Otra vez tropezó con la misma piedra. Una vez más y van... Es el karma del Granate que lo tiene a mal traer.
Fecha 4: vencía a Colón (SJ), la visita revirtió la desventaja y se fue festejando a casa. Fecha: estaba dos a uno arriba contra Peñarol (SJ), pero no lo sostuvo y se conformó con la igualdad. Fecha 10: ganaba cómodo en San Juan, se quedó e Independiente de Villa Obrera alcanzó el dos a dos.
Y en el Bajo, Luján volvió a cometer los mismos pecados de juventud. Dellarole había destrabado -resolvió con categoría- un partido muy complicado con Del Bono y parecía que la historia se encauzaba a romper con la racha, pero los fantasmas se hicieron presentes más que nunca y derrumbaron cualquier ilusión. De no creer.
A este elenco del Pollo Videla parece que le pesa mucho colgarse definitivamente la chapa de protagonista. Ganaba en su estadio, se metía en una posición expectante de clasificación en el final de la primera rueda, y en una ráfaga los sanjuaninos aprovecharon la siesta mendocina y no perdonaron a la hora de pisar el área. Letal.
¿Falta de equilibrio? ¿Inmadurez? Puede ser. Aunque el DT apuntó más a lo anímico y a la falta de actitud para explicar lo que le viene ocurriendo a su conjunto. “Despertamos a los rivales cada vez que convertimos, nos venimos abajo. Es anímico. Si seguimos así y no ponemos más vamos a tener problemas”. Clarito Videla.
Sí. Está dado vuelta.