Con mayor o menor suerte, Nelly “Chicha” Segura invirtió su vida en constatar eso de que “el mundo puede cambiar si nos comprometemos”.
Nunca dejó de participar activamente de la comunidad. Desde el centro de ex alumnos de su escuela, el accionar gremial, recopilando historias de San Carlos en su trabajo como funcionaria del Registro Civil y, en la última década, en la unión vecinal de su zona. A los 80 años, esta mujer se ha puesto al hombro la lucha del pueblo de Tres Esquinas por convertirse en un distrito.
Nació el 4 de noviembre, el mismo día que San Carlos Borromeo y que el departamento que la vio crecer. Quizá esa coincidencia la predestinó a trabajar incansablemente por su lugar. “Tenemos dos escuelas bien pobladas, el club más antiguo de San Carlos, más de 450 familias, calles que forman un corredor productivo, código postal y una red de agua potable propia... Nos merecemos ser un distrito. ¿No le parece?”, arremete la abuela.
Mientras expone sus argumentos, revuelve entre un abultado expediente hasta dar con una hoja llena de firmas. “Acá tenemos más de 600 sancarlinos que avalan nuestro pedido”, agregó. Lleva décadas golpeando puertas, redactando notas y recorriendo oficinas públicas a fin de cosechar las voluntades que permitan que Tres Esquinas supere su actual categoría de ‘paraje’.
Los lugareños creyeron haber conseguido su cometido en 2006, cuando el entonces intendente Mario Guiñazú presentó un decreto para que el lugar fuera declarado como el “sexto distrito” de San Carlos.
El anuncio salió en los medios, los vecinos prepararon el gran festejo “pero los ediles se negaron a aprobar la norma por problemas partidarios internos”, relató con decepción la mujer.
Lo cierto es que aquel hecho sembró la confusión. Hasta los propios sancarlinos dudan en llamarlo distrito. En textos educativos, legales o informativos posteriores a esa fecha aparece con tal rango. Incluso, el debate sacó a la luz la problemática de límites distritales que padece el departamento.
“La última vez que pedimos la banca del vecino fue hace tres años y los ediles nos dijeron que se tenían que reunir a definir todos los límites”, expuso Chicha.
Tres Esquinas se encuentra a medio camino entre Eugenio Bustos y Chilecito y no hay quien pueda asegurar a cuál de los dos pertenece. Su gente se maneja como una comunidad aparte.
Con personas como Nelly lograron construir y administrar una red de agua potable que es modelo de gestión y ha recibido los elogios del EPAS. “Tenemos 420 familias asociadas y con lo recaudado compramos una bomba para extender el servicio”, apuntó la mujer, que lleva todo religiosamente anotado.
“Ahora estamos tras el gas natural”, anuncia y enseguida lee la carta que le envió a “Cristina” solicitándole un subsidio de más de un millón de pesos para construir la planta de rebaje sobre la ruta 40, donde pasan las cañerías que llevan el gas desde Eugenio Bustos al sur sancarlino. “No me ha contestado. Esperamos, pero los teléfonos no suenan. Le tendré que escribir a Capitanich”, comenta decidida.
La tarea en la unión vecinal no plantea descanso. Con una energía envidiable, relata que están ampliando el salón comunitario para instalar una biblioteca, que han conseguido “computadoras de última generación” y una impresora para dar talleres, que apostaron en 2006 al ‘Banquito de la buena fe’ y ayudan con subsidios de entre 1.500 y 15 mil pesos a la gente del lugar para sus emprendimientos propios; que pelean en Vialidad provincial por la pavimentación de la calle Libertad, etc..
“Estoy pensando en parar un poco y recluirme en casa. Un temita en la cervical me está complicando el ir y venir”, dice al pasar, mientras saca de sus cajones un nuevo expediente. Esta vez es el de la construcción del Centro de Salud 105 Iván Cané. “Tenemos el terreno donado por un vecino desde 1977, escriturado a nombre del Ministerio de Salud y, aunque la obra ha sido presupuestada por la Provincia, nunca la hicieron”, dice.
Chicha se ríe de su destino: “Enviar cartas que nadie contesta”. Chicha tiene fe en que “en algún momento las puertas se van a abrir”.
Chicha no se conforma y siempre fue así. Armó el centro de ex alumnos del colegio Olivares al egresar, fundó la sede de ATE cuando era gremialista, apuntaló la unión vecinal de Tres Esquinas, integró la Comisión de Entidades de San Carlos, creó el Centro de Jubilados de Eugenio Bustos... Chicha reconoce que no se puede quedar quieta.
Tanta vocación de servicio fue reconocida. Para su cumple número 80, semanas atrás, todo el pueblo de Tres Esquinas se reunió para celebrar. El salón comunitario quedó chico para tanta demostración de afecto. Algunos vecinos festejaron desde afuera a esta mujer que siempre piensa en los demás.
