Alos 39 años, Luis Scola sigue siendo determinante y hace historia para la selección argentina de básquet: el legendario número 4 fue el jugador más destacado de la semifinal del Mundial de China, marcando 28 puntos y 13 rebotes ante Francia, resultado que puso a la Argentina en la final del certamen ecuménico, en la que se enfrentará a España mañana desde las 9.
Con su temple, empuje y calidad, el capitán fue el goleador, el líder rebotero y la figura clave del partido: además, sumó 2 asistencia en 34 minutos de juego. Luifa apareció además en un momento clave del partido: cuando Francia se acercaba en el marcador, el ala pivot que juega en China clavó dos triples seguidos que ayudaron a "El Alma" a escaparse y asegurar el triunfo.
"El domingo juego, eso es lo único que puedo prometer. El lunes no se que pasará", respondió Luifa cuando finalizó el encuentro y le preguntaron las chances de que vaya a los Juegos Olímpicos de Tokio.
El capitán argentino no deja de sorprender: anotó 28 puntos y fue el máximo goleador del conjunto que dirige Sergio Hernández. Y desde ese lugar, se animó a reafirmar una comparación que había hecho hace unos días: "Este equipo tiene cosas de la Generación Dorada, no estaba loco cuando lo dije. Alguna gente me miró con cara rara y otros pensaron que exageraba". "Realmente es una muy buena victoria. Aseguramos la medalla y la verdad que es difícil de superar esto pero bueno todavía tenemos chances", agregó.
Scola llegó a 40 presencias en los mundiales, lo que lo pone como el segundo jugador con más apariciones por debajo del brasileño Ubiratán Pereira Maciel (41). El jugador formado en Ferro jugó su tercera semifinal en mundiales, tras hacerlo en 2002 y 2006. Solo dos jugadores habían logrado esa marca: Valeri Tikhonenko con la Unión Soviética y Rusia y Vlade Divac con Yugoslavia.
A cada paso de este Mundial, Scola agiganta su imagen en base a talento, carácter y rol de líder, reconocido hasta por el propio entrenador. Después del triunfazo y pase a la final contra España, se abrazó con Ginobili, también con su familia. Y al ingresar al vestuario hizo lo de costumbre: saludó a cada uno de los que recibieron al canto de MVP (traducido al castellano, jugador más valioso). Al escuchar semejante reconocimiento de sus compañeros, tuvo lucidez para la broma: "Sí, sí, jugador más viejo...". Y con esa onda, como líder y referente, continuó con el saludo ganador a cada uno.
Scola quizás ya no sea la potencia ofensiva que se inventaba los puntos solo, pero en todo el recorrido que hizo con este grupo, al que lidera dentro y fuera de la cancha, hizo gala de su inteligencia para seguir torciendo la balanza contra los rivales de turno. Ahora lo hace con otras armas, claro.
Con el boleto a los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 conseguido, los compañeros comenzaron la campaña pública para pedirle al capitán que juegue el torneo en Japón. Tendrán que esperar: todavía Scola, segundo anotador histórico en Copas del Mundo, tiene más para ofrecer en su versión mundialista...
Todos sus títulos con la selección Argentina: debutó en la Selección mayor contra Ecuador en el Sudamericano de Bahía Blanca de 1999. Conquistó el oro en el Premundial 2001; Juegos Olímpicos 2004, Premundial 2011 y Juegos Panamericanos 2019.