En unas elecciones marcadas por incidentes, la provincia de Tucumán eligió al candidato kirchnerista Juan Manzur como gobernador, en un duelo seguido en el terreno por los dos principales aspirantes a la presidencia, Daniel Scioli por el partido gobernante y el opositor conservador Mauricio Macri.
Tras un lento escrutinio, Manzur se impuso con el 54,4% de los votos sobre José Cano, de la Unión Cívica Radical (UCR), líder del frente provincial APB, del que forma parte el partido de Mauricio Macri, con casi el 70% de las mesas escrutadas.
Tucumán, ubicada a más de 1.200 kilómetros al norte de Buenos Aires, es una de las provincias más pobres del país y desde 2003 es gobernada por José Alperovich del partido de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner
Quema de urnas y denuncias por supuestas irregularidades marcaron el domingo esta votación en la que estuvieron convocados 1,1 millón de electores.
Estos fueron los primeros comicios tras las primarias nacionales del 9 de agosto, que definieron candidatos a las presidenciales del 25 de octubre, con Scioli como primero en intención de voto seguido por Macri.
"La tendencia es irreversible en la categoría gobernador y vice. Ganamos por amplia diferencia", dijo Manzur abrazado a Scioli.
"Este gran hombre, Juan Manzur, con este respaldo de la gente, nos da esperanza. La gente votó seguir transformando Tucumán y la Argentina", dijo Scioli en la Casa de Gobierno de Tucumán, mientras se escuchaban los fuegos artificiales del gran festejo oficialista.
Macri optó por priorizar en su mensaje desde Tucumán las denuncias por supuestas irregularidades y violencia en algunos centros de votación.
"Nos llegan denuncias que expresan muchísima violencia. El señor gobernador (José Alperovich) debe garantizar la paz del escrutinio. Debe garantizar que esta noche podamos saber los resultados", dijo antes de la medianoche.
"Hay muchos tucumanos que quieren saber y son los mismos que esperan un cambio en la Argentina", agregó.
Varias urnas fueron quemadas en la pequeña comuna de Sargento Moya en el sur de la provincia, lo que obligó a la suspensión de los comicios en esa localidad con un padrón de 500 votantes, informó la justicia electoral.
Al menos dos denuncias fueron presentadas ante la policía por parte de candidatos comunales opositores por supuestos ataques a balazos de sus domicilios, aunque sin causar heridos, en hechos que están bajo investigación.