Luca Bocci, revelación del rock nacional a los 22

Parte del movimiento “manso indie” (el fenómeno que ha revitalizado el rock nacional), cuenta por qué sigue apostando al origen.

Luca Bocci, revelación  del rock nacional a los 22
Luca Bocci, revelación del rock nacional a los 22

"Te puede hacer crecer o te puede hundir". Luca habla de la exposición mediática: acaba de salir "revelación" en el suplemento No de Página/12; es la figura del portal Indie Hoy; el prestigioso sitio Noisey México lo coloca en el ránking latinoamericano por sobre Juana Molina y las revistas italianas lo detectaron porque su música ya cruzó el océano y quieren que toque allá. Digamos que Luca Bocci es, en buena parte, el responsable de que el mundo hable de Mendoza. Hay dos datos claves: tiene 22 años y, aunque va y viene, sigue eligiendo vivir en su provincia.

Llega con la guitarra y la mochila al hombro. Tiene que tomarse el bondi en la terminal mendocina, con 40 grados. Doce horas hasta Retiro, porque lo espera el escenario del Teatro Caras y Caretas, donde va a cerrar el año con su banda. En 2018 va a estar en el Cosquín Rock y en el Lollapalooza.

Su primer disco solista, Ahora se bebe en las redes como agua fresca y hasta ya hay versiones de sus temas en YouTube. Pero, con todo eso, todavía no ha presentado el disco mágico en su tierra natal.

–¿Qué pasa con Mendoza?

–Mendoza no puede valorar a sus artistas hasta que no triunfan afuera. Tiene ese complejo. Y creo que las instituciones, tanto estatales como privadas, no están a la altura de los artistas que hay acá.

–Entonces, ¿por qué quedarse?

–Es una postura que nosotros tomamos. Decidimos quedarnos para hacer que las cosas cambien.

Ese "nosotros" señala al movimiento que ya se conoce en todo el país como "manso indie" y que involucra a Simón Poxyrán, Usted Señálemelo, Perras on the Beach y, también, a Mi Amigo Invencible. 

Porque si bien esta última es una de las bandas mendocinas que logró instalarse en la escena nacional hace ya varios años, son un referente para esta nueva generación que explotó desde las redes y logró revitalizar el rock nacional sin perder el sentido de pertenencia.

¿Cómo? Con una simple complejidad: la sinceridad y el talento de decir lo que piensan sin filtro ni pose. El desprejuicio. La intensidad de las cicatrices que ya cuentan en sus jóvenes vidas. El desprecio del ego y la actitud colaborativa que los hace producirse, grabarse, tocar y crecer mutuamente.

Bocci lo sintetiza en un proverbio chino: "Si caminas solo, llegarás más rápido; si caminas acompañado, llegarás más lejos".

Y tiene algo de rockero zen. El perfil bajo, la tranquilidad. Pero también la noción de autoexigencia.

–¿La fama te presiona?

–No hay presión más grande que la de uno mismo. Las expectativas más altas las tengo yo.

Palabra de origen

El periodista musical Yumber Vera Rojas lo sintió desde comienzos de este año: “Estos chicos me devolvieron la esperanza”. Por eso, viendo lo que causaban en Niceto, bautizó la movida.

–¿Qué pensás del "manso indie" como etiqueta?

–Como nomenclatura está buena. El indie, que es un término abarcativo, está ligado a una palabra de origen.

Si antes había que explicarles a los foráneos que “manso” ya no significa tranquilo ni sumiso para la lengua viva del Oeste, ahora no hay que aclararlo más. Manso es esto: instalar un lenguaje. Descentralizar la escena.

Pero Luca también es consciente que todo implica un riesgo: "Cuando vos das muchas notas y salís mucho en los diarios se puede desvirtuar tu imagen o lo que decís. Y, por otro lado, empezás a notar que te estás repitiendo. Yo estoy pensando en no dar más notas por un tiempo, pero no porque me crea nada, sino porque me parece que el periodismo tiene que ponerse a investigar otras cosas también".

La fama es espuma, lo sabe. Y la gran vidriera puede ser una pantalla de humo. “Detrás hay desesperanza, hay gente sufriendo”, dice.

Amor a 40°

Su primera infancia fue en el barrio Unimev. Ahora, cuando regresa a Mendoza, recala en el hogar paterno de Godoy Cruz.

Cuando era chiquito, en su casa se escuchaba a Charly, a Spinetta, a Fito. De hecho, algunos mencionan el paralelismo entre las canciones de Ahora y el Fito Páez de Giros: “Giros lo escuché más de grande, pero mis padres se enamoraron con El amor después del amor. Esas canciones quedaron resonando en mí, supongo. Las pienso como recuerdos”.

Igual, sonoramente y de manera espontánea el “manso indie” entendió la lección de Borges en Discusión: estar en el margen es una ventaja porque te permite abrevar, con sabia insolencia, en todas las tradiciones, en todos los sonidos.

Y tanto puede resonar Páez como Animal Collective, digeridos por este cantautor que entiende su tiempo.

–¿Músicos mendocinos que admires?

–Tito Francia y el Dengue.

El Dengue es Mariano Di Césare, el líder de Mi Amigo Invencible. Y precisamente este músico nos decía ayer: “Yo estaba escuchando cada vez menos rock, me parecía que allí ya se había agotado algo. Me inclinaba a experimentar con sonidos y en ellos (el ‘manso indie’) encontré esa experimentación. En Simón Poxyrán flota la canción sobre el trap, el funk, el rock. En cuanto al aura de Luca Bocci, hay algo en su voz que me lleva. Además, cuando escuché por primera vez a los Usted Señálemelo eran muy chicos y ya se percibía el futuro, la ruptura”.

Luca se para a mirar unos dibujos de niños sobre un pino de Navidad. Antes de agarrar su mochila y partir para la terminal, le preguntamos por Alicia, su banda: “El año que viene quiero tocar en banda, sí. Estuvo bien el proyecto solista pero también es un poco aburrido. Vamos a sacar un disco con Alicia y con The Golden Papets”.

Caminamos por la siesta ardiente. Y él “rumbea” para la terminal del sol. Pequeño y enrulado, cercano y distante.

Ya ha hecho una canción de amor que resume este infierno. Está en YouTube, se llama 40° y pertenece a un EP grabado “una húmeda tarde de enero de 2017 y subido en el momento. Fue cuando no tenía plata para masterizar el disco y de manija grabé estos temas para subirlos el mismo día”. El video, dirigido por Santiago García Navarro, coincide con su forma de entender la canción. Una bici da vueltas por la rotonda del Parque, alrededor de la Fuente de los Continentes, mientras Luca canta:

"El agua sale caliente
no puedo dormir
las frutas están podridas
se secó el jardín. 
Y si estamos en la cama, 
arde transpirar
los que se aman en verano se aman de verdad". 

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