El lunes vuelven a atender los hospitales

El Gobierno firmó ayer el convenio con ATE y Ampros. Así, llegó a su final un conflicto que incluyó 22 días de paro. Ahora, el Gobierno analizará cómo se reprogramarán las cirugías suspendidas.

El lunes vuelven a atender los hospitales

El prolongado conflicto de los gremios de la Salud con el Gobierno tuvo su final, aunque con algunos puntos suspensivos. La propuesta que fue firmada ayer obtuvo el 81% de votos en el plebiscito hecho entre los empleados del sector y cerró un conflicto que se prolongó durante casi tres meses, con una huelga por tiempo indeterminado iniciada a fines del mes pasado que llevó a 22 los días de paro.
 
El acuerdo implica que el lunes vuelve la atención normal a los hospitales y centros de salud públicos, y ya se piensa en un cronograma para recuperar los días perdidos en cirugías y atención general.

Por lo pronto, en el Gobierno volvieron a confirmar que no se pagarán los días no trabajados por paro. Este punto es uno de los "pendientes" para ATE y Ampros que hacen peligrar la frágil paz firmada con el Ejecutivo. Puntualmente, la disputa por la devolución de los días no trabajados (muy relacionado con las reprogramaciones) y la pelea entre los gremios combativos y el ministro de la cartera, Matías Roby, dejan entreabierto el conflicto.
 
El acta contempla que el 26 de agosto, a las 10, las partes volverán a reunirse para analizar cómo ha impactado el contexto económico, puntualmente la inflación, en los salarios. La posibilidad de volver a negociar a mediados de año fue uno de los logros con los que ATE y Ampros se dieron por satisfechos y que terminó por ponderar el hecho de que no se haya llegado al 45 por ciento pedido originalmente.

"Conseguimos un aumento del 34,5% que fue llevado al básico. No hay ningún monto en negro. Es un camino que nos ha costado mucho", dijo ya relajada Raquel Blas,  secretaria general de ATE.

El porcentaje conseguido se traduce en un 30,5 por ciento más al sueldo de bolsillo y se suma a otros pedidos indeclinables, también conseguidos: la quita de los topes de aumento para los sueldos más altos y la retroactividad a marzo (en un principio era a enero).

Con estos logros plasmados en la propuesta, los gremialistas festejaban ayer en la Subsecretaría de Trabajo aunque la novela cerrada casi suma un capítulo extra: el acta acuerdo demoró en ser firmada y los gremialistas señalaban al subsecretario de Planificación de Salud, Diego Álvarez, como el responsable por no estar en la mesa de negociación.
 
"Éste fue un intento más de Roby. Finalmente tuvieron que llamar al Gobernador (quien se encontraba en Buenos Aires en el Congreso del PJ) y en 10 minutos se solucionó el problema", relató Blas.

Desde el Gobierno desmintieron que esto fuera así: "Esto no es verdadero. Sólo hacía falta la firma del paritario general de Gobierno, de hecho yo no soy miembro de la mesa", retrucó Álvarez en diálogo con Los Andes.

Más allá del round de ayer, la pelea que mantienen los gremios con el Gobierno no es nueva y, según dicen los referentes sindicales, más allá del logro concretado van a mantenerse "en alerta" durante este tiempo hasta agosto. "No está resuelto el problema sino una parte del salario hasta agosto. Pero todo lo demás, como la falta de insumos y de personal, es parte de acuerdos incumplidos", advirtió Blas. Sobre esto, Álvarez respondió: "La  reprogramación no es por falta de insumos. Todo el atraso se lo deben al paro".

Reprogramaciones

Una vez acordado el salario, ahora queda la tarea de recuperar el tiempo perdido, o sea definir cómo se van a reprogramar las intervenciones quirúrgicas y turnos. Ésta será la tarea a la que se abocarán desde el Gobierno en los próximos días. "Recién a partir del lunes sabremos bien cuántas cirugías deben ser reprogramadas. Esto va a llevar tiempo porque no todos los hospitales tienen quirófanos", señaló Álvarez y planificó: "A partir de ahí se confeccionará un cronograma de recuperación que incluirá varios factores" dijo, sin precisar si los profesionales deberán trabajar más horas.

Algo similar apuntaban en los gremios, aunque con definiciones distintas. Es que en ATE piensan en presentar un cronograma de recuperación de cirugías y turnos como una contraprestación, a cambio de la devolución de días no trabajados por el paro, que incluyó 22 días de atención mínima (sin contar feriados y fines de semana).

En el Gobierno ya han adelantado que "no se pagarán" estos días, argumentando que parte fueron luego de dictada la conciliación obligatoria. La postura ha sido defendida por distintos funcionarios (aunque no con la misma intensidad) y hasta fue tomada como bandera de lucha por Roby, quien amenazó con renunciar si esto sucedía.

Desde el otro lado, los gremios adelantaron que recurrirán  a las Cámaras laborales. "Nosotros vamos a presentar una contraoferta en donde se saque la cuenta de lo perdido y se establezca un cronograma de devolución. Depende de ellos. Nosotros proponemos hacerlo", señaló Roberto Macho, secretario adjunto de ATE y apuntó: "Si el Gobierno no atiende esto, nos preparamos para una denuncia internacional por discriminación". 

La justificación que dan es que a los docentes nucleados en el SUTE les devolvieron los días de huelga. "En esto queda demostrado que se trata de un gremio oficialista y que hay diferenciación entre los trabajadores del Estado", acusó Macho. Frente a la especulación de que los maestros puedan exigir los puntos diferenciales conseguidos en la Salud, desde ATE le marcaron el terreno: "Antes de que acordara el SUTE nosotros advertimos que se estaba firmando un ajuste. Es un problema para los docentes que la dirigencia amiga del Gobierno haya cerrado ese acuerdo".

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