Luciano Ruiz: “Con el teatro, vivo en unas vacaciones eternas”

El actor y director mendocino radicado en Barcelona tiene su compañía y sala de teatro en la ciudad española. De visita en la provincia.

Luciano Ruiz: “Con el teatro, vivo en unas vacaciones eternas”
Luciano Ruiz: “Con el teatro, vivo en unas vacaciones eternas”

"Ahora tengo una pequeña sala que se llama 'Teatrino', en honor al que hubo acá en Mendoza. Incluso en la entrada hay un dibujo con el Cerro de la Gloria. Es que soy mendocino y me gusta poner el sello de Mendoza y Argentina siempre que puedo", dice, orgulloso, Luciano Ruiz en su vuelta a la provincia que lo vio crecer.

Sin olvidarse de sus raíces, el actor creció y dio sus primeros pasos en el teatro independiente local, con el grupo El Enko. Allí forjó lo que sería parte de su sello, el teatro social.

Pero el destino quiso que hace 16 años se mudara a España. A Barcelona, precisamente, una ciudad cosmopolita en la que sin dudarlo echó raíces y cumplió su objetivo: crear su propia compañía de teatro e incluso tener su propia sala.

Y para algunos teatreros mendocinos, Luciano es un referente en España. Saben que su casa y ahora sus tres salas están abiertas para llevar teatro al otro lado del Atlántico.

Esta vez Luciano volvió solo. Disfrutó del Festival de Teatro por la Memoria, invitado por su amigo, el actor y director Juan Comotti, y dejó en España a su compañía Comediarte, con la que se presentó en Mendoza en 2016.

Desde esa oportunidad, Ruiz no ha parado de crecer con su proyecto. Además de continuar con su elenco (que cada vez tiene más integrantes) abrió dos salas en el corazón de Barcelona y es el paso obligado para los que gustan del teatro independiente. 

"Ahora tengo tres salas diferentes de teatro. Una es el Espacio de Creación Artística, que está a una cuadra del Auditorio Nacional de Barcelona. Está el Teatrino. Y tengo otra sala que se llama Asociación Cultural Comediarte. Y lo que hacemos son funciones simultáneas, sumadas a los talleres el resto de la semana".

–Tus primeros pasos en España no fueron fáciles, pero ahora tenés lo que muchos anhelan. ¿Cómo lo lograste?

–Pura autogestión. Tengo un proyecto para formar durante tres años a actores y cuando terminan sus estudios, entran a la compañía de teatro. Ya tengo a varios actores en la compañía, por eso la necesidad de contar con más salas. Una tiene mesas y con la entrada le damos una consumición.

–¿Ese formato llama más la atención del público a la hora de ver teatro en España?

–Y sí, llama la atención. Lo mismo hacemos con los infantiles. Y el encargado del teatro infantil es el Villi Villegas, mendocino que viaja cada año y se encarga de la programación infantil. Hoy tenemos ocho obras en cartel cada fin de semana. Tenemos un público infantil bastante fiel.

–Has logrado un proyecto importante y tener tu propia compañía y sala, y como extranjero...

–A nivel académico es la única escuela en Barcelona que te ofrece formarte y luego integrar una compañía. Todo lo contrario que ocurre en el resto de las escuelas. En su mayoría los actores no hacen teatro. Barcelona es una ciudad muy cosmopolita y muchos me preguntan si funciona el teatro. A mí sí me funciona. En poco tiempo en España hice funcionar el proyecto que llevé. Tengo actores en mi compañía que pueden vivir del teatro, trabajando en varias obras, pero ganan bien. Yo no soy tan ambicioso. Lo que quiero es que este proyecto crezca, que tenga cada vez más alumnos y producciones.

–Además de actor y director, ¿te afianzaste como gestor cultural?

–Para ser un buen actor de teatro independiente tenés que saber pintar, saber electricidad, ser carpintero y todo lo que necesita una sala independiente que no puede pagar esos servicios. Lo que me gusta cuando contrato a una persona es pagarle lo que vale su trabajo. Si yo no puedo pagarlo, le digo que “no” y listo. No me gusta comprometerme si no puedo. Hay que ser prolijo cuando se trabaja con pocos recursos.

Intercambio escénico

En constante comunicación con sus amigos y colegas mendocinos, Luciano Ruiz quiere potenciar la actividad y visita de artistas locales en su sala.

Sergio Martínez, Víctor Arrojo, David Maya, Miranda Sauervein y Elena Schenell son parte de los actores y directores que se presentaron en la sala del actor, brindando una función o sumando su experiencia en talleres de formación teatral.

“Los artistas mendocinos siempre tienen un lugar en mis salas para dar un taller o hacer una función. Es lo que quiero difundir, que se enteren que estamos allá y podemos trabajar en conjunto”, asegura.

Su pareja, la española Marta Rebulá, y el mendocino Villi Villegas son compañeros en Comediarte y pilares fundamentales en la gestión teatral.

Un dato a señalar es que su compañía Comediarte es el grupo teatral de Naciones Unidas, que todos los años prepara una obra específica para el público infantil con la que giran por distintas salas de España.

"Este año hicimos una obra de Claudio Martínez, 'Los superhéroes toman la leche', que la adaptamos y quedó muy linda. Además al teatro infantil lo hacemos en castellano y no en catalán, como la mayoría de las compañías de allí". 

–¿Cómo ves la actividad del teatro independiente en Mendoza?

–La veo muy pobre en convocatoria. No se ha logrado que el mendocino sepa que tiene excelentes artistas. Falta eso para que la gente se acerque al teatro independiente. El otro día vi una función de “La palabra sumergida” en una escuela. Y los chicos se prendieron, quedaron fascinados. Y eso que vieron una obra con un colchón, una tarima y pura actuación. Mendoza tiene algo que no tiene otra parte del mundo, teatro con una creatividad increíble. Faltan recursos, pero el hecho artístico es original.

–Te fuiste pero continuás con un intercambio de experiencias con los artistas mendocinos...

–Sí, claro. Cuando vinimos con mi compañía hace dos años hicimos varias funciones autogestionadas. Y este año vine invitado al Festival de Teatro por la Memoria. Porque me interesa hacer un festival Iberoamericano en Barcelona, sobre todo con elencos de Mendoza. Se nos ocurrió porque cada grupo que viene a España y se entera que estamos en Barcelona nos pide la sala para hacer funciones. Han estado Roberto Presta, Martín Giner, entre otros artistas. Es uno de mis proyectos.

–En cuanto a lo teatral, tu visión y trabajo fue evolucionando, ¿en qué proyecto estás ahora?

–En lo que es teatro para adultos soy de la “cocina” del teatro social. Allá estamos haciendo una versión de "Mirando el tendido" que es la que dirigió David Maya sobre la tauromaquia. Siempre tratamos de hacer un teatro social. También actúo en “Contrainteligencia” y nos dirigió Juan Comotti en España. La adaptamos con la problemática de la independencia de Cataluña. Es muy linda obra para hacer hoy en Barcelona y la estrenamos antes de venir a Mendoza. Y en el teatro infantil, la mitad de las obras son escritas por el Villi. Y a lo que apuntamos es al teatro familiar, porque el que paga y pone una crítica son los padres. Por eso tenemos que lograr que el adulto también se entretenga. Hoy hay varias obras que están hechas para la familia.

–Según tu experiencia con el público español, ¿cuál es la recepción de propuestas de afuera?

–El público argentino tiene una capacidad de entendimiento muy amplia y además le gusta mucho el humor negro. Que es algo que también nos gusta hacer. En cambio a los españoles no les gusta el humor cruel, no lo toleran. Cuando llegamos hicimos “La gran redada universal” que acá era un éxito y allá nos mataron. La hicimos un mes y nunca más.

Argentina siempre está cerca

A casi dos décadas de vivir en la capital de Cataluña, en España, las costumbres, las pasiones y los gustos criollos no los abandona. Incluso en una de sus salas reúne a los fanáticos del club de sus amores.

“En mi sala pequeña funciona la Peña Roja, que es la sala oficial del Club Independiente de Avellaneda. Me doy el gusto de unir el teatro con el fútbol. Cuando entrás a la sala, ves algunos trofeos, la firma del Bocha Bochini, que vino a mi sala y vimos unos partidos. Y para mí es un lindo punto de encuentro para juntarme con los argentinos”.

–¿Cumpliste y conseguiste más de lo que te proponías?

–Me pasa que con el teatro vivo en unas vacaciones eternas. Lo que fui a hacer a España, y aún estoy haciendo. Yo soy actor y aunque dirijo seis o siete obras por año, lo que quiero es actuar. Hace tres años que estaba bien porque podía vivir del teatro, pero ahora tengo el objetivo de generar más obras para adultos, tener un público fiel como lo tenemos con los infantiles. Y nos interesa que todos lo que viajen a Barcelona, pasen por nuestra sala, incluso que los artistas la tengan en cuenta para presentar sus espectáculos.

Tenemos algo para ofrecerte

Con tu suscripción navegás sin límites, accedés a contenidos exclusivos y mucho más. ¡También podés sumar Los Andes Pass para ahorrar en cientos de comercios!

VER PROMOS DE SUSCRIPCIÓN

COMPARTIR NOTA