Cata más de 4.000 vinos al año y sus puntajes (del 0 al 100) son tan respetados, que en ciertos mercados como Estados Unidos, los importadores los usan como referencia para armar sus listas de compras. Luis Gutiérrez, pasó por Mendoza, en el marco de la Premium Tasting que se realizó el viernes pasado.
-¿Cómo fue el cambio de Ingeniero a crítico de vinos full time?
-El vino ha sido mi hobby, muy intenso durante muchos años. Mientras que trabajaba en Tetra Pak, yo escribía y cataba para El Mundo vino, que es el sitio especializado de vinos, del diario El mundo de España. En aquella época catábamos 30 vinos todas las semanas a ciegas y además escribíamos cinco artículos de vino originales para el sitio de lunes a viernes. Eso lo hice durante 13 años, a la par del trabajo y la familia. Trabajé 22 años en Tetra Pak y estaba a cargo del sur de Europa. Viajaba mucho por mi trabajo y eso me ayudó a probar vinos de diferentes zonas, combinados con su gastronomía. Porque el vino no es un cosa aislada. Con ese hobby escribí un libro de vinos de La Rioja (España), Luego en el 2000 me llamó Jancis Robinson para que escribiera para su sitio sobre vinos españoles. En 2013 me llamaron de Wine Advocate para ofrecerme la vacante de ser crítico de países de habla hispana: España, Argentina y Chile y allí me embarqué en esta aventura.
-¿Cómo haces para probar 4.000 vinos año?
- Viajo, en casa, en Madrid, me ayudan mucho las asociaciones como Wines of Argentina o Wines of Chile que arman degustaciones en un hotel.
También pasa lo mismo con las denominaciones de origen, como Ribera del Duero, voy a Rioja, a Jerez. Quedo también con productores que pasan por Madrid, y vamos a un restaurante, busco los espacios para degustar todo lo que puedo.
- Sólo para tu reporte de Argentina ¿Cuántos vinos probaste?
- Unos 1.200 vinos que se prueban entre 2 y 3 meses.
- ¿Cómo te organizás para poder puntuar?
-Tenemos una metodología para hacer puntuaciones, que van por la calidad del vino. Entonces cuando lo pruebo, intento contar, el por qué del vino, de dónde nació, marco algunos descriptores y explico si es un vino muy potente o más elegante, y luego le otorgo un lugar en la jerarquía (0 -a 100), lo que yo entiendo que es justo. En general, se trata más de un cata comparativa, de los vinos de la región.
-¿Cómo ve a la industria del vino?
-Creo que la industria del vino argentina, como en Chile en España, están en momento de cambio, de evolución, de búsqueda de la identidad, de llegar a los sitios y entender cómo se expresan las uvas en cada lugar. Hay que ofrecer más que un varietal. El varietal, es una apuesta arriesgada, porque no es algo que sea tuyo solamente. Entonces, pueden hacer un malbec en la China que se mucho más barato, entonces, si la gente lo único que pide es malbec, le van a dar uno de la China y los van a sacar del mercado. Pero Argentina, Mendoza, el Valle de Uco, Rivadavia, son tuyos, esos lugares no se pueden imitar.
-¿Rivadavia?
-Claro, por qué no. Se están haciendo cosas interesantes. No tenemos que estar todo el día hablando solamente de Gualtallary. Creo que lo más bueno del mundo del vino es la diversidad. De estilos, de variedades, dependiendo del lugar, de que es lo que te apetece, la comida, de si es verano, si es invierno. Más fresco más elegante. No hay cosa que más me aburra es que los vinos sean todos iguales. Ahí se pierde riqueza y diversidad.
-¿Y los blancos argentinos que opinión te merecen?
-Hay de todo. Hay buenos, hay malos, de medio pelo. Es decir, depende. Siempre se ha asociado a Argentina y España como elaboradores de vinos tintos, pero el vino blanco cada vez se toma más. Es un vino que va con la comida más liguera. Creo que hemos sido muy injustos que los blancos. Están surgiendo vinos blancos extraordinarios y se está de repente volviendo a ver que pasó en el pasado. Los antiguos tenían una ventaja tremenda, tenían tiempo para la prueba y el error y además no tenían director financiero.
Perfil
Luis Gutiérrez, es ingeniero en sistemas. Durante 22 años trabajó en Tetra Pak en Madrid. Llegó a tener a cargo toda la zona del sur de Europa para la compañía. A la par de su trabajo, se desarrolló como critico de vinos para publicaciones como el diario El Mundo en España y también trabajó para Jancis Robinson. Desde 2013 trabaja para la revista Wine Advocate, la más respetada del mundo del vino.