Llamó particularmente la atención una de las ponencias del 37º Congreso Mundial de la Viña y el Vino, realizado en Mendoza: la propuesta de abordar el mercado con blends de vinos producidos en dos o más países, por tanto, legalizar las prácticas que permitan llegar al producto final probablemente recogerá adeptos y detractores, pero seguramente no pasará inadvertida.
Para conocer más sobre el tema entrevistamos a Luis Rovello, quien respalda su conocimiento del negocio del vino con cinco años de gestión en las áreas de Nuevos Proyectos y de Exportaciones de Trivento Bodegas y Viñedos, un especialista en comunicaciones integradas que lleva adelante la iniciativa junto a su socio Guillermo Pontis (mendocino también), enólogo, que luego de su paso por varias bodegas en Argentina, Estados Unidos e Italia, se afincó en el país europeo donde dirige un club de vinos.
Rovello definió la esencia del proyecto, admitió que resta camino por recorrer y explicó por qué cree que la propuesta merece atención.
-¿Qué es InterBlend?
-InterBlend es una iniciativa que se presenta como un organismo de coordinación independiente que pretende trabajar en sintonía con las bodegas y los entes de regulación vitivinícola de los países miembros de la OIV, monitoreando, asistiendo y capacitando a sus miembros en la elaboración de vinos de corte obtenidos de la unión de vinos de dos o más países.
InterBlend tiene como función principal fomentar la integración cultural y el consumo del vino a nivel mundial, estandarizando y certificando las normas de producción de esta nueva práctica. Busca resaltar los atributos, historia y cultura de diferentes regiones vitivinícolas obteniendo así un “blend de culturas”.
-¿Cómo ha sido recibida esta iniciativa?
-Hemos recibido un apoyo muy importante por parte de numerosos referentes de la industria, de enólogos, que nos han acompañado durante todo este proceso.
En otro plano, los comerciantes del vino afirman la necesidad que tienen de ofrecerles a sus clientes un producto innovador, en este mercado internacional cada vez más dinámico y competitivo. Pero, fundamentalmente, la opinión de los consumidores es concluyente.
-La legislación argentina no permite los cortes con vinos de otros países. ¿Han hablado de esto con especialistas en legislación vitivinícola?
-Sí y quedan algunas reuniones pendientes. Conocemos la legislación, nos piden que demostremos que hay mercado no atendido… y hasta ahí hemos llegado. Creemos que las próximas reuniones, ya deberían tener un carácter decisivo.
-¿Ustedes creen que desde el punto de vista técnico no debería tener objeciones un blend entre vinos de dos o más países?
-En absoluto. Entendemos que las características de cada terroir pueden ser resaltadas, y ser complementarias entre sí. Es desde lo técnico, justamente, de donde hemos recibido los mayores apoyos. Eso se ve en los testimoniales que hemos recogido. Ahí uno termina de entender el camino y el espacio que este tipo de elaboración puede tener en el mercado.
-¿De dónde surge la certeza de que existe un mercado para estos productos?
-En esta campaña de testimoniales, que está subida a nuestro web site ha quedado claro que hay gente dispuesta, ya, a comprar lotes de este tipo de producto. Hablamos de importadores, vinotecas, cadenas de vinotecas, cadenas de hipermercados. Por otro lado, hemos salido a buscar la opinión del consumidor.
Relevamos alrededor de 1.000 opiniones en Argentina e Italia, en Brasil, Uruguay, Venezuela, Perú, Estados Unidos, España y lugares donde hemos distribuido el mensaje con fuerte apoyo de redes sociales.
Planteamos una encuesta de dos minutos y el resultado fue contundente: el 98% de la gente que respondió está dispuesta a consumir lo que llamamos un “blend cultural”, esto es, un vino de corte, obtenido de la unión de vinos de dos o más países.
-¿Qué cree que puede aportarle a la industria una iniciativa como ésta?
-Hoy, para las bodegas compartir experiencias e integrar sus negocios puede ser muy enriquecedor. Desde la tierra, la cultura, la identidad de cada tipo de corte. Por eso lo que queremos es mantener la trazabilidad tanto en la elaboración como en la comercialización y mostrársela al consumidor final. La idea es armar reuniones de negocios para incentivar este tipo de relación.
-¿Las bodegas estarán dispuestas a compartir todo lo que hay que compartir?
-Sí, porque lo ven como una necesidad del mercado. El mercado del vino está totalmente maduro, y todo proyecto de innovación dentro del respeto, es muy bien aceptado.
Tenemos ya una cartera importante de bodegas, no sólo de Argentina. Una vez que la normativa se pueda flexibilizar, entraría la fase de implementación, que tiene la pata comercial ya desarrollada, que es el espacio que hemos venido trabajando con los posibles compradores.
-Para eso, InterBlend debería tener un reconocimiento de los organismos de fiscalización de los distintos países…
-De aquellos países que voluntariamente vayan adhiriendo. Nos hemos basado en la opinión de los consumidores para determinar con qué países empezar a trabajar. Hoy estamos haciendo foco en flexibilizar las normativas de cada país, y lograr una práctica, una prueba piloto, con los dos primeros países.
-¿Han definido, ya, con qué países empezarían?
-En principio, nos gustaría hacerlo con Argentina y representar a nuestro país, pero es un proyecto global que tiene que ver con los mercados de destino, y todos sabemos que los mayores mercados son Estados Unidos, los Países Bajos, Brasil, incluso China, y en todos ellos hemos encontrado espacios que podemos atender y podemos cubrir.
-¿Cómo sigue esto? ¿Cuáles serán los próximos pasos?
-Lo que resta es poner toda esta información a disposición de los decisores a nivel político y pedirles que flexibilicen la normativa de cada país.
Debemos llegar a una normativa mundial que permita hacer blends entre los vinos de los diferentes países productores que voluntariamente así lo deseen y, por supuesto, sometiéndose a la vigilancia y normativa correspondientes para que no haya ni abusos ni fraudes, y sobre todo que no haya engaño al consumidor. Una información clara y veraz.
Producto innovador
Luis Rovello asegura que “InterBlend incentiva una vitivinicultura sin fronteras, con menos barreras comerciales entre países, promoviendo siempre el consumo moderado de un producto de calidad, sustentable y diverso”.
El emprendedor mendocino y su socio Guillermo Pontis plantean que “siguiendo este camino, InterBlend podrá fortalecer la imagen del vino y generar mayor confianza en los mercados”.
Al mismo tiempo, “buscamos beneficiar a las bodegas, ofreciéndoles un producto innovador para sus portfolios comerciales, una oferta diferenciada para importadores y distribuidores y la apertura de nuevos mercados, lo que conlleva directamente a un aumento de las ventas”.
Remarcan, por otra parte que “queremos beneficiar a los consumidores, ofreciéndoles un producto 100% innovador, dándoles la posibilidad de aprender sobre las diferentes culturas, métodos de elaboración, zonas vitivinícolas. En síntesis, InterBlend es una iniciativa que pretende acercar nuevos consumidores al vino y fidelizar a los existentes”.