respetamos los tiempos y a medida que íbamos creciendo, lo más importante para nosotros era que crecieran las inferiores y en eso tuvo mucho que ver Eze Rosemblat y el Walter (Burgos), que siempre estuvo dispuesto a ocupar el lugar que le decían. Para mi él es una de las personas más importantes de este proyecto y el Eze, que en silencio, está todos los fines de semana con los chiquitos, trabajando.
-¿La meta principal continúan siendo las formativas?
-Siempre. Tenemos que hacer fuertes nuestras bases. Hoy completamos categorías, en mosquito, premini y mini tenemos más de 30 chicos que para nosotros es un montón. Creo que hoy comienza una etapa de fortalecimiento, a doblar la apuesta y a invertir en las inferiores.
-Antes habías dicho que el mejor refuerzo había sido el Nica (DT) ¿lo sostenés?
-Sí. De todas formas sería injusto con los chicos que vinieron jaja. Más allá de la experiencia y lo que sabe, tuvo mucha influencia en el manejo del grupo y mucha personalidad en un equipo con ‘mucho cacique’ y el Nica lo supo manejar perfectamente. Fue lo más influyente este año.
-Vos lo querías sí o sí...
-Sí, pudimos convencerlo, el proyecto lo sedujo. Una de las cosas más lindas que me pasó fue compartir con él un equipo, que venga a mi club y salir campeón con él.
-¿Qué es Macabi para vos?
-Mi casa. Viví y me crié en Macabi. Mis viejos estaban todo el día en el club trabajando porque eran dirigentes y cuando ellos no estaban ahí, yo seguía y cuando me sacaban, me iba llorando a mi casa. No me podían sacar. Mis amigos de la vida son del club, los momentos más lindos con mis hermanas los pasé en el club.
Nicastro: “Encontré una gran familia”
El entrenador del equipo campeón, Eduardo Nicastro, que supo ser DT de selecciones provinciales, habló sobre este logro y su paso por Macabi.
-¿Qué se te pasó cuando sonó la chicharra, levantaste los brazos y miraste al cielo?
-Son momentos muy lindos. Pensé mucho en mi papá que desde el cielo me acompaña siempre y fue una forma de agradecerle. También uno piensa en el esfuerzo de la familia de uno, que lo acompaña en todo momento. Soy un eterno agradecido a mi esposa Laura y mis hijos, que son los hinchas número uno míos. También estuvo mi mamá en la cancha, son cosas muy movilizantes. Estar acompañado de la familia es algo muy lindo.
-Lo que encontraste en Macabi durante todo este año..
-Es una gran institución, un grande del básquetbol de Mendoza. Encontré una gran familia, calidez humana espectacular, es gente muy afectuosa y cariñosa. El grupo humano de los jugadores, con un afecto superlativo, más el cuerpo técnico que es increíble. Con Walter, Nelson, el Chapu, con una calidad profesional digna de destacar y quienes hicieron el trabajo mucho más fácil. Compartimos momentos muy lindos.
-Ahora ¿cómo siguen vos y el básquet?
-Ahora estoy empezando a descansar un poco, ha sido muy duro. Después, tranquilo, con mi familia lo evaluaré. Fue un año muy gratificante.
Puntos claves
Berman sobre Gattari. "No tengo más que palabras de elogio y agradecimiento. Él tiene un compromiso por el club como si hubiese nacido ahí. Es un tipo positivo, que da todo y nunca se guarda nada, tiene 41 años y quiere jugar 40 minutos, quiere ganar".
Clausura. Macabi contó con el jugador que más dobles convirtió (Martínez con 198); dos de los tres que más libres convirtieron (Martínez 113 y Llaver 95); al más rebotero (Martínez 382); y tres entre los 10 de mejor valoración (Martínez, Maranesi y Llaver).
Superlativo. Sin dudas que uno de los mejores aciertos para lograr estos dos títulos estuvo en los refuerzos. Primero llegaron Martínez y Nicastro (DT), luego Llaver, Alberici e Yriarte. Todos sumaron para bien e hicieron un equipazo con un juego muy destacado.