No sabía cómo salir adelante. El cáncer de laringe que lo había dejado sin habla durante casi dos años y la depresión lo hacían caminar por la cornisa del suicidio.
Fue “gutierrito” -como lo llama cariñosamente- el que lo sacó de la depresión. '¿Por qué no te acercás al club?, te va a hacer bien', le dijo su amigo Jorge Luna. Y fue el mejor antídoto para la enfermedad.
Sentado en el sillón de su oficina de Soeva Maipú, institución en la que cumple funciones gremiales, Luis “Cachi” Pezzutti recuerda el triste pasado y disfruta de un presente que le sonríe.
-¿Cuántos llamados recibió ofreciéndole jugadores y técnicos desde que se consumó el ascenso?
-El domingo logramos el ascenso y el lunes nos juntamos con la comisión porque el campeonato comienza muy rápido. Decidimos seguir con el mismo cuerpo técnico, que se lo merece, y estamos arreglando con todos los jugadores.
Nos faltan cuatro o cinco jugadores que vamos a tratar de incorporar. La verdad que todo el mundo llama, pero nuestra idea es incorporar jugadores de Mendoza porque hay calidad y van a tener la oportunidad.
-¿Qué es Gutiérrez para usted?
-Es mi segunda casa, un lugar que desde niño consumía. Fui jugador, dirigente... es todo para mí, por eso mi hijo y mi nieto más gran son fanáticos. El club es muy importante en mi vida, porque además, por mi enfermedad me ayudó a sobrevivir.
Fue una oportunidad que el club me dio para vivir. Mi mente no estaba bien, pero el club me dio vida. Eso me obligó a estar permanentemente y ayudar al club.
-¿Es consciente de que obtuvo el logro más importante de Gutiérrez en sus 91 años de historia? (NdR: el club sólo había ganado el título de la Liga Mendocina en 1988).
-Siempre digo que esto no lo hace una sola persona, este es un grupo de amigos que estamos juntos, discutimos, pero nunca dejamos el club.
Todo tiene que ver: la dirigencia, el cuerpo técnico que ya lleva muchos años en el club, con Sergio (Scivoletto) soy amigo de mucho años también, y con los jugadores que fuimos a buscar entablamos una relación de respeto y humildad muy buena. Todavía no me doy cuenta de lo que logramos. Creo que con esto no me falta nada en mi vida.
-¿Está preparado el club para afrontar un torneo tan desgastante y deficitario como el Federal A?
-Creo que el club está preparado, pero Gutiérrez siempre necesita ayuda. Esto es algo muy importante para el club, para el departamento y saben que tenemos que arriesgar algo, siempre lo hicimos.
-¿El objetivo va a ser mantenerse o van a apuntar al ascenso a la B Nacional?
-Nuestra idea es ser protagonistas, mantenerse no sirve porque no generamos ninguna expectativa. Esto es competencia, es tratar de llegar a lo máximo. Creo que hay un buen grupo de trabajo y con humildad y sacrificio se puede llegar. Si subimos es porque creemos que podemos ser competitivos.
-Vuelve el clásico con Maipú. Desde su lugar como presidente de Gutiérrez, ¿que está dispuesto a hacer para que sean duelos en paz y sin violencia?
-No acepto la violencia en el fútbol y hay que tomar medidas.
-¿Que se jueguen en el estadio sería una medida coherente?
-Yo creo que sí. Con respecto a la final contra Huracán, que se decía de jugarlo en el estadio, tengo que decir que a mí nadie me llamó. Ni Giardini, a quien yo no conozco personalmente, ni el presidente de la Liga hablaron conmigo. Uno no tiene que mentir como dirigente. Si nos hubieran convocado, hubiéramos charlado con la comisión directiva y no hubiese habido problema.
-¿Usted lo llamaría a Omar Sperdutti para proponerle jugar el partido en el estadio?
-Por supuesto, lo charlaría.
-¿Lo va a hacer?
-Si de la oportunidad, sí, porque nos conocemos. Pero en esto también tiene que ver mucho la Liga, porque nosotros aportamos permanentemente a la Liga. Todos los partidos, plata para la Liga. Yo quiero saber qué hace la Liga con nosotros.
Buscar alternativas para que se juegue con los dos públicos en el estadio, que es en el único lugar donde se puede jugar. Pero nos tienen que ayudar para hacer eso. ¡Cómo no me voy a sentar a hablar con Omar!
¿Cómo se manejan con el tema de los hinchas caracterizados?
-Siempre critico el tema de la hinchada, de las barras, porque nosotros no tenemos barras en el club. Muchos no lo quieren creer, pero la realidad es que no tenemos barrabravas. Guste o no, en el club no se regalan entradas, todos los hinchas pagan su entrada. Respeto a los hinchas, a la gente, a todos, pero es el sacrificio nuestro y al club hay que venir a colaborar.
-¿Qué el intendente departamental sea hincha de Gutiérrez es un plus para ustedes?
-Con Alejandro y Adolfo somos muy amigos porque somos militantes peronistas desde chicos. Pero el intendente siempre ha sido justo con los dos clubes, ayuda tanto a Maipú como a Gutiérrez, y yo lo acepto porque es lo que corresponde. Ellos son hinchas de Gutiérrez y han venido a la cancha siempre, pero eso no implica nada a favor nuestro.
-¿Cómo están las arcas del club hoy?
-Puede haber pequeñas diferencias, al plantel le debemos un mes de sueldo que se lo vamos a cancelar en estos días, pero estamos con los balances al día. Estamos bien.
-¿Hubo algún premio especial por el ascenso?
-Sí, se va a organizar una cena y lo recaudado se le va a dar a los jugadores. Eso fue porque no había plata por fuera y no se puede ofrecer lo que no se tiene.
-Usted acaba de dejar una frase. "No se puede ofrecer lo que no se tiene". ¿En eso está el secreto del éxito o el fracaso de las instituciones?
-Soy dirigente gremial, llevo 30 años en el Sindicato (NdR: Es Secretario General de Soeva Maipú), me enseñaron y aprendí a no prometer cosas que no corresponden. Y eso, el jugador de Gutiérrez cuando habla con nosotros lo sabe. Son diez pesos y son diez pesos, no son veinte. Y eso nos ha llevado a poder llegar adonde estamos.