Es un Lucas Bernardi distinto, descontracturado, relajado, cómodo, distendido, calmo, tranquilo.
Sentado en el estudio de Radio Jornada (FM 91.9), el entrenador de Godoy Cruz se suelta y cuenta cosas que el común de los lectores no conoce: el día después del retiro y su incipiente pasión por el golf, un deporte que suele cautivar a futbolistas, tenistas, basquetbolistas y a cientos de famosos.
Entonces, luego de la extensa charla, la pregunta surge lógica, natural, espontánea...
-Lucas, ¿te costó dejar el fútbol?
-No, para nada. No me interesa ni tengo ganas de jugar más al fútbol. Ni siquiera me prendo en un "picón", sólo juego al tenis-fútbol. Era un momento muy duro de mi vida y cuando decidí dejar fue porque me di cuenta que yo no tenía más nada para dar, ya había dado absolutamente todo, me brindé al máximo, entregué todo lo que tenía para entregar, cumplí todo lo que tenía pensado como futbolista, tuve suerte y logré todo lo que quise.
Y cuando dije no juego más, no jugué más. ¡De verdad no jugué más eh! Si hoy un amigo me invita a jugar un partido digo que no. Después del retiro fui una sola vez a jugar y dije ‘no vengo más’, no me interesa jugar ni entrenar.
Creo que hasta me olvidé cómo era ser futbolista porque es una etapa que cerré, la archivé y quedó en el pasado. Lo único que tengo son recuerdos, vivencias y experiencias que tomás para los chicos, para el grupo y para situaciones de partidos, nada más.
Fui al psicólogo un mes antes del retiro y una vez que encontré el enfoque nunca más tuve la sensación, las ganas ni la necesidad de cambiarme como futbolista. Lo enterré, está guardadito y no sale más.
-¿Cambiaste los pantaloncitos por los guantes, la gorra y el palo?
-Sí, ahora juego al golf y me encanta porque compito contra mí mismo, contra la pelotita y contra la cancha y eso me da como una especie de adrenalina. Si no voy a jugar al golf en la semana siento que me falta algo. Me pasó eso, agarré esto y la verdad que encontré un cable a tierra.
-Gustavo Alfaro dijo en una nota hace poco que las decisiones más importantes en el último tiempo las tomó solo, en una cancha de golf y que descubrió el deporte tarde. ¿Sentís lo mismo?
-Yo también creo que descubrí el deporte tarde, pero no puedo pensar, cuando estoy ahí voy a liberar la cabeza, no voy a buscar soluciones.
Golpeo, tengo que buscar la pelotita, decidir qué palo uso, analizar el viento, el pasto, esto, aquello… . entonces no logro enfocarme en un tema y estoy todo el tiempo pensando en el golf. Hay un montón de entrenadores que logran en un momento tener ese punto de mente en blanco.
Por ejemplo, Pellegrini lee, Guardiola juega al golf, Ferguson también jugaba al golf. Usan ese camino que no tiene nada que ver con el fútbol como descarga, que es un camino que te saca del día a día del fútbol. Si no te agota.
-¿Tenés hándicap ya?
-Sí, 22. Empecé a jugar en marzo del año pasado.
-Se ve que para el futbolista es mucho más fácil aprender el deporte que para otros.
-Sin duda. Batistuta tiene 2, es un animal como juega. Y Carlitos (Tevez) es casi profesional, dice que cuando deje el fútbol va a competir.
-¿Sos competitivo?
-Sí.
-Si te ponés, ¿en cuánto tiempo creés que bajás ese 22?
-Y si en ocho meses llegué a 22… hoy mi objetivo es llegar a 15. Y para llegar a ese hándicap tenés que ir todos los días, hoy voy circunstancialmente, a sacar la semana de la cabeza. Cuando estuve libre iba todos los días cinco horas por día: jugaba dos horas con el entrenador y después hacía los 18 hoyos.
A las 8 de la mañana dejaba las nenas en el colegio, había un poco de gimnasio para sostener el cuerpo y de ahí hasta la una y media o dos de la tarde me la pasaba jugando al golf.