El sorpresivo triunfo en las elecciones municipales del domingo hizo resurgir en Chile a la alicaída oposición de centro-izquierda, que ahora tiene la tarea de reordenar sus filas y preparar a la coalición para intentar recuperar el gobierno en 2013, según analistas. Los comicios, los primeros con un sistema de votación voluntaria, tuvieron un bajísima participación de sólo 40%, y reflejaron el retroceso de la derecha gobernante.
“Este triunfo revive a la Concertación y le genera un escenario positivo frente a las próximas elecciones presidenciales”, comentó el analista de la Universidad de Chile Guillermo Holzmann.
Mauricio Morales, experto electoral de la Universidad Diego Portales, señaló por su parte que “esta victoria a la Concertación le cae del cielo. Ninguno de los análisis daba una victoria de esta naturaleza, donde la coalición pasa a gobernar casi al 50% de los chilenos”, comentó.
El triunfo no parecía fácil parece para una coalición que se hundió en conflictos internos tras la derrota que le propinó Sebastián Piñera en las presidenciales de 2010 en las que Bachelet no pudo traspasar su alta popularidad al candidato de la Concertación, el expresidente Eduardo Frei.
El resultado estaría más vinculado a errores del gobierno de Piñera, quien tras completar la mitad de su mandato enfrenta una popularidad a la baja, en torno al 30%, pese al momento económico que vive el país, con un crecimiento del PBI cercano al 6% y un desempleo históricamente bajo.
“La Concertación no ha hecho nada para merecer un triunfo de esta naturaleza. Ha hecho todo lo contrario: se ha enfrascado en discusiones absurdas y no ha realizado un control del gobierno”, comentó Morales.
Con un respaldo ciudadano de apenas el 14%, ninguna encuesta anticipó la victoria que obtuvo la coalición opositora que reúne a socialistas, democratacristianos, radicales y socialdemócratas y que en esta elección se unió en algunos distritos al Partido Comunista.
El conglomerado, que gobernó Chile las dos décadas posteriores al fin de la dictadura de Augusto Pinochet, en 1990, obtuvo el 43,10% de los votos en la elección de alcaldes, ganando 167 alcaldías, 20 más que en la elección pasada, de 2008, según el último cómputo de este lunes que contabilizó el 95,94% de las mesas.
La alianza oficialista, que reúne al moderado partido Renovación Nacional y a la ultraconservadora Unión Demócrata Independiente, alcanzó el 37,47% de los votos, totalizando 121 alcaldías, 23 menos que en la elección anterior.
Entre las mayores victorias opositoras destacan el triunfo en Santiago de la exministra de Michelle Bachelet Carolina Tohá, quien desplazó al ultraconservador Pablo Zalaquett, y de la socióloga independiente Josefa Erráruriz, quien le arrebató la alcaldía de Providencia al ex coronel del Ejército y ferviente defensor de Pinochet Cristian Labbé. En la vecina comuna de Ñuñoa, se impuso sorpresivamente la nieta del expresidente socialista Salvador Allende, Maya Fernández, quien derrotó por menos de 100 votos al derechista Pedro Sabat, que se mantenía en el poder por los últimos 16 años y que había cumplido dos años más como alcalde designado por la dictadura.
La victoria, sin embargo, no le asegura el triunfo en las elecciones de noviembre de 2013 a Bachelet, la más probable carta de la oposición para retomar el poder, con una intención de voto de entre un 40 y un 50%. La ex mandataria, que vive desde hace dos años en Nueva York y está a la cabeza de ONU-Mujer, guarda silencio aún sobre su futuro, pero felicitó telefónicamente a varias de los candidatos vencedores, demostrando que siguió de cerca esta elección.