La vimos llorar a lágrima suelta en el programa donde trabaja como... ¿panelista?
La vimos contar, con lujo de detalles, lo feo que la trataron en la familia de su novio (principalmente los hijos).
La vimos mostrar, como un trofeo adquirido con buenas armas, sus costillas a flor de piel entre silicona y silicona. De hecho, los medios movilizaron -como lo hacen cada tanto para lavar sus culpas- el asunto de la anorexia.
La vimos y la vimos. La escuchamos y nos compadecimos. Pues, amigos, parece que Lucinana Salazar está curada del amor no correspondido. Y no sólo eso sino que, además, habría dado vuelta a la página.
Es que, después de tantas idas y vueltas durante unos meses, ya es definitiva la separación entre Luciana Salazar y el economista Martín Redrado. Si bien desde lo mediático parece que la rubia sexy fue la que resultó más dolida por la ruptura amorosa, ahora parecería que ya encontró, nuevamente, el amor.
El periodista Rodrigo Lussich reveló que Luli estaría empezando un amorío con Pablo Pérez Companc, nada más y nada menos que el hijo de uno de los empresarios más millonarios de nuestro país.
Esta información surge luego de que la modelo publicara en su cuenta de Twitter -y luego borrara- las siglas “PPC”. ¡Eeeepa!
