Enero con aumento, febrero con otro y marzo con un tercero. Así, consecutivamente, el bolsillo de los usuarios mendocinos de energía eléctrica deberá enfrentar un arranque que no da respiro en cuanto a la tarifa, ya que luego de la última actualización aplicada en la provincia retroactiva a diciembre, el próximo mes llegará con nuevos valores fijados por la Nación para los precios del mercado mayorista eléctrico de hasta 400%, que impactará sobre todo en los consumos superiores a los 600 kilovatios por bimestre.
Eso representa más del 25% de los casi 440 mil usuarios que hay en Mendoza, según lo proyecta el EPRE (Ente Provincial Regulador Eléctrico). Ayer, técnicos del ente elaboraban distintos modelos una vez publicada la resolución en el Boletín Oficial de la Nación.
Si bien no se había cuantificado la incidencia de los nuevos precios que cobrará Cammesa (Compañía Administradora del Mercado Mayorista Eléctrico) a las distribuidoras, lo seguro es que sumará un ajuste extra al de marzo, cuando los mendocinos reciban casi 5% de incremento previsto dentro del cronograma de ajustes trimestrales que el Ejecutivo aprobó a las distribuidoras hasta 2017.
En realidad, se trata de la primera actualización fuerte de los costos de abastecimiento al menos desde 2011. Se trata de un componente clave de la tarifa al usuario final (representa entre 35% y 40% de lo que se paga en las facturas), que hasta ahora se había ajustado en no más del 1%, según estiman las autoridades regulatorias, en función de la renovación trimestral de los cuadros tarifarios.
El Gobierno deslindó consideraciones en el EPRE, a la espera de una reunión para precisar cómo se trasladará al sistema en la provincia. Si bien su efecto puntual por categorías de usuarios está bajo análisis junto a la Secretaría de Servicios Públicos, “en demandas de hasta 300 kilovatios bimestrales prácticamente no tendrá incidencia.
En cambio, debido a que está relacionado con un mayor consumo, se sentirá más en las tarifas residenciales que superen los 600 kw bimestrales”, consideró Elián Japaz, presidente del EPRE.
Actualmente, unos 320 mil mendocinos se reparten entre las categorías T1R1 (hasta 300 kw/bimestre), y T1R2 (de 300 a 599). Por encima hay otros 120 mil, quienes más sentirían el impacto de los nuevos costos de abastecimiento autorizados por Aranguren al mercado mayorista.
Edemsa, bajo la lupa
La resolución 6/2016 firmada por el ministro Aranguren determina que una variable clave será la tarifa social, por la cual los hogares que acreditan ingresos insuficientes pagan un valor diferencial. Sucede que supedita la vigencia de los valores diferenciales a la regularización de deudas de las distribuidoras.
En Mendoza, la principal operadora del servicio, Edemsa, es la más comprometida en ese sentido. Con 421.261 clientes (98% pequeñas demandas y 2% grandes clientes), mantiene un pasivo superior a $ 800 millones con Cammesa, lo que la deja expuesta al efecto del artículo 9 de la Resolución para quienes pagan tarifa social.
“Estamos analizando el impacto de la resolución, pero aún no se ha cerrado un convenio con Cammesa”, señaló Neil Bleasdale, gerente general de Edemsa.
Definiciones
Desde la empresa aseveraron ayer que esperan más definiciones y que, pese a la falta de un plan de pago por la cuantiosa deuda con el mercado mayorista, “están pagándose las compras corrientes”.
Así las cosas, todo indica que el mentado “sinceramiento de tarifas” ya empezó, y muy pronto se trasladará a las facturas. De acuerdo al experto en temas energéticos Eduardo Pincolini, de Ciet Consultora, “hay un atraso tarifario del 300% respecto de 2013, teniendo en cuenta que la última vez hubo un ajuste pero no en la proporción necesaria para la sustentabilidad del sistema. La energía, tal como está, es tan barata que justifica un consumo poco racional pero resulta inviable”.
A qué equivalen 600 kw
Una demanda 600 kilovatios o más es propia de una vivienda con, al menos, 2 equipos de aire acondicionado, microondas, heladera con freezer y otro extra.
Otro caso, más cercano a los 700 kilovatios, corresponde al consumo de una casa con jardín iluminado, pileta con bomba automatizada, aire acondicionado, heladera y microondas, aún con 90% de las luces tipo bajo consumo de 20 vatios (equivalente a 75 de una lámpara incandescente).
A la hora de reducir el consumo, Pincolini sugiere el aislamiento térmico y electrodomésticos eficientes.
“Facilita menor consumo tanto en invierno como en verano, con un 20% a 22% de ahorro anualizado. Además, el uso de artefactos Clase A asegura menor consumo para un mismo nivel, sin contar con lámparas LED o de inducción, que para una vida útil de 100 mil horas permiten gastar 30% menos, ideal para lugares con iluminación constante o superficies comerciales”.
El futuro, para el experto, será la normativa ISO 9001 de uso eficiente de la energía, que “desde 2017 será exigible a empresas y obligación en viviendas nuevas”.