El 1 de febrero comenzó a regir el segundo tramo del aumento de la tarifa eléctrica establecido por el Ministerio de Energía de la Nación. La suba promedia el 15% para la mayoría de los usuarios residenciales pero se espera un alto impacto en los costos de fábricas y empresas de toda la provincia.
Referentes de diferentes actividades económicas cuestionaron la política de incrementos establecida por el Gobierno, expresaron su preocupación por los aumentos y pidieron ayuda financiera y tarifas diferenciales.
Impacto económico
La suba tarifaria de febrero no es la primera ni la última que aplicará el Gobierno Nacional, pero sí una de las más difíciles de enfrentar para los empresarios. Es que muchos se encuentran en los meses de mayor actividad y necesitan hacer uso intensivo del servicio eléctrico.
Marcelo Boccardo, vicepresidente de la Cámara de Exportadores de Mosto, dio cuenta de esa situación. "El impacto del aumento de diciembre fue muy alto para la industria vitivinícola y el resto de los sectores productivos. Lamentablemente creemos que se va a repetir lo mismo en febrero", comentó.
"El problema es que muchos productores necesitan electricidad para extraer agua subterránea para riego y los costos son cada vez más altos. Quizás a los exportadores les ayuda un poco la suba del dólar. Nada alcanza para compensar las subas de tarifas y el avance de la inflación en general", agregó.
Para dar una idea más clara del impacto de los aumentos, el empresario aclaró que para muchos productores la incidencia de la electricidad sobre el costo por hectárea aumentó del 10% al 30% desde que empezó el proceso de quita de subsidios.
Según datos del Ente Provincial Regulador Eléctrico (EPRE), en la temporada pasada existían cerca de 8.000 productores en el segmento de Riego Agrícola y muchos de ellos encuentran serias dificultades a la hora de enfrentar las subas tarifarias.
Esa realidad se repite para otras actividades. Adolfo Trípodi, presidente de la Federación Económica de Mendoza (FEM), opinó que "se verán muy afectados por el aumento tarifario de febrero el comercio, la industria y el agro".
En relación al comercio, Trípodi señaló que “para algunos negocios, el valor de la factura eléctrica es similar a lo que se paga por un mes de alquiler”.
Por otro lado, se mostró preocupado sobre cómo impactará la suba de las tarifas en los niveles de consumo. “El aumento de la luz no solo incrementa nuestros costos, sino que además resiente el consumo. La inflación avanza y los sueldos permanecen por mucho tiempo sin cambios. Eso se siente mucho en el nivel de actividad”, lamentó.
También dejó su opinión Juan Viciana, vicepresidente de la Unión Comercial e Industrial de Mendoza (UCIM), quien se mostró comprensivo respecto a la normalización del precio de los servicios públicos, pero cuestionó la forma en la que se está realizando la quita de subsidios.
"Hay que acostumbrarse a un cambio que sabíamos que en algún momento iba a llegar. Lo más difícil, más allá del alto costo que debemos enfrentar, es que tenemos que adaptar el negocio de un momento a otro y no todos pueden hacerlo", señaló.
Agregó: “Hay empresas que tienen la condición económica para cubrir los incrementos, pero hay otras que no, y ante los aumentos permanentes corren mucho riesgo de desaparecer”, advirtió.
También sumó su postura Marcelo Quercetti, presidente de la Asociación Empresaria Hotelero Gastronómica y Afines de Mendoza. El empresario advirtió que para las empresas que nuclea la cámara, la situación es crítica.
"Hay hoteles que pagaban facturas de luz de $ 40.000 y luego de los aumentos de diciembre pasaron a pagar montos superiores a $ 100.000. A eso se le deberá sumar el nuevo aumento de febrero, que llega en un momento con niveles de consumo muy alto, por los aires acondicionados", reclamó.
“La situación es delicada, porque antes de los incrementos ya estábamos trabajando con un margen de rentabilidad muy bajo del 5%. De cada $ 100 que cobramos, $ 52 son para pagar impuesto y los otros $ 48 se destinan a pagar los costos y a tener una pequeña ganancia. Ya no tenemos capacidad para absorber más incrementos”, agregó Quercetti.
Pedro Bizzotto, presidente de la Asociación de Industriales Metalúrgicos de Mendoza (Asinmet), describió un escenario igual de alarmante para las empresas del sector metalmecánico. "Antes de las subas, el costo del servicio eléctrico de la mayoría de las fábricas era equivalente al costo de un salario. Hoy, equivale a cuatro remuneraciones", aseguró.
Para Bizzotto, los incrementos podrían enfrentarse en un momento de expansión económica, pero con este escenario no es posible. “Con mayores niveles de actividad podríamos cubrir los costos, pero hoy hay muy poco trabajo y es muy difícil”, sentenció.
Agroindustriales reclamarán a Cornejo una tarifa diferencial
Hoy, a partir de las diez y media de la mañana, representantes de 15 cámaras agroindustriales de la provincia se reunirán con el gobernador Alfredo Cornejo para pedirle una tarifa diferencial para el uso del servicio eléctrico en fincas.
Sebastián Lafalla, presidente de la Cámara de Agricultura, Industria y Comercio de Tupungato, adelantó que se hará un pedido conjunto de baja de tarifas con argumentos técnicos y pruebas contundentes.
"En los últimos dos años las facturas de luz subieron 200% y en los meses de mayor actividad estamos pagando facturas promedio de
$ 100.000", comentó.
“De esa manera es imposible competir. Nos quieren llevar a precios de energía del primer mundo, pero con condiciones económicas del tercer mundo”, agregó Lafalla.
El representante de la cámara tupungatina, reconoció que la decisión de aplicar una tarifa diferencial no corresponde a la Provincia, sino al Gobierno Nacional, pero confió en la intervención del gobernador para lograr una respuesta favorable del Ministerio de Energía de la Nación. “Queremos que Cornejo defienda a la agroindustria local y confiamos en que así será”, apuntó Lafalla.
Como antecedente al reclamo de los empresarios, se puede mencionar que el Gobierno aumentó de $ 60 millones a $ 90 millones el monto asignado a subsidios para la tarifa de riego agrícola que pagan productores de menos de 50 hectáreas.
Otros sectores también se acercaron al Gobierno de Mendoza en busca de soluciones, como es el caso de Aehga, que no pidió una tarifa diferencial, sino disponibilidad de créditos flexibles para la incorporación de tecnología que permita bajar el consumo.
"Nos reunimos con el subsecretario de Industria y Comercio, Guillermo Cruz, para pedirle créditos con tasas no mayores al 5% anual para poder incorporar tecnología led de bajo consumo en nuestros hoteles. El funcionario se comprometió a trabajar en el tema", comentó Quercetti.
Por su parte, Adolfo Trípodi, de la FEM, se refirió la reunión que la Federación Económica de Mendoza y la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME) tuvieron la semana pasada con el ministro de Energía, Juan José Aranguren. “Le solicitamos que se contemplen tarifas diferenciales para los casos puntuales que mayores dificultades tengan para pagar la electricidad”, indicó Trípodi.