"No es nada raro, es que el sol acá pega mucho". Igualito a la canción 40°, la siesta arde y evapora mientras Luca Bocci (22) recuerda una letra de Charly. "Todo el mundo en la ciudad es un suicida", canta bajito, con esa misma dulce lucidez con la que dice "Charly es un poco una utopía: nunca se traicionó, no hizo discos para vender. Es el símbolo de rock nacional pero a nivel personal me parece triste, solitario, autodestructivo".
- Autodestrucción y rock parecían ir de la mano...
- Sí, pero creo que eso ya pasó, al menos para nosotros. Claro que la autodestrucción existe, pero ya no como estandarte.
Ahí es cuando canta un pedacito de "Suicida", del disco de García "Cómo conseguir chicas", del 88.
- Hablando de cambios de paradigmas, ¿el tema grupies?
- Eso es también el rock viejo. Nosotros tenemos muchas amigas feministas. Se nos está educando a los humanos, por fin. No me considero un ídolo, pero sé lo que es admirar a alguien y sentir que te entregarías por esa misma devoción. He sido fan. Y ahora me toca verlo un poco desde el otro lado. Hay otra relación: cuidar a mi público, porque es el público quien me cuida a mí.
Luca habla de cómo las pibas tienen otro protagonismo y aplaude la avanzada de mujeres-alfa en la música.
- ¿Cómo quién?
- Juana Molina
Y fue con Azul Aguiar, la baterista de su banda Golden Papets, la primera persona con quien hizo música.
Hablemos de "Ahora"
Es un círculo. Un disco redondo. Una precoz madurez. El primer material discográfico de Luca Bocci como solista explotó en las redes, lo convirtió en tapa de muchos suplementos musicales del país, lo llevó a giras por varios países y provocó un cierre de 2017 glorioso en el Caras y Caretas, en Buenos Aires.
Hoy, por fin, lo presenta en casa: en el Teatro Independencia y con su banda, los Golden Papets. Más invitados sorprendentes.
Pero sí hubo un camino. No sólo el que empieza con la primera guitarra que le regalaron los padres y el paso por los Niños Cantores. Sino el que empezó cuando Luca se fue a vivir solo y por su cuenta, sin agua caliente y haciendo fiestas clandestinas para alimentarse. Ya había formado la banda Alicia. Pero todo parecía difícil y costoso. Sobre todo grabar un disco.
“Yo estaba pensando en cómo conseguir 30 mil pesos para grabar en un estudio y de pronto estaba él subiendo un disco grabado con el celular”.
Así Luca comprendió el poder de la inspiradora impaciencia de Simón Poxyran, amigo y colega en esta ola que algunos llaman Manso Indie. Simón, también vocalista de Perras On The Beach, estaba subiendo demos de ese modo. El protodisco de lo que luego sería "Saieg".
La química fue inmediata y Bocci, junto con Leandro Pezutti (el "Peluqui" de la banda Las Cosas que Pasan), produjeron el disco de Simón, grabado a fuerza de insomnio, cigarrillos y coca-cola en una semana.
Simón y Peluqui, pues, fueron también los dos motores para que Luca hiciera lo suyo. Sentarse con la compu a grabar y subir "Ahora" a la red.
“En marzo del año pasado nos fuimos juntos a un Lollapalooza (en Buenos Aires). Yo tenía 300 pesos y llevaba el disco en un pen. Nos fue a buscar un amigo de Simón, Facu Cruz, y fuimos escuchando el disco en el auto. Me fui por tres días y me terminé quedando tres meses”, cuenta.
Empezaron a llegar los mensajes. Vera Spinetta, hija del ídolo fallecido, lo contactó para verlo tocar en Recoleta. Mientras se configuraba el éxito del Manso Indie (con Perras On The Beach y Usted Señalemelo) en la capital del país, él empezaba a transitar los escenarios del Río de la Plata como solista.
Y un día, por Instagram, llegó la invitación al festival "Wird", en San Luis de Potosí, México. Y, de ahí, al festival "El Descanso" en Quito. Para culminar en Cuenca (Ecuador) con un recital que se corrió en las redes con un video en el que el público ecuatoriano cantaba agitando el comienzo de su tema "Bahía".
“Fue increíble”, recuerda. Y aventura la explicación de por qué su música seduce también y tanto en otros puntos de América Latina. “Creo que tiene esa nostalgia de nuestro rock nacional. Que les recuerda a ese resplandor que dejó Soda, Fito, Spinetta”.
Ese rock suena en su cabeza como recuerdo. Con esas reminiscencias y las influencias de la literatura de Puig y Kafka, el hip hop, la electrónica y el animé, la composición redondeó una lectura del presente.
“Ahora” empieza y termina con electrónica. Dos temas que compuso antes de llegar al concepto cancionístico del disco.
"La electrónica es la música del presente y del futuro. La que puede hacer un chabón sentado en su cuarto". Así hizo "Intro" y "Füjin ama a Raijin", el principio y el final de este regalo rock pop abrazado por las máquinas.
- ¿Mitología japonesa?
- Füjin es el dios del viento y Raijin es el dios del trueno. Ese tema lo compuse para mi hermano.
La relación de dos fuerzas de la naturaleza que lidian con la genialidad, el amor y la esquizofrenia.
En el segundo track, “Danza”, hay un delicado homenaje a Atahualpa. “Sí, es un sampler de Carlos García, de su obra Folklore en piano”.
Y hay otros samplers más escondidos, también incorporados con respeto y admiración, de dos bandas de acá.
- La gran pregunta es cómo sigue esto, cómo será tu próximo disco.
- Una contracara.
Este año marcará el próximo paso del músico. Mientras prepara disco con su banda Alicia y continúa con el proyecto Hojarasca, enfoca ya la energía hacia su metamorfosis.
Antes, subirá a la red un B-side con muchos temas que quedaron orbitando fuera de “Ahora”. “Y entre esos hay un hip hop”, avisa.
La ficha
Luca Bocci y The Golden Papets presentan "Ahora"
Día y hora: hoy, a las 21.
Lugar: Teatro Independencia (Chile y Espejo).
Entradas: en boletería del teatro y por www.tickepolis.com.ar, con precios de $200 (platea baja y palcos bajos) y $150 (palcos altos, paraíso y tertulia).
La apertura de la noche estará a cargo de ESTOS! Mentirosos.
