La defensa de Lula ingresó hoy con un tercer pedido de "habeas corpus" al Supremo Tribunal Federal (STF), máxima instancia de la Justicia brasileña, para evitar la prisión del ex presidente.
El nuevo pedido se realizó mientras el ex líder sindical permanece en el sindicato de los metalúrgicos de San Pablo, pasadas dos horas del plazo que el juez Sérgio Moro le concedió para que se entregase voluntariamente a la Policía Federal (PF).
Este es el tercer "habeas corpus" que presenta la defensa de Lula. El primero fue denegado por el STF el jueves, lo que dio paso a la orden de arresto emitida por Moro. El segundo, presentado al Supremo Tribunal de Justicia (STJ), segunda instancia judicial del país, fue denegado hoy.
El "habeas corpus" es un recurso urgente basado en garantías constitucionales que permite a un acusado pedir a un juez que suspenda una orden de prisión que considera injusta. La diferencia entre el primer recurso presentado al STF y éste es que el nuevo se efectuó con el mandato de arresto ya expedido.
Las chances de que el tribunal acepte el nuevo recurso son, de todas formas, casi nulas.
Lula, de 72 años, permanece en la sede del sindicato de los metalúrgicos y se espera que pase la noche allí. A la salida del predio de la organzación, miles de manifestantes están apostados en su apoyo.
El desenlace de la situación, todavía muy incierto, mantiene en vilo a todo Brasil.
Varios medios reportaron la existencia de negociaciones entre la defensa del ex mandatario y la Policía Federal, respecto a las condiciones en que se daría la potencial entrega.
Pese a que incumplió con el plazo establecido por Moro, la Justicia brasileña no considera que Lula esté prófugo.