Piensa, luego define. Se toma su tiempo para analizar la pregunta y contestar con la misma personalidad que mostraba cuando lucía la “7” del Mónaco de Francia o de su querido Newell’s Old Boys de Rosario. L
a mirada profunda de Lucas Ademar Horacio Bernardi es la que marcará el camino futbolístico de Godoy Cruz en este 2017 con triple competencia. Y en la extensa charla de ayer en el predio de Coquimbito con Más Deportes, no dejó prácticamente tema sin tocar.
-Lucas, ¿cómo han sido tus primeros días como entrenador de Godoy Cruz?
-Empezamos bien. La pretemporada es la parte más linda que tiene el fútbol porque no hay resultados, porque te preparás. Hasta ahora va todo muy bien, llegamos a una ciudad muy linda, a un club que es muy bueno, que te permite trabajar tranquilo y con todo lo que necesitás. Y eso es algo que no es habitual en el fútbol argentino. Estoy muy contento porque estamos iniciando una nueva etapa en un proceso que va a ser muy difícil.
-Desde hace un tiempo estabas en carpeta como potencial entrenador de Godoy Cruz. ¿En qué momento te llega esta oportunidad? ¿La esperábas ahora?
-Lo que dijo el presidente es verdad, estuve a punto de venir al club hace un año y medio aproximadamente. En aquél momento no me sentía preparado para salir de Rosario y vino Gabriel (Heinze).
Sinceramente no esperaba esta oportunidad ahora, pero me llega en un momento con más experiencia que cuando tuve contactos con el presidente por primera vez, con dos procesos totalmente diferentes que me tocó llevar adelante, con cosas buenas y malas, donde aprendí muchísimo.
Creo que me encuentra creciendo, aprendiendo, con un grupo de trabajo muy interesante. El camino del entrenador es largo y yo recién estoy arrancando.
-¿Qué significa asumir en un club donde casi siempre se apuesta por técnicos jóvenes?
-Funciona como una responsabilidad porque normalmente las cosas salen medianamente bien en este club.
-Es justamente lo que te iba a decir. Porque Godoy Cruz se ha convertido en especialista en potenciar y catapultar técnicos al éxito. ¿Es un factor motivante?
-Lamentablemente lo que nos pone en ese lugar o no es el resultado. O sea, que si eso es lo que lo determine, no lo puedo saber y eso es lo que me obliga a la responsabilidad. En cuanto al proceso, este club te brinda un montón de cosas para trabajar tranquilo: este lugar, que es brillante, buenos futbolistas.
Veo que Godoy Cruz es un lugar ideal para crecer, uno disfruta de estar acá, con la responsabilidad de la confianza que han depositado en uno y que las cosas pueden salir bien o mal, pero que el trabajo está por encima de todo.
-¿Cuántas horas le dedicás por día a tu profesión?
-No sé si eso es determinante. Hay momentos para todo. Ahora estamos todos los días todo el día.
-¿Sos un obsesivo del laburo, de estar perfeccionándote todo el tiempo?
-Sí, me gusta que esté todo perfecto y que se desarrolle bien. Pero creo que el espacio para la familia y los amigos son indispensables. Es tan importante eso como las horas de trabajo. Si decís que no sos obsesivo, a veces lo toman de una manera y si decís que sos, lo toman de otra.
Siempre las cosas se merecen todo el tiempo, pero creo que hay un punto en el cual creo que necesitás de tu familia y de tus amigos para tener la cabeza limpia.
No creo que el fútbol sea la única forma de vida. Le dedico todo el tiempo que le tengo que dedicar. Pero también le dedico tiempo a mi familia.
-¿Eso es algo que aprendiste de jugar tantos años en Francia?
-Sí, porque a mí me dio resultados como profesional y como deportista. Se puede salir con amigos, hacer desarreglos, todo se puede. Pero también tiene que ser ordenado, responsable y profesional. Eso fue lo que más aprendí estando afuera, me ayudó a crecer mucho como futbolista, pero también como persona.
Y eso es lo que te permite luchar por tus objetivos, te permite jugar más tiempo, te hace crecer y después es una continuidad en esa situación. En los lugares donde no hay orden, profesionalismo, convicciones y sacrificio, no hay crecimiento.
-¿Qué diferencias notaste en el Godoy Cruz institución que imaginabas de afuera con el que pudiste conocer desde adentro en estos días?
-Cuando estás afuera, lo ves como un lugar tranquilo, ordenado. Cuando llegué me sorprendió todo esto (por el predio). Vos no creés que Godoy Cruz tiene este complejo. Y eso es algo que lo tiene que valorar uno como entrenador, por el hecho de tener la posibilidad de trabajar en este lugar; los futbolistas, porque en muy pocos lugares van a encontrar todo lo que se le brinda a ellos en este lugar, desde el gimnasio, las canchas, las salas de videos... lo que hay acá en pocos sitios lo encontrás.
Cuando uno se acostumbra a los lugares, lamentablemente, a veces uno quiere cambiar. Esto es muy difícil de cambiar porque tiene cosas que cuando uno se va, valora lo que tuvo.
Y este es un club que hoy tiene mucha valoración.
-¿Por cuánto tiempo firmaste como entrenador de Godoy Cruz?
-Vos sabés que todavía no firmé (risas).
-Te pregunto porque vos acabás de aseverar que es muy difícil irse de acá, pero la mayoría de los entrenadores -por uno u otro motivo- no duran más de un año y medio en el cargo.
-Es que los procesos largos son muy difíciles de sostener en el fútbol argentino. Salvo el de Marcelo (Gallardo) en River, que está lleno de resultados positivos, prácticamente no hay. Otro fue el de Ricardo Zielinski en Belgrano, pero fueron algo no habitual.
-¿Por qué creés que se da?
-Creo que hay un desgaste general, creo que dentro de esos procesos tenés que ir renovando a los futbolistas porque es algo que siempre hace bien, te obliga, te exige.
¿Te gustaría quedarte mucho tiempo en el club?
-Quedaría preso de mis palabras y no me gustaría. La verdad que es un lugar como para quedarse mucho tiempo. Pero si digo que me quiero quedar y pierdo, me echan, je. El fútbol tiene estas cosas.
-Antes los técnicos duraban más en sus cargos...
-Era otra época, hoy todo es mucho más rápido. Hoy si querés saber algo, hacés click, click y al segundo tenés la información y eso nos lleva a nuestra vida. Hoy perdiste y parece que es el fin del mundo, mañana ganaste y parece que salís campeón del mundo. No hay término medio.
-¿Es complicado llevar adelante un plantel donde conviven juveniles, adolescentes y también adultos que están más pendientes del celular y las redes sociales que de la profesión?
-Y, no es fácil porque cuesta bastante sostenerles la atención. Hay que buscar maneras, convencerlos y mostrarles que es un camino donde si les va bien pueden solucionar un montón de cosas y deben mirar al futuro. No es una cuestión que pase solo por el fútbol sino que es algo social que nos pasa a todos.
-Si bien hace poco que estás en el club, ¿se va avizorando quien puede ser el Lucas Bernardi (estratega) de Godoy Cruz?
-No, creo que hay un momento donde eso se da solo y el equipo te lo demuestra. Hay muy buenos futbolistas que lo pueden hacer, no de mí porque no me gusta hablar de mí, pero sí conducir al equipo. Sería injusto dar nombres.
En el mediocampo hay muchos futbolistas con diferentes cualidades y eso es muy bueno. Es un plantel muy parejo y la verdad que estoy contento porque fluye todo solo. Ojalá podamos sacar la mejor versión de cada uno de ellos.
-¿A Walter Serrano te tocó enfrentarlo?
-Sí, creo que a la mayoría me tocó enfrentarlos. A algunos cuando estaban en otros lugares. Desde el 2009 que volvió a Newell’s hasta el 2014 que me retiré. Bah, me había retirado antes pero nadie se había dado cuenta y me seguían poniendo, je.
-¿Lo decís por la rodilla derecha?
-Naaa. No podía más. Por la rodilla, el cuerpo, la cabeza, todo. Fue un poco de todo.
-¿Seguiste al equipo estos años?
-Sí, lo seguí porque es un equipo que juega bien y te da ganas de mirarlo. Además, estuvo peleando el campeonato pasado y son cosas que te atrapan.
-¿Por qué te fuiste de Arsenal?
-Cuando sentís que no todos están con vos, no tenés más nada que hacer.
-¿No tuvo nada que ver la renuncia de Méndez?
-Para nada, no tuvo nada que ver. Hacía un tiempo que venía viendo que era un momento de dificultad y necesitábamos que todos empujaran para el mismo lado.
-¿Y si no era Godoy Cruz, qué era para vos?
-Mi casa, ahora estaría en la playa con mi familia. Era eso lo que pasa cuando dejás de entrena, ni más ni menos.
-¿En cuánto se pusieron de acuerdo con Mansur?
-En cinco minutos. Ya nos conocíamos, ya habíamos hablado muchísimo, él ya sabía como pienso yo y yo sabía como piensa él.
-¿Con el Gallego Méndez pudiste hablar?
-No, no lo llamé. Y lo mismo me pasó cuando llegué a Arsenal. A veces vas transitando tus primeros pasos como entrenador, no sabés si llamarlo es bueno o es malo porque no sabés cómo lo puede tomar la otra persona.
-¿Cuál fue tu mayor tristeza como futbolista?
-....... (piensa).
-¿La final de la Champions League 2003-04? ¿O fue una alegría por el hecho de haber llegado?
-Eso te iba a decir. La tristeza más grande que tuve fue la semifinal que perdimos en Newell’s con Mineiro de Brasil por penales. Creo que esa era la final de esa Copa Libertadores y eso fue algo que me quedó pendiente como futbolista. Lo de la Champions es distinto porque haber llegado a la final con el Mónaco fue algo poco habitual.
Es más, esa misma noche hubo un evento para festejar porque fue algo magnífico para el Mónaco y para el fútbol francés. De hecho, después no hubo equipos de ese calibre en una final.
Cuando llegás a esos lugares y tenés una edad como la que tenía yo (26 años) creés que podés volver, pero esos es muy relativo. Son muy pocos los que pueden volver a jugar esa final. Por eso lo disfruté mucho y fue un momento inolvidable. De hecho, sigue siendo inolvidable porque el fútbol francés todavía no volvió a poner a ningún equipo en esa etapa.
-¿Y el momento más feliz de tu carrera?
-Cuando fui campeón con Newell's en el 2013. Por suerte me tocó integrar la Selección, que ese fue como el premio máximo. Pero como se había dado mi vuelta a Newell's, y todo lo que se había generado con la reconstrucción de un montón de cosas, poder lograr el objetivo fue como coronar una carrera donde todo lo que había soñado lo había logrado. Y me faltaba ese título que, por un montón de factores positivos, se dio en un contexto único e irrepetible.
-Por eso la final contra Mineiro significó el final de ese ciclo...
-Sí, fue el final de ese ciclo. Yo lo sentí así y por eso la tristeza tan grande.
-Mirá cómo es el fútbol que en tu primera experiencia para dirigir Libertadores, te pone justamente al Mineiro en el grupo. ¿Lo pensaste como una mini revancha?
-No, porque el futbolista se murió, no existe más, es un libro cerrado. Nada de lo que yo haga ahora tiene que ver con ese momento de mi vida.
-¿Pero lo considerás "el" favorito del grupo?
-Sí, obvio, está claro. Un club que invierte cien millones de dólares año tras año, sin duda es favorito. Después, esto es fútbol y puede pasar cualquier cosa.
-¿Cómo analizás el grupo que les tocó? (NdR: lo completan Sport Boys de Bolivia y Libertad de Paraguay).
-El otro día en la conferencia dije que es un grupo que nos va a permitir competir, jugar partidos donde tendremos responsabilidades porque es es un grupo difícil que nos va a marcar en qué nivel estamos.
-¿Pasar la primera fase, algo que el equipo no logró en sus dos anteriores participaciones, significaría saldar una deuda con la historia o una meta a cumplir?
-El objetivo principal es el torneo local. No podemos decir que nuestro objetivo va a ser una cosa que no sabemos qué puede pasar porque es otro torneo, otra responsabilidad. Nosotros vamos a competir.
Para tener objetivos claros en una Libertadores, tenés que tener experiencia dentro de esa competencia. Y hoy no la tenemos.
-¿Te gusta el 4-3-3?
-Sí, me gusta.
-¿Qué otro te gusta?
-Podemos variar de acuerdo a los rivales y al momento de los jugadores. Hay un montón de cosas. Nos ha tocado variar tanto en Newell's como en Arsenal. Me parece que el poder usar diferentes situaciones, nos abre una abanico de posibilidades en cuanto a a los futbolistas a utilizar y en la sorpresa que podés causar.
-El equipo no venía tan mal, pero no ganó de visitante y perdió los 3 últimos partidos. ¿Qué te interesa resolver ahora en cuanto al funcionamiento del equipo?
-Mejorar la cantidad de situaciones de gol en contra, crecer sobre eso, que sea difícil llegarle a Godoy Cruz. Y si el rival nos quiere lastimar, va a tener que hacer las cosas muy bien para hacernos un gol.
Esa es la búsqueda de este momento, a partir de ahí, la confianza, la solidez y el compromiso defensivo nos va a dar la libertad en ataque. Podemos atacar todos sin ningún problema, pero para que todos podamos atacar, todos tenemos que defender. Eso sería encontrar un rumbo, un camino.
-¿Tu sueño como DT?
-(Piensa) Es difícil. Porque a diferencia de lo que pasaba cuando era futbolista, ahora no depende de mí. Me gustaría poder crecer, hacer una carrera similar a la que me tocó desandar como futbolista.
-¿Godoy Cruz puede salir campeón?
-Si decís que no, te van a decir ¡y para qué viniste!. Y si decís que sí, dejás la vara muy alta y es un mensaje erróneo. Sí podés construir un equipo que pueda pelear, eso sí. Después campeón sale uno solo.
"Llega un central y listo. No se va nadie"
Si bien ayer trascendió un supuesto interés de Huracán por el Morro García, Lucas Bernardi fue taxativo cuando se le consultó sobre la posibilidad de que algún futbolista del plantel emigre.
-¿Pensás que se va a ir algún jugador?
-No, de acá no se va nadie.
-¿Y si se va alguien?
-Quedaré preso de estas palabras.
-¿Llega un marcador central y bajan la persiana?
-Sí, solamente un marcador central. Tampoco hay más cupos.
-¿Y los dos de la Copa?
-Sí, pero no los vamos a utilizar. No me parece y no siento que tengan que venir dos futbolistas solamente para la Copa Libertadores. No corresponde. Me parece que el grupo es un todo.
-¿Danilo Ortiz está descartado?
-No, descartado no tenemos a nadie. Ni tampoco confirmado.
-¿A Vega lo conocés?
-Sí, lo conozco de River y Newell's. Son cosas que se irán desarrollando, por ahora seguimos viendo.