Como un anticipo de la apretada agenda que las soberanas departamentales tienen cuando comienza la convivencia real, a Luciana Ruggeri (19) la pasaron a buscar ayer a las 8.30, después de haber dormido apenas una hora y media, y estuvo en una sesión de fotos hasta pasadas las 7 de la tarde. Pese a eso, la flamante Reina de Godoy Cruz volvió a su casa con una sonrisa que no la abandona mientras charla, aunque por momentos la emoción parece querer ganar la partida.
Si bien su familia la esperaba para almorzar, tuvieron que resignarse a sólo contar con una foto de ella, que la abuela Emma colocó de centro de mesa. “Se la llevaron esta mañana y todavía no vuelve”, contó su papá, Jorge, cuando Los Andes arribó a la vivienda y Luciana aún no regresaba de la actividad pactada por la comuna. Para llegar al número de su hija en el celular, el hombre tuvo que pasar por varios otros registros. “Ha llamado y mandado mensajes tanta gente. Es increíble”, acota con orgullo y un toque de sorpresa.
Es que confiesa que si bien quería que su pequeña -la menor de los cuatro hermanos- resultara electa, también era consciente de que no era la única candidata. “Uno ve a sus hijos con ojos de padre y cree que es la más bonita. Pero Luciana es aún más linda por dentro que por fuera. Es muy especial”, plantea y agrega que la definen su sencillez y simpatía, como también la tenacidad y responsabilidad para el estudio.
De hecho, la soberana que representó al distrito Centro ha podido disfrutar de las actividades del municipio durante estas últimas semanas porque aprobó todas las materias del primer año de Medicina a fines de 2014. Su hermana Camila (20), con quien comparte la habitación, es testigo de su constancia, ya que cuando Luciana está estudiando no sólo ocupa un pizarrón, sino que va llenando las paredes del cuarto con apuntes y hasta pega hojas en blanco del otro lado de la ventana para poder escribir con marcador en el vidrio.
Camila fue una de las que instigó a la recién coronada Reina de Godoy Cruz a que se presentara a la elección. “Le decíamos que se inscribiera, pero ella no estaba convencida porque no le gusta mucho la exposición. Hasta que un día nos contó que ya se había anotado”, recuerda. Aunque los dos hermanos mayores, María Belén y Nicolás, empezaron con la labor de convencimiento mucho tiempo antes. Cuando Luciana y Camila eran pequeñas, ellos diseñaron coronas con papel de aluminio e improvisaron capas con pañuelos, para tener a dos reinas en la casa (foto).
Luciana regresa de la sesión de fotos y cuenta que se acostó a las 5, se durmió a las 7, la buscaron a las 8.30 y recién almorzaron a las 5 de la tarde. Y aunque ha estado posando durante toda la jornada, tiene varias sonrisas más de reserva. La joven comenta que recién ayer, cuando se vio con los atributos, cayó en la cuenta de que ya es la Reina departamental y que estuvo llorando todo el día, porque está muy sensible y emocionada.
Con su hermana Camila se ríen cuando comentan que va a tener que pagar varias apuestas, que otros hacían confiados en que iba a salir Reina y ella les apostaba en contra. “Me inscribí porque pensé que no iba a llegar a ningún lugar. Y más viendo a mis compañeras”, lanza y destaca que con las otras candidatas se creó un grupo hermoso.
Sin embargo, ahora se ilusiona con las posibilidad de convertirse en vocera ante el municipio de las necesidades de la gente y, como estudiante de Medicina y futura Neuróloga o Neuro cirujana, promover campañas de vacunación y de prevención de enfermedades.
