A toda marcha. Luján suma y sigue firme en la lucha por estar arriba. No detiene su camino y mira de reojo a Pacífico.
Por donde se lo analizara era un partido fundamental para el elenco de Andrés Villafañe y el CEC, de cara a no perder el tren de los escoltas.
Y el dueño de casa sacó el manual perfecto de la contundencia para llevarse un triunfo fundamental. No perdonó en los momentos clave y terminó marcando una diferencia importante.
Luján arrancó mejor en el juego y en la primera acertó con el gol de cabeza de Rodríguez (complicidad de Márquez tras salir mal en un centro).
Todo lo bueno que hizo hasta ahí, se fue desvaneciendo y la visita encontró el empate sustentado en una búsqueda saludable de atacar por abajo, pese al mal estado del campo.
Pero cada estocada del conjunto del bajo significaba un puñal letal para los comerciales. Mano de Scalabrella y penal que Montiveros no falló, con su acostumbrada potencia que sobresale de su pie derecho.
Luján descansó en la solvencia de Figueroa, las subidas lacerantes de Lescano, el despliegue del “Colo” y la potencia de Barreiro.
Los de Gianformaggio siempre buscaron con su acostumbrado buen fútbol, pero pagaron caro los graves errores defensivos.
Barreiro hizo alarde de su capacidad goleadora y estiró diferencias. Domínguez puso otra vez al CEC en partido con su doblete, pero Dellarole sentenció la historia.
Así fue. Palo por palo. Pero Luján no falló y celebra su buen presente.
Incidentes
Bronca de Gianformaggio. El entrenador visitante se fue expulsado sobre el final de la primera etapa y reclamó que fue agredido por los hinchas de Luján que estaban detrás del banco de suplentes.
“Me pegaron un piedrazo, yo no soy cagón y seguí, tal vez el árbitro creyó que se lo decía a él. Me banco todo”, expresó el DT.
Un "palito" a Luján. "Jugamos mucho mejor que Luján durante todo el encuentro. La diferencia es que ellos acertaron en las jugadas que tuvieron. Le pegaban para arriba para buscar a los delanteros. Juegan así, y esta vez les salió bien".