Un agotado pero contento Novak Djokovic besó su mano y acarició el concreto de la cancha, en un festejo tras concretar su regreso a la final del Abierto de Miami.
``Fue un beso de despedida; nos vemos en dos días'', dijo Djokovic. ``Quería que la cancha sintiera mi amor. Es una de mis canchas favoritas''.
Bajo un abrasador sol, Djokovic se impuso ayer 7-6 (5), 6-4 sobre David Goffin en las semifinales del torneo. El encuentro estuvo tan disputado que la diferencia puede haber sido un error de Goffin en un golpe de volea.
Djokovic no exhibió secuelas de los espasmos de espalda que lo aquejaron en los cuartos de final, y ahora tiene marca de 27-1 este año. El serbio tratará de ganar su cuarto título de 2016 el domingo ante el japonés Kei Nishikori, quien doblegó 6-3, 7-5 al australiano Kick Kyrgios en la otra semifinal.
El serbio está a una victoria de empatar el récord de Andre Agassi de seis coronas en Key Biscayne, y además puede romper la marca que comparte con Rafael Nadal de 28 trofeos de la serie Masters.
Victoria Azarenka enfrenta a Svetlana Kuznetsova hoy en la final de mujeres.
Djokovic ganó el desempate del primer set con un intercambio de 16 golpes, que fue recompensado con una ovación del público mientras el serbio levantaba el dedo índice.
El desempate se inclinó en favor de Djokovic cuatro puntos antes, cuando estaba 4-4. El belga tenía todo servido para liquidar un punto con una volea en la red, e inexplicablemente golpeó la pelota directo a Djokovic, quien la devolvió con un tiro elevado. El rally continuó y Djokovic finalmente lo ganó.
``Fui un poco afortunado en el desempate'', reconoció Djokovic. ``Pero siempre lo obligué a que hiciera un disparo extra''.
Djokovic ha sido finalista en los 11 últimos torneos de la serie Masters.