Que sí, que no, que sí. El tan esperado decreto por parte de las distribuidoras eléctricas de Mendoza, que actualiza hasta 90% los cuadros tarifarios congelados desde 2013, fue uno de los últimos firmados por el gobernador saliente, Francisco Pérez. Entre una pila de expedientes con pases a planta de allegados y compañeros de militancia, el ahora ex mandatario cumplió la palabra empeñada meses atrás, que abre la puerta a un esquema de aplicación escalonada con un ajuste para arrancar 2016 y luego tramos hasta mitad de 2017.
Y lo que era un secreto a voces empezó a confirmarse con el correr de las horas desde el EPRE: Pérez había estampado su firma el viernes 4, último día hábil de su gestión. Finalmente el secretario de Servicios Públicos, Sergio Marinelli, tras reunirse en días previos con su antecesora, Patricia Martínez, confirmó la decisión.
Pero no sólo eso. Ayer, las empresas esperaban la definición de una "ayuda" para compensar gastos, inclusive salarios, de diciembre. Una especie de cargo fijo a incorporar a las facturas para facilitar inversiones inmediatas ante un verano que asoma lluvioso y con riesgo de cortes del servicio.
Por lo pronto, el ahora ex ministro de Energía, Marcos Zandomeni, confirmó el envío del decreto durante la semana pasada para la firma de Pérez.
“Fueron varios decretos que van a ser notificados y publicados. En el caso de la actualización de cuadros tarifarios, hay una cláusula que permite completar el aumento progresivamente el próximo año y medio”, precisó Zandomeni, que antes había tenido contactos con el designado subsecretario de Energía, Emilio Guiñazú.
Entre las restantes decisiones que dejó “abrochadas” Pérez, está la intervención de la Cooperativa Eléctrica Rivadavia, tras la causa iniciada contra su titular, Alberto Debandi, por manejo irregular de fondos.
El resto de las distribuidoras, atentas a la novedad que más les interesaba tener, la recibían con beneplácito.
Algunos directivos empezaron a enterarse en los últimos días y otros estuvieron en la mañana del día del traspaso de gestión en Casa de Gobierno para asegurarse que, después de dos años y medio de espera, no fuera sólo humo.
Según el gerente general de Edeste, Raúl Stasi, “hay que esperar la publicación del decreto. Pero está claro que resulta impostergable: el tema es cuánto, cómo y sobre todo cuándo, que es una condición, porque se necesita dinero para las redes ahora”.
Para Stasi, tampoco hay que descartar la aplicación del cargo fijo para contar con fondos ahora. “El temor a un verano tormentoso está. De ahí la idea de compensar ahora el flujo, porque la Convergencia complicó todo”, aseguró, sobre los dos años consecutivos de congelamiento de tarifas.
Ayer faltaba la publicación en el Boletín Oficial, algo que se espera para los próximos días. Lo cierto es que la medida se da a casi tres meses del informe sobre la audiencia pública emitido por el EPRE. El mismo que propone distintas alternativas pero todas en el orden del 90% con un ajuste inicial a regir desde enero.
Cómo incidirá en las facturas
"Ahora el EPRE tiene que definir la segmentación para la facturación, a partir del 40 por ciento inicial. Más allá de la necesidad, es una medida que no se puede adoptar entre gallos y medianoche", señaló con cierto fastidio Marinelli.
De acuerdo a los cálculos, la incidencia será de $ 10 a $ 12 en las facturas de los segmentos más bajos (hasta 300 kilovatios bimestrales). Es probable que el aproximado 50 por ciento restante se traslade a los usuarios en 6 cuotas trimestrales o 9 bimestrales consecutivas.
Hasta entonces, para Marinelli, el reconocimiento de costos por diciembre “es una alternativa, teniendo en cuenta el atraso de casi tres años con las tarifas”.
Retroactivo vs. Convergencia
La decisión adoptada en el final por Pérez está concatenada con un reconocimiento a las empresas de un retroactivo de más $ 2.400 millones por el desfasaje desde agosto de 2013, cuando debió haberse hecho la revisión integral de cuadros como corresponde cada 5 años. El decreto 390 fue cuestionado como inconstitucional por el flamante ministro de Hacienda, Martín Kerchner, en ese momento en su carácter de diputado provincial de la UCR.
Los concesionarios del servicio se esperanzan en que, a medida de que vayan recomponiéndose las tarifas, se retome la discusión con el poder concedente acerca de cómo se pagará el retroactivo. Nadie duda de que, ante el oscuro panorama financiero de Mendoza, el Gobierno recién asumido lo tendrá como pendiente por ahora.
Un problema son los pagos sin cancelar por la Convergencia Tarifaria, el programa que vence el 31 de diciembre con el cual la Nación mantuvo congelados los valores a cambio de casi $ 600 millones en subsidios a las empresas.
“Lo que se certificó y no se pagó se reclamará. Es dinero que disminuye el ítem ingresos no percibidos; por tanto, mientras más cobremos más se benefician los usuarios”, dicen en Edeste, que aún tiene por cobrar un 40%.
Edemsa es una de las postergadas. Por sus deudas con el mercado mayorista, la Secretaría de Energía la marginó de la ayuda en 2014, pero tiene por cobrar 2015.
