La apertura del complejo Le Parc en San José ha reimpulsado a ese sector de Guaymallén pero, lamentablemente, la generosa oferta cultural del espacio conlleva una grave falla de infraestructura: ya no hay dónde estacionar cerca del edificio.
Así lo percibe, entre otros usuarios, la comunidad que pertenece a la escuela P-052 Niños Cantores de Mendoza, que ocupa la patrimonial sede de la ex estación del Ferrocarril General Belgrano, que antiguos ferroviarios llaman todavía "la estación del Estado".
Es que los padres de los niños que asisten a esa dependencia, y los docentes que allí se desempeñan, tienen muchas dificultades para estacionar sus vehículos. A los padres, obviamente, en los horarios en que van a buscar a sus hijos.
La playa disponible es la que antaño utilizó la estación de trenes y tiene una aceptable capacidad, pero como la asistencia de público al Le Parc, y a su actual vedette, la muestra científica tecnológica La Brújula, es tan grande, durante varias horas está colmada de vehículos. Hay que recordar que la exposición cerrará sus puertas el 16 de junio, "pero siempre habrá acontecimientos convocantes", como reconoció Fabricio Centorbi, subsecretario de Gestión Cultural.
En un caso, el lugar es ocupado por rodados pertenecientes a personas de la escuela, a los que se suman los minibuses que llevan a escolares de distintos lugares del Gran Mendoza a visitar el espacio cultural, y también autos particulares cuyos ocupantes asisten al mismo lugar. Por si fuera poco, se posicionan furgones de una conocida firma panificadora. El lugar, entonces, se satura muy fácilmente, aunque en otros horarios llega a estar semivacío.
En la escuela, el director de la primaria, Fabián Papalardo, planteó que el establecimiento se benefició con la mayor iluminación general que provee el Le Parc, con el cierre perimetral que realizó y con las mejoras en el pavimento de la calle Mitre y las veredas.
Sin embargo, reconoció que como contrapartida, en la playa de estacionamiento se han producido robos a los vehículos, y en general los afectados son integrantes del colegio. "Rompen las lunetas de los coches o abren las puertas, y se llevan todo lo que pueden", comentó el directivo.
Los casos de desprotección fueron ampliados por docentes, como Daniela, maestra de grado, que ya tuvo que resignar el estéreo y la rueda de auxilio de su auto y prendas de sus hijos. Algo parecido le pasó a la profesora de canto coral y a educadores de la secundaria. Estas sustracciones, que preferentemente se han producido en la tarde, fueron denunciadas en la Oficina Fiscal 8, dependiente de la Unidad Fiscal de Guaymallén, con base en la comisaría 25a.
Esta situación, obviamente, no es atribuible al Le Parc, y en la escuela se reconoció que su emplazamiento solucionó otros graves problemas del pasado, por los descampados que rodeaban al colegio. Pero la situación de inseguridad es una realidad. Así lo expresaron los padres, como Horacio (40), que lleva a un hijo a sala de 4. "Lo que pedimos es que se afiance la seguridad, tal vez poniendo control al ingreso de la playa de estacionamiento".
Mariana Pallero, con dos chicos en la escuela, aseguró que, con más presencia policial, se podrían revertir los delitos que se han producido.
La escuela pidió al municipio que se marque una senda peatonal sobre el carril Godoy Cruz y hasta calle Diego Márquez, y que se coloque un cartel indicando la presencia de una sede educativa. Esto obligará a que los conductores tengan precaución al pasar por el frente escolar.
La delegada municipal de San José, Juana Álvarez, admitió que el área está muy congestionada, y prometió llevar a sus superiores en la municipalidad las medidas solicitadas por el colegio.
