Lucas Masoero, la pega

Luego de un cierre complicado para el Cruzado, un jugador que se afianza en la titularidad nos cuenta de dónde viene y hacia dónde apunta.

Lucas Masoero, la pega
Lucas Masoero, la pega

Oriundo de Lavalle desde varias generaciones, Lucas Masoero joven entusiasta, amante de su familia, simple, risueño, y, sobre todo, excelente persona, relata sus comienzos detrás de la redonda.

“Arranqué a los 5 años, jugando en La Pega, club de Lavalle. Mi primer entrenador fue Rubén Cancelmo. En séptima teníamos un equipazo:  mi hermano (Matías), mi primo Kevin. Un equipazo - reitera y asegura entre risas, como es a menudo-. Me mantuve hasta los 8 años ahí y debido a mi problema de obesidad, mi papá decidió llevarme a Independiente Rivadavia, club dónde él jugó. Inicié con Matías que a pesar de ser 3 categorías mayor, de vez en cuando entrenábamos juntos. En 2003 arranqué con Pablo Quinteros como profe a cargo”.

Avanzando en el tiempo, comenzaron las idas y vueltas con el club de sus amores. Su primera salida de Independiente fue en 2005. “Recibí una oferta de Aldo Bolado para jugar en Municipalidad de Capital. En este equipo experimenté mi primer cambio rotundo de posición.

Arranqué de ‘9’ en La Pega, luego fui volante central; pero en la Muni comencé a jugar de defensor central. Quién continuó el mandato de Bolado fue Carlos López. Él me ayudó a afianzarme en la posición”.

Entre recuerdos colgados en su casa, encontramos fotos (son varias y algunas incriminatorias - coincide sumergido en risas Lucas, al mostrar una captura donde disputa la pelota con una patada de despeje, a la altura del pecho rival. El senegalés por las dudas no se animó a ir a buscarla) donde rememora un viaje extraordinario que le brindó este deporte.

“En 2007 viajamos a Francia, también bajo el mando técnico de López, a disputar el Mundialito de la Serenísima. Hace muy poco revalidaron nuestra labor, ya que durante varios años fuimos la mejor Selección Argentina en dicho torneo, obteniendo la sexta posición. Sin duda este torneo me marcó mucho, jamás lo voy a olvidar. Como si fueran pocas las anécdotas; durante un partido, vi caminar muy cerca nuestro a Zinedine Zidane. Algo increíble.”

Al avanzar en el tiempo, llegamos a la última etapa de formación previo al desafío mayor: La Leprita. “Luego de perder la final de Liga Mendocina 3-0 ante el CEC, recibí un llamado de Sebastián Cloquell, entrenador de Argentino. La propuesta me pareció muy interesante, compartir con un plantel semi profesional no es poca cosa, y mucho menos lo es jugar un Federal B”.

Una vez concluido el paso por la Academia, “con otras expectativas, regresé a Independiente para hacer pretemporada con Daniel Garnero. En 4 meses, aprendí muchísimo con él. Un profesional, con todas las letras. El club no estaba en su mejor momento y Garnero tuvo que dar un paso al costado. A pesar de que no quería que dejara su puesto, lo que pasó después fue algo que cambió mi carrera. Regresó Pablo Quinteros y me citó a un partido de Copa Argentina ante Huracán. Aunque no ingresé, vivir eso desde el banco de suplentes me hizo sentir parte del grupo”.

Las alegrías que Quinteros le iba a brindar no cesarían en ser suplente. “El partido siguiente, viajamos a San Luis a jugar contra Estudiantes de dicha provincia. Si bien perdimos, las sensaciones personales fueron muy favorables ya que comencé de titular y mi desempeño me dejó conforme”.

"Todos los DT te marcan. Rubén (Cancelmo) me enseñó a pararme, López me explicó muchas mañas y Pablo Quinteros, en la Lepra, fue muy importante para mí"

“Un partido muy importante, sin duda, fue aquel en que enfrentamos a Los Andes. Ellos estaban dentro del reducido, y nosotros teníamos que ganar para conseguir la plaza. A los 38’ del segundo tiempo me tocó convertir el gol que nos dio ese lugar. Mis familiares, desde la tribuna, chochos. Para todos ellos fue ese tanto. Un momento que no se olvida nunca más. Algo para agregar, es que mi abuelo materno no pudo verme dentro de una cancha, pero pudo vivir ese momento por la televisión y ahora espero que desde arriba pueda leer esto”.

“A partir de este momento gané la titularidad y me afiancé en el puesto. Salvo con Gimnasia, partido que ganamos 4 a 2- recuerda muy satisfecho-. El campeonato terminó bien, no sufrimos con el descenso, nos salvamos temprano”.

Tras la salida del responsable para que Masoero debute en Primera, la apuesta por el club de sus amores no cambió. “Hablando con mi representante decidimos quedarnos, a pesar de tener otras propuestas, ya que se leía que iba a ser titular, y no fue lo que esperaba. Situaciones que uno nunca entiende. Cambiaron los técnicos y yo no lograba jugar. En este momento llegó una oferta de Héctor Moncada, presidente de Pacífico de Alvear. Viajé para jugar los últimos encuentros que tenía que disputar Pacífico en el Federal B. Ese rodaje me hizo muy bien, no solo en lo deportivo, sino también para comprender lo institucional. Este club es un ejemplo a nivel nacional, es el único equipo que se puede mantener en una categoría tan deficitaria sin deberle un peso a nadie”.

El vaivén azul no culminó tras la partida hacia Alvear: “Durante 6 meses más volví a vestir la camiseta de la Lepra, pero sentí que no iba a poder jugar. En ese momento hablé con Hernán Sperdutti, y llegué a Maipú. Me he sentido muy a gusto en el club, he podido tener rodaje y hasta marqué dos goles”.

El presente Cruzado está ligado impávidamente a la Fase Reválida, y ante esto el central cierra: “Más allá de cualquier resultado, Maipú está a la altura de pelear como un grande cualquier torneo lamentablemente el empate en Catamarca nos comprometió, pero estamos mentalizados en revertirlo el año entrante. El DT (Carlos Sperdutti) es muy acertado con su criterio, sabe mucho de fútbol. Cuando te marca un error tenés te lo sabe marcar de frente y hay que corregirlo, para conseguir el sistema de juego deseado. Estamos contentos de que esté al frente del equipo”.

Inexorablemente, el refuerzo Botellero tiene target y compromiso. De cara a lo que se vendrá en 2018, recordando los inicios de este nuevo guerrero podemos decir que, Lucas Masoero, este año, “La Pega”.

Para tener en cuenta

Los veintitrés (23) clubes que no clasificaron a la Segunda Fase se agruparán en cuatro (4) zonas manteniéndose la misma agrupación de clubes de la Primera Fase. Se llevará a cabo por el sistema de adición de puntos en cada una de las zonas, las cuales jugarán todos contra todos a dos ruedas (dentro de su zona), en partidos de ida y vuelta, iniciando con puntaje cero (0) todos los equipos.

Clasifican a la Segunda Etapa el 1º de cada zona (Total: 4 clubes).

Si alguno de los clubes que ocupen la 1º posición al finalizar esta etapa en cada una de las zonas, se encontrase comprendido en el régimen de descenso no podrá participar de la Segunda Etapa.

Régimen de Descenso

Finalizada la Primera Etapa de la Reválida se confeccionará por zona la Tabla General de Promedio de Puntos (se determinan dividiendo los puntos por la cantidad de partidos jugados en la Primera Fase y Primera Etapa de la Fase Reválida), el peor promedio de cada una de las zonas descenderá al Torneo Federal "B" 2018.

Luego de lo señalado en el párrafo anterior se confeccionará la Tabla General de Promedio de Puntos, excluyendo a los primeros cuatro clubes descendidos, los cuatro peores promedios también descenderán al Federal "B" 2018.

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