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Los lunares están de moda. En la ropa, quizás; pero en decoración, seguro. Sencillos y alegres, estos divertidos círculos pueden dar un toque muy especial a una habitación o pared, sin que tengas que dejar el presupuesto en el intento. Decorar paredes con lunares de cualquier tamaño (todos del mismo o combinados) pueden generar ambientes tan divinos como los de estas imágenes.
Además de ser muy decorativos, los lunares tienen otra gran ventaja: son muy fáciles de pintar. Podés hacerlos con diferentes técnicas y siempre quedarán lindísimos.
Claro sobre oscuro… O viceversa
Antes de pintar la pared, tenés que decidir si querés el fondo claro y los lunares más oscuros, o viceversa. En estas imágenes te mostramos ambas posibilidades. Además, si querés pintar alguna pared de un color intenso y te da miedo que el contraste sea muy fuerte, podés pintarle unos lunares del mismo tono blanco que el resto de las paredes: así la combinación será más armónica.
Paredes, puertas y muebles
Para pintarlos podés recortar unos círculos en una hoja de plástico autoadhesivo transparente y fijarla a la pared. Luego basta con pintar los lunares con pintura acrílica y rodillo, dando varias manos.
Otra opción interesante es utilizar vinilos decorativos en forma de círculo o papel pintado a lunares. Como podés ver en las fotos, incluso las puertas y los muebles agradecen este tipo de decoración.