Anoche un sueño se hizo realidad gracias al esfuerzo mancomunado y solidario de muchos mendocinos. Micaela Funes, la adolescente que hizo la primera denuncia sobre los incumplimientos de Golden Fest (gracias a lo cual se destapó la estafa a tantas familias), tuvo finalmente su fiesta.
Fue organizada en tan sólo 9 días merced a la iniciativa de una organizadora de eventos a la que se fueron sumando voluntades y gracias a lo cual los padres de Micaela sólo pagaron una pequeña parte.
Fue en el salón Verde Oliva que, de manera gratuita, prestó sus instalaciones y recursos para que la quinceañera pudiera finalmente celebrar, luego de que el mismo día que estaba pautada la fiesta prometida por la empresa de Adrián Guirín, ésta fuera cancelada.
Ocurrió el 23 de diciembre, cuando a las 16 el hombre le avisó que no podrían hacer el evento porque no tenía nada preparado.
Inmediatamente la chica plasmó su enorme angustia en las redes sociales e hizo pública la supuesta identidad del responsable (se le conocieron tres), a partir de lo cual fueron apareciendo nuevos casos y cuyo desenlace fue la detención del señalado estafador.
La situación llevó a crear un grupo de Facebook de los afectados (además de otros en otras redes) donde además de contar sus experiencias y generarse desencuentros, muchos fueron solidarizándose y ofreciendo lo que podían para ayudar a realizar los eventos de gente que no conocían.
De allí surgió Mariela Romo (37), casi como un "hada madrina" para Micaela, una decoradora y organizadora de eventos quien ya había realizado la fiesta de su hija. También había sufrido incumplimientos, pero en principio le había creído.
“Se empezaron a pelear entre todos por la desesperación, entonces hice la publicación invitando a que nos pusiéramos las pilas para hacer algo positivo y salir adelante”, relató ella misma. Así surgió esto que, según describe, ha sido “increíble”.
Días de locos
Como “días de locos” describen lo que fue la última semana quienes han participado de la organización e incluso Micaela y su familia.
“Primero me avisó mi mamá y me dijo que un grupo de personas estaba organizando la fiesta. Fue muy lindo, mansa felicidad, se quedaron helados mis padres y yo también”, contó la agasajada.
Gloria, la mamá, relató que estaban evaluando cómo hacer frente a los gastos nuevamente para cumplir la ilusión de su hija. Ya habían pagado la mitad del valor convenido, 108 mil pesos, por lo cual al no tener dinero para afrontarlo, pensaban en un préstamo y en hacer algo sencillo dentro de unos meses.
“Me enteré por una amiga que había visto que Mariela se había propuesto para organizarla”, contó Gloria, y agregó: “Ahora estoy feliz viendo la carita de mi hija que está también muy feliz. El jueves por la noche no podía dormir, saltaba y cantaba. Ha vuelto a ser mi hija de siempre”.
Cuando todo ocurrió, Micaela se lamentaba por la angustia que estaba viviendo y pensaba en tantas otras chicas que iban a pasar por lo mismo. Lo cierto es que de algo malo surgió algo bueno y se organizó toda una red solidaria para realizar varios eventos de los suspendidos.
Micaela recordó que sus padres se enteraron el domingo y que su papá no estaba muy de acuerdo porque creyó que debía pagar todo cuando no contaba con ese dinero. Recién el miércoles supo que sólo tendría que pagar los mozos, el Dj, el cocinero y los impuestos, ya que son los empleados del salón.
Además han comprado bebidas, han hecho el cotillón a las corridas y hasta ayer mismo trabajaba la familia con madres del grupo de patín de Micaela, preparando cosas para el copetín.
“Mi vecino me regaló una caja de fernet y dos packs de gaseosas; otro vecino se ofreció a llevar a mis familiares; un chico que me donó los costillares ni me conoce y tiene un gasto grande (...) es muy bonito. Te sentís como si fueras famosa”, destacó Micaela.
Mariela, la organizadora, dijo que puso decoración y tarjetería. “Cuando hice la publicación el 28 de diciembre etiqueté a personas que trabajan en esto y desbordó mi teléfono, la red social y mucha gente se ofreció a colaborar”.
Contó que los dos primeros días estuvo hasta las 4 de la mañana recibiendo llamadas y mensajes y que incluso el jueves por la noche una mujer que no conoce se acercó a su casa a las 23.40 para donarle una enorme bolsa de golosinas de todo tipo que les sirvió para armar la mesa dulce.
El dueño de El Fogón Eventos fue quien donó tres costillares, consiguieron fotografía, video, mesa de torta y tartas, dos cascadas de chocolate (blanco y negro) y hasta maquillaje artístico para los invitados.
En tanto, Martín Grilli, dueño de Verde Oliva quien donó el salón donde se hizo el festejo, mencionó que el primer evento solidario había sido el viernes anterior. “Siempre fue mi competencia y me dio mucha bronca lo que le hizo a la gente. Muchos habían venido a averiguar conmigo, pero terminaban contratando con él porque les ofrecía más cosas, el oro y el moro. A penas me enteré de lo que hicieron me sumé al grupo y ofrecí los servicios”.