La escuela Elvira Ferraris, de educación especial y nacida en 2008, sigue sin poder acceder a un local propio y las clases se dan en el Centro Integral Comunitario (CIC) de Perdriel, por un préstamo a término que le hizo la comuna local.
Los educadores, encabezados por su directora Isabel Díaz, y los padres de los alumnos, quieren tener sede propia, que por razones de orígenes de la institución, tiene que ser en Ugarteche.
Las autoridades de la DGE acaban de informar que fue rechazado por el Consejo de Educación la propiedad que se iba a alquilar en Ugarteche, "no apta para que funcione una escuela". La explicación de la negativa es que el edificio no tiene ni cloacas y red de gas. Es decir, que por el momento y hasta nuevo aviso, la Ferraris seguirá funcionando en el complejo comunitario.
La expectativa de la comunidad es que se construya un local escolar propio, a través de la donación de un terreno a la DGE por parte del municipio o de algún privado, y que la obra sea encarada por el gobierno escolar en el próximo ciclo lectivo.
Educadoras de la escuela que lleva el nombre de una destacada docente de Luján, señalaron que la ubicación de la Ferraris tiene que ser Ugarteche.
"En algunos casos hay niños que caminan 5 kilómetros, entre fincas y por huellas, para salir a la ruta y luego viajan 12 kilómetros hasta acceder a la actual ubicación", señaló una docente.
La escuela fue creada para dar respuesta a los niños con discapacidad del sur del departamento de Luján.
La situación social de las familias que mandan sus chicos a este establecimientos es grave y en algunos casos crítica. "Tuve un alumno internado en el (hospital Humberto) Notti por neumonía, además de desnutrición. Su certificado de discapacidad dice retardo mental leve con tumores cerebrales malignos y tiene tan sólo 9 años, es hijo de padres jóvenes, y es el mayor de cuatro hermanos", contó la directora Díaz. Entre directivos y vecinos se ha organizado una colecta de mercadería y ropa.
En cuanto a la actual infraestructura disponible, los educadores señalan que disponen de espacios reducidos. Y no se dispone de clases de psicomotricidad ni de música, aunque recientemente se les otorgó horas de educación física, una actividad fundamental para estimular, favorecer y desarrollar habilidades básicas de los alumnos.
