El detenido ex presidente de Brasil Luiz Inácio Lula da Silva aseguró que quiere salir de la cárcel "con la frente en alto", porque "sé muy bien qué lugar me reserva la historia", a la vez que afirmó que su país está gobernado por una "banda de locos".
Lo dijo en la primera entrevista que da desde que fue detenido por corrupción el 7 de abril de 2018, a los diarios Folha de Sao Paulo y la versión brasileña del español El País, realizada en la sede de la policía federal en Curitiba, estado de Paraná, fronterizo a Misiones.
“Este país tiene que hacer una autocrítica general. Este país, lo que no puede es estar a cargo de esta banda de locos que gobierna el país. El país no merece eso y sobre todo el pueblo no merece eso”, dijo Lula en la entrevista, que fue filmada y en la cual se mostró con un saco gris y su clásica barba, que se vio más blanca.
Fue la primera crítica contra el gobierno de Jair Bolsonaro ya que es la primera vez que es filmado hablando. La entrevista había sido pedida hace ocho meses, en la campaña electoral, pero la justicia electoral se lo impidió. En aquel momento era el candidato presidencial favorito en las encuestas.
Lula fustigó la política externa de Bolsonaro y de su canciller, Ernesto Araújo, y recordó los vínculos de la mafia de las milicias parapoliciales de Río de Janeiro con la familia presidencial. "Imaginen si los milicianos fueran amigos de mi familia", declaró.
Lugar en la historia
Y, sostuvo que no cambiará "dignidad por libertad" al afirmar que está "obsesionado en desenmascarar" al juez Sergio Moro y al fiscal Deltan Dallagnol, del Lava Jato, y a los jueces de la cámara de apelaciones, "que (me) condenaron -aseguró- sin leer el proceso".
“Sé muy bien qué lugar me reserva la historia. Y sé también quién estará en el basurero”, dijo.
El ex presidente recibió una rebaja de pena días atrás -de 12 años y un mes de prisión a 8 años y 10 meses- en la causa por corrupción y lavado de dinero en el caso en el que fue encontrado culpable de recibir un departamento en Guarujá, en la costa de San Pablo, por parte de la empresa OAS.
“Sé bien el lugar que me reserva la historia y sé bien quien irá para el cesto de basura de la historia”, acotó, al hablar sobre quienes lo condenaron.
Lloró Lula en la entrevista al recordar a su nieto Arthur, fallecido en febrero pasado, y dijo que sus hijos están "mal económicamente" porque él tiene todos sus bienes embargados por orden de la Operación Lava Jato.
Sobre sus días en la cárcel, el exmandatario contó que casi no tiene compañía. “Paso todo el tiempo solo. Leo, veo películas, muchas series, muchos discursos, asisto a muchas clases. Hice un curso por Youtube sobre la guerra de Canudos (conflicto de un grupo religioso contra el Ejército en el Estado de Bahía en el siglo XIX) que cuenta las mentiras que Euclides da Cunha contaba. Recibo clases todas las semanas”, expresó.
“Yo me quedaría en la cárcel unos 100 años, pero no cambio mi dignidad por la libertad”, afirmó. Y agregó que espera que el Supremo Tribunal Federal “lea el proceso y vea que no hay pruebas para condenarme”.
Sobre la Justicia
Sobre sus futuros juzgadores, recordó: “Es una Corte que se enfrentó a la Iglesia Católica al votar por células madre, que se enfrentó al agronegocio del arroz para demarcar tierras indígenas, que le dio luz verde a los cupos universitarios para negros”.
“No tengo problema en quedarme acá preso para el resto de la vida. Quien no duerme bien es Moro o el fiscal Dallagnol, que hace negocios personales con Lava Jato”, acusó y calificó a la operación anticorrupción como parte de un “mesianismo ignorante”.
"Reafirmo mi inocencia, comprobada en diversas acciones", agregó.
Según Lula, lo que lo mantiene vivo "es el compromiso con Brasil y con el pueblo".
El ex mandatario señaló que vivió una persecución mediática, que no logró destruirlo. “Obviamente, reconocemos que perdimos las elecciones. Ahora bien, conviene recordar la fuerza del PT. Porque, solo yo personalmente, ya han sido más de 80 portadas de diarios contra mí. Y no lograron destruirme. Eso significa que el PT tiene una fuerza muy grande. El PT no ha sido destruido, ha perdido unas elecciones. Demostró que es el único partido que existe en este país en tanto que partido político. El PT debe haber cometido errores en nuestros gobiernos...”, expresó.
Al ser consultado sobre la corrupción, respondió: "Ayrton Senna cometió un solo error y murió. Puede que haya habido corrupción, pero que se demuestre con pruebas".
Con la reducción de pena Lula está en condiciones de salir en setiembre próximo para un régimen domiciliario, pero la cámara de Porto Alegre debe confirmar o revocar una segunda condena en primera instancia, por refacciones que la empresa Odebrecht hizo en una casa quinta en Atibaia, San Pablo, frecuentada por Lula y propiedad de una familia amiga del ex sindicalista.
Bolsonaro respondió duramente a los dichos de Lula
El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro , afirmó que al menos no es gobernado por "una banda" de borrachos al ser interrogado sobre las declaraciones en las que el ex mandatario Luiz Inácio Lula da Silva aseguró que el país era gobernado por "una banda de locos".
“Por lo menos no es una banda de cachaceiros (que se emborrachan con cachaza)”, dijo el líder de la ultraderecha.
El mandatario y capitán de la reserva del Ejército comentó en tono irónico que pensaba que el consumo de bebidas alcohólicas era prohibido en las cárceles de Brasil, en una referencia al supuesto gusto de Lula por la cachaza, una acusación por la que llegó a amenazar con expulsar a un periodista extranjero del país durante su gobierno.
“En primer lugar creo que Lula no tendría por qué estar dando entrevistas. Fue un error que la Justicia le concediera el derecho a dar entrevistas. Presidiario tiene que cumplir su pena”, afirmó Bolsonaro sobre la decisión de la Corte Suprema que autorizó a dos diarios a entrevistar al ex presidente en la cárcel.
El jefe de Estado agregó que en la entrevista Lula dijo "bobadas" sobre su gobierno.